Toma la recusaci¨®n y corre

He aqu¨ª una coincidencia: los escritos definitivos de Concepci¨®n Espejel y Enrique L¨®pez rechazando su recusaci¨®n se han conocido ayer al tiempo que el exgerente del Partido Popular de Baleares reconoc¨ªa en juicio oral, en una sentencia pactada, la financiaci¨®n de su partido con dinero negro.

Ahora que Espejel y L¨®pez han dicho su ¨²ltima palabra vale la pena contemplar qu¨¦ otra cosa pod¨ªan hacer.

Un jurista amante del cine lo ha comentado en privado antes del escrito definitivo.

¡ªLo que tienen que hacer es sencillo. Coge la recusaci¨®n y corre, como en aquella pel¨ªcula de Woody Allen [Toma el dinero y corre]

?Por qu¨¦?

El jurista cin¨¦filo precisa:

¡ªPorque se trata de que la sentencia en los casos G¨¹rtel 1999-2005 y Contabilidad B del PP tenga credibilidad. Y no la tendr¨¢. No con Enrique L¨®pez de ponente.

Es que el tema central aqu¨ª es la quiebra de la apariencia de imparcialidad que todo ¨®rgano jurisdiccional tiene que exhibir. Es la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.?En su ¨²ltimo pronunciamiento, L¨®pez admite que ¡°el juez sobre el que se duda sobre su imparcialidad es el peor observador objetivo para determinar esta cuesti¨®n, cuando estas dudas o recelos no se basan en datos objetivos sino en la apariencia que se ha podido generar¡±.

Datos objetivos, como las meigas, haberlos, haylos. Otra cosa es que los hechos planteados por la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n y las acusaciones se incardinen con exactitud en las causas tasadas para la recusaci¨®n.

En su escrito, la magistrada Espejel se?ala que el hecho de que Mar¨ªa Dolores de Cospedal la llamase Concha en un acto p¨²blico carece de importancia porque ¡°todos ellos [dirigentes de otros partidos pol¨ªticos] se refirieron siempre a m¨ª llam¨¢ndome Concha¡±. Ni este hecho ni otro, a saber, que en la judicatura se la suele llamar Cospejel, contracci¨®n de los apellidos Cospedal y Espejel, pueden ser causas de recusaci¨®n. La magistrada subraya que no tiene ¡°amistad ¨ªntima¡± con Cospedal.

Sin embargo, las relaciones de amistad entre ambos magistrados y dirigentes del PP, sin llegar a demostrarse como ¨ªntimas, existen. Y el concepto de intimidad es subjetivo y discutible. La percepci¨®n entre no pocos magistrados y magistradas que les conocen desde hace a?os es que ambos son de confianza del PP cuando no exhiben, en ocasiones, una conducta de comisarios pol¨ªticos del partido.

El PP defiende la continuidad de ambos en los dos tribunales previstos. Al PP no le importa la credibilidad de la sentencia que vayan a dictar los magistrados del tribunal. Tampoco le preocupa que unas sentencias de escasa o nula credibilidad le obligar¨¢ a llevar eternamente sobre su espalda ambas causas como rocas, tal como evoca la mitolog¨ªa griega con S¨ªsifo.

El PP es pragm¨¢tico. No quiere arriesgar.

??Pero de momento, la decisi¨®n ser¨¢ del pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Una vez que tanto el PP como su fundaci¨®n FAES cumplimenten la informaci¨®n que se les ha solicitado, se pasar¨¢ todo el dossier a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n para que se pronuncie sobre el fondo. Se nombrar¨¢ en la sala de lo Penal dos ponentes. Uno para la recusaci¨®n de L¨®pez y otro para la de Espejel.

Y se someter¨¢ a votaci¨®n.?All¨¢ por finales de octubre o primeros de noviembre.

Aunque al ministro Catal¨¢ le gustar¨ªa que el tema se quede para despu¨¦s del 20 de diciembre. Catal¨¢ apareci¨® como el padre de la decisi¨®n de aplazar la declaraci¨®n de Mas hasta despu¨¦s del 27-S, aunque nada tuviera que ver con ella, resuelta por el TSJ de Catalu?a.

Pero Catal¨¢ dispar¨® por elevaci¨®n: conven¨ªa poner un altavoz al hecho para que jueces como Eloy Velasco, que lleva la causa de la Operaci¨®n?P¨²nica,?sean una tumba durante la precampa?a y la campa?a del 20-D. Si el TSJC lo fue con Mas entre diciembre de 2014 y el 15 de octubre de 2015, ? qu¨¦ les cuesta a los jueces que instruyen causas donde el PP es protagonista aplazar los temas para despu¨¦s de las elecciones?

Bien.

En los ¨²ltimos meses va cobrando forma una soluci¨®n llamada "salom¨®nica". Que Enrique L¨®pez sea apartado de los dos tribunales y que permanezca Espejel. Hay quien arriesga que Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), enfrentado con L¨®pez, propiciar¨ªa algo por el estilo.

Habr¨¢ que recordar al resolver las recusaciones que ¡°no solo se ha de impartir justicia sino tambi¨¦n que se debe ver que se imparte justicia¡± (Lord Hewart, 1924).