Lesmes Vs. Gimeno
Joan Manel Abril, juez instructor de la querella contra Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau, ha tardado nueve meses en citarles a declarar. Los tres comparecer¨¢n, seg¨²n la providencia dictada por el magistrado, como "querellados", una figura jur¨ªdicamente inexistente. Lo que quiere decir el juez es que les cita como imputados (investigados a partir de mediados de octubre cuando entra en vigor la reforma de la ley de Enjuiciamiento Criminal aprobado por el Senado el pasado 9 de septiembre).
La Fiscal¨ªa del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a present¨® la querella, por orden del entonces fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, el 21 de noviembre de 2014, ya que hasta entonces se resisti¨® a hacerlo por voluntad propia. El pleno de la sala Civil y Penal del TSJC, integrado por el presidente, Miguel ?ngel Gimeno, y los magistrados Mar¨ªa Eugenia Alegret, Carlos Ramos, Enric Anglada, Joan Manel Abril y Francisco Valls, resolvi¨® admitirla a tr¨¢mite el 22 de diciembre. El magistrado Abril, cuya especialidad es el derecho civil, fue nombrado juez instructor de la causa.
La presentaci¨®n de la querella comenz¨® con mal pie. Torres-Dulce confi¨® el asunto al fiscal jefe del TSJC, Jos¨¦ Mar¨ªa Romero de Tejada, sustituto de Mart¨ªn Rodr¨ªguez Sol, a quien el fiscal general destituy¨® pese a ser un amigo personal y haberlo nombrado en el cargo. Torres-Dulce le apart¨® a ra¨ªz de unas declaraciones en las que el mallorqu¨ªn Rodr¨ªguez Sol defend¨ªa la necesidad de dar encaje al derecho a decidir. Hubo tambi¨¦n otros enfrentamientos. Como, por ejemplo, la apertura de diligencias informativas sobre la filtraci¨®n de un borrador ap¨®crifo atribuido a la UDEF en 2012 con referencias al expresident Pujol y al president Mas, d¨ªas antes de las elecciones auton¨®micas del 25 de noviembre de 2012. El Ministerio del Interior y la Polic¨ªa, origen de la filtraci¨®n, consideraron intolerable la decisi¨®n e Rodr¨ªguez Sol.
Bien.
?Por qu¨¦ el magistrado Joan Manel Abril ha tardado nueve meses en citar a declarar a Mas, Ortega e Rigau?
Ha ordenado m¨²ltiples diligencias. La causa no ha estado guardada en un caj¨®n. Pero ello no contesta la pregunta. Una vez admitida a tr¨¢mite la querella y pasado un tiempo razonable, el magistrado deb¨ªa citarles a declarar. Y no lo hizo.
Situ¨¦monos ahora en el 23 de julio de 2015.
Han pasado siete meses desde la presentaci¨®n de la querella.
Estamos en el Palacio de Congresos de Barcelona. El Rey preside la ceremonia de entrega de despachos judiciales a treinta y cinco jueces que han obtenido su licenciatura en la Escuela Judicial, la promoci¨®n n¨²mero 65. Est¨¢n presentes Artur Mas; el ministro de Justicia, Rafael Catal¨¢; Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ); Miguel Angel Gimeno, presidente del TSJC, y otras personalidades (foto que abre esta entrada).
En cierto momento, Carlos Lesmes se acerca a Miguel ?ngel Gimeno (ambos en la foto) cuyo mandato de cinco a?os al frente del TSJC vence en diciembre. Gimeno es visto por los conservadores como un magistrado progresista.
Y le dice, sin ocultar o aparentar cierta disconformidad, que la querella de la Fiscal¨ªa contra Mas conoce una lentitud pasmosa, parece que est¨¢ paralizada. Qu¨¦ est¨¢is haciendo. Han pasado ya siete meses desde la admisi¨®n a tr¨¢mite.
Gimeno le explica que el magistrado Abril ha ordenado muchas diligencias y ha librado oficios para reunir el material indiciario. La querella versa sobre desobediencia grave, prevaricaci¨®n, malversaci¨®n y usurpaci¨®n de funciones en el proceso participativo del 9-N.
