Asunta hab¨ªa ingerido al menos 27 pastillas de Orfidal el d¨ªa de su muerte

La toxic¨®loga de la Universidad de Santiago Mar¨ªa Jes¨²s Tabernero ha sacado papel y boli y ha echado la cuenta delante del jurado popular. Si la concentraci¨®n en sangre de lorazepam era de 0,68 microgramos por mililitro, una cantidad tan alta cuyos efectos ni aparecen descritos en la literatura cl¨ªnica, quiere decir que, "al menos", Asunta "hab¨ªa tomado 27 pastillas de un miligramo" de este ansiol¨ªtico, en este caso de la marca comercial Orfidal. Esta profesora de medicina legal, que se ocup¨® con la catedr¨¢tica Ana Mar¨ªa Bermejo de realizar las primeras anal¨ªticas de muestras extra¨ªdas al cad¨¢ver de la ni?a de 12 a?os durante la autopsia, dice "al menos" porque Asunta todav¨ªa no hab¨ªa digerido todo el f¨¢rmaco que se le hab¨ªa suministrado el d¨ªa en que muri¨®. En su est¨®mago a¨²n quedaba "alg¨²n champi?¨®n entero" de ese revuelto que fue su ¨²ltima comida en familia, y en el contenido g¨¢strico tambi¨¦n quedaba lorazepam.

Las dos toxic¨®logas han insistido en que este c¨¢lculo de pastillas es un valor aproximado, y que "cient¨ªficamente" no lo deber¨ªan hacer. "Es solo una estimaci¨®n", han dicho. Pero, "sin duda", la cr¨ªa estaba "intoxicada", ya que el nivel t¨®xico se alcanza a partir de 0'3 microgramos por mililitro.

Las especialistas no pudieron concluir en los informes que realizaron por encargo del juzgado si esta ingesta masiva de comprimidos tuvo lugar durante la comida o despu¨¦s. Lo que s¨ª saben es que la v¨ªctima no tom¨® las pastillas antes, porque la comida actu¨® como barrera y ralentiz¨® la absorci¨®n de este f¨¢rmaco de la familia de las benzodiazepinas. Asunta consumi¨® el lorazepam en una toma o en varias "entre tres y cuatro horas" antes de su muerte, un momento que los forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) situaron en un intervalo temporal que va de las cuatro a las ocho de la tarde.

No obstante, a las 18.20 horas era imposible que la ni?a estuviese muerta, ya que fue fotografiada en posici¨®n erguida a bordo del Mercedes de la madre camino del chal¨¦ familiar. A las 17.21, la peque?a hab¨ªa pasado caminando sin dificultad ante la c¨¢mara de la sucursal de Bankia, situada en la confluencia entre las calles donde est¨¢n los pisos de su padre y de su madre. Esto, han confirmado este mi¨¦rcoles en el juzgado tanto las dos toxic¨®logas como el jefe de patolog¨ªa forense del Imelga que dirigi¨® la autopsia, es perfectamente posible porque el lorazepam es una de las benzodiazepinas de acci¨®n "a medio plazo" que "menos efecto" tiene como relajante muscular.

Normalmente, el Orfidal empieza a hacer su trabajo a los "30 o 45 minutos", han informado las expertas, "pero la absorci¨®n no es completa hasta pasadas las dos horas", cuando ha llegado a la sangre. Y esto tambi¨¦n var¨ªa en funci¨®n "de la digesti¨®n y de la tolerancia" que pueden llegar a desarrollar algunos pacientes que consumen este f¨¢rmaco. Lo primero que pudo sentir Asunta, seg¨²n las toxic¨®logas, fue una fuerte somnolencia,y m¨¢s adelante "una depresi¨®n generalizada del sistema nervioso central". "La ataxia", es decir, la descoordinaci¨®n en los movimientos y la dificultad para deambular, "es de los s¨ªntomas m¨¢s tard¨ªos".

El Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad de Santiago, donde se realizaron estos estudios, analiz¨® adem¨¢s de sangre muestras del contenido g¨¢strico, de la orina y, m¨¢s adelante, del pelo de la ni?a. Su trabajo era requerido "con urgencia" por el juez instructor, Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Ta¨ªn, y las toxic¨®logas pidieron que se enviaran otras muestras semejantes al Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa para contrastar. Los resultados de las anal¨ªticas no son id¨¦nticos porque se aplicaron otras t¨¦cnicas, pero la diferencia se consider¨® menor. En Madrid, la concentraci¨®n de lorazepam en sangre dio 0,55 microgramos por mililitro. La orina, en ambos casos, revel¨® que la menor, a pesar de no haberlo digerido todo, hab¨ªa empezado ya a eliminar la sustancia con la que fue drogada antes de morir, seg¨²n la autopsia, por sofocaci¨®n.

Las toxic¨®logas gallegas recibieron cabellos de 22 cent¨ªmetros de largo. Usaron los nueve m¨¢s pr¨®ximos a la ra¨ªz, lo equivalente a "nueve meses o un a?o de crecimiento", y detectaron tambi¨¦n en ¨¦l lorazepam, adem¨¢s de otro ansiol¨ªtico presente en menor medida, nordiazepam, en los tramos equivalentes a los "tres o cuatro ¨²ltimos meses". No hallaron rastro, sin embargo, de medicamentos antihistam¨ªnicos, algo a lo que los padres achacaban los episodios de mareos y somnolencia que sufri¨® Asunta en sus clases de m¨²sica del ¨²ltimo verano.

En una larga sesi¨®n que se ha prolongado hasta m¨¢s all¨¢ de las cuatro de la tarde, por los juzgados de Santiago han pasado tambi¨¦n una de las forenses que intervinieron en el levantamiento del cad¨¢ver en la pista forestal, durante la madrugada del 22 de septiembre de 2013; el jefe de patolog¨ªa del Imelga, que dirigi¨® la autopsia; y el director del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa en Sevilla, jefe de servicio de histopatolog¨ªa en la capital andaluza cuando se realizaron las pruebas al cad¨¢ver de la ni?a compostelana. Se trataba de explicar cu¨¢les eran las evidencias de la muerte por sofocaci¨®n (seg¨²n las conclusiones, llevada a cabo con un objeto blando) y por qu¨¦ se situ¨® la hora del fallecimiento entre las cuatro y las ocho. El abogado de Rosario Porto, la madre de Asunta, acusada junto a su exesposo de la muerte de la cr¨ªa, hab¨ªa aportado un informe contrapericial firmado por otros dos forenses de las universidades de Murcia y C¨¢diz que pon¨ªa en tela de juicio tanto la metodolog¨ªa como los resultados de las pruebas oficiales.

Los peritos contratados por Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez Aranguren, el letrado de Porto, que han prestado declaraci¨®n a ¨²ltima hora, criticaban en su informe que no se tuviese nunca en cuenta la temperatura corporal y ambiental para determinar con mayor precisi¨®n la hora de la muerte. La forense de Santiago ha reconocido que en la pista solo comprob¨® que Asunta estaba "fr¨ªa al tacto" con sus manos enfundadas en unos finos guantes de l¨¢tex porque, entre otras circunstancias, no quiso alterar posibles pruebas de una agresi¨®n sexual (la segunda hip¨®tesis con la que se trabaj¨®, tras la del atropello) introduci¨¦ndole un term¨®metro para conocer su temperatura anal. No obstante, hoy ha quedado claro que la temperatura de un cad¨¢ver tambi¨¦n se puede tomar a trav¨¦s del o¨ªdo. Esta facultativa ha admitido adem¨¢s que ella y su compa?era se "extralimitaron" si efectivamente, como recoge el informe de aquella noche, le llegaron a dictar a la secretaria judicial que una mancha blanquecina que aparec¨ªa en un hombro de la camiseta, vista a la luz ultravioleta, era "posible semen" cuando luego result¨® no serlo. "All¨ª nos entr¨® la duda", ha dicho, dado "el perfil de la v¨ªctima". "Mujer, menor, asi¨¢tica", ha justificado luego su jefe en el Imelga.

La forense, por otra parte, ha aportado un dato relevante al asegurar que el juez Ta¨ªn no autoriz¨® la incineraci¨®n sin asesorarse previamente. "El instructor habl¨® personalmente con el jefe de patolog¨ªa y ¨¦l le dijo que no hab¨ªa problema", ha recordado, "el cuerpo ya no era ¨²til para una segunda autopsia y hab¨ªamos recogido suficientes muestras para cualquier contrapericia que se quisiese realizar". Estas muestras nunca fueron reclamadas por los peritos de C¨¢diz y Murcia, que se basaron en los datos recogidos por el informe oficial para sacar a la luz lo que hoy han definido como "contradicciones flagrantes", "temeridades" o ausencias injustificadas.

La de Asunta, seg¨²n el doctor Blanco Pamp¨ªn, responsable de la autopsia, fue "una muerte intencionada, en ning¨²n caso accidental y tampoco un suicidio". En el microscopio, el jefe de histopatolog¨ªa del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa, Manuel Salguero, comprob¨® que sobre los labios de la chiquilla (una muestra forense que recibi¨® casi al completo desde Santiago para su an¨¢lisis) se hab¨ªa ejercido una "fuerza importante", de ah¨ª que las c¨¦lulas estuviesen "machacadas".

Blanco Pamp¨ªn tard¨® entre las cinco y las "nueve o diez de la noche" de aquel domingo 22 de septiembre en realizar la autopsia y recoger todas las muestras posibles del cuerpo de la ni?a. Seg¨²n ¨¦l, no existen m¨¦todos "infalibles" para determinar la hora exacta del fallecimiento, pero s¨ª se pudieron constatar una serie de lesiones identificadas como se?ales "t¨ªpicas" de la asfixia mec¨¢nica por sofocaci¨®n. "Una discreta hemorragia nasal; erosi¨®n en el interior de la boca [posible consecuencia de la marca de los dientes por la presi¨®n ejercida desde el exterior con un objeto blando]; hemorragia pulmonar con rotura de los tabiques alveolares; y hemorragia en las celdillas mastoideas del hueso temporal [espalda]". Junto a todos estos indicios, el veterano forense ha destacado esta ma?ana en el juicio otra lesi¨®n interna, "un desgarro en la boca del est¨®mago", en la "uni¨®n con el es¨®fago", que seg¨²n ¨¦l revela que Asunta lleg¨® a sufrir "n¨¢useas o v¨®mitos en el proceso de la muerte".