Tenemos un problema, le explica Gimeno, y es que hay elecciones en Catalu?a. Y pensamos que no conviene interferir. Las elecciones del 27-S estaban anunciadas, pero no convocadas. Mas firma la convocatoria el 3 de agosto.
En el acto se encuentra, seg¨²n se ha apuntado, el ministro Catal¨¢. A Lesmes le falta tiempo para contarle lo que le ha explicado Gimeno.
Es evidente que el TSJC instruye con parsimonia, para decirlo suavemente, la querella.
No es una excepci¨®n. Nada tiene que ver, pero, por ejemplo, el juez Pedraz ordena una entrada y registro en las casas de Oleguer Pujol y de Luis Iglesias, en Barcelona y Madrid, respectivamente, el 24 de octubre de 2014. Y es el d¨ªa de hoy en que no han prestado declaraci¨®n. A su vez Rodrigo Rato no ha prestado declaraci¨®n por los delitos fiscales y de blanqueo que se le imputa desde hace largos meses en el juzgado 31 de Madrid. Y hay un presunto testaferro suyo, Alberto Portuondo, en prisi¨®n preventiva desde el 18 de agosto. La Fiscal¨ªa no ha solicitado la comparecencia del exvicepresidente del Gobierno, pero tampoco este se ha ofrecido a declarar.
Pero lo que hubiese sido normal, que Mas, Ortega y Rigau, fueran citados enseguida, digamos un mes despu¨¦s de admitida a tr¨¢mite la querella, ahora, dos d¨ªas despu¨¦s de las elecciones del 27-S, se ha convertido en una nueva bomba.
Desde luego, el Gobierno aporta su granito de arena.
El ministro Catal¨¢ es el que da la explicaci¨®n de que el tribunal no quer¨ªa interferir. ?Y por qu¨¦ tiene que dar explicaciones el ministro sobre la decisi¨®n judicial? Aparece Catal¨¢ como el padre de la decisi¨®n, el que quiere desactivar el problema ignorando que la sola palabra del ministro en nombre de los tribunales es una nueva cerilla arrojada en una Catalu?a que ya arde. Porque se arde con el 47,7% de los votos, sin llegar al 50% m¨¢s uno. Se arde igual. La incompetencia pasa muchas veces a segundo plano. Porque el maquiavelismo pol¨ªtico atrae m¨¢s como interpretaci¨®n que la ineptitud pura y dura.
?Se pod¨ªa decir algo?
Se pod¨ªa. ?Para qu¨¦ est¨¢ el fiscal jefe Romero de Tejada que ha presentado la querella?
La Fiscal¨ªa del TSJC pod¨ªa haber explicado su posici¨®n. A saber, que no se quer¨ªa interferir. Pero Catal¨¢ quiso ponerse la medalla.
El tema de la comparecencia encierra una paradoja. Mas hubiese festejado su convocatoria judicial despu¨¦s de la admisi¨®n de la querella. All¨ª ante el instructor Abril pod¨ªa explicar las razones pol¨ªticas de su decisi¨®n sobre el 9-N. Era su particular versi¨®n de La Historia me absolver¨¢, que dir¨ªa Fidel Castro. Y ahora mismo, Junts Pel S¨ª est¨¢ urgiendo con la citaci¨®n de Mas a la CUP para que deponga sus reticencias y le aporte en segunda votaci¨®n los dos votos que necesita para ser investido president.
Bien.
Lesmes, para decirlo todo, quiere cambiar a Gimeno. Su mandato vence en diciembre. Pero Gimeno ser¨¢ uno de los cuatro o cinco negritos, que dir¨ªa Agatha Christie, en salir. El presidente del Supremo y del CGPJ prepara el cambio en otros TSJ, como el de la Comunidad Valenciana, donde quiere cargarse a la conservadora y celosamente independiente Pilar de la Oliva (que preside el juicio de la corrupci¨®n G¨¹rtel en su primera pieza, la de Fitur), y los de Andaluc¨ªa y Castilla y Le¨®n. En noviembre, el pleno del CGPJ ser¨¢ informado sobre este plan.
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