A la c¨¢rcel por insultar a un superior
Un guardia civil de 57 a?os, con 40 de servicio y ya en la reserva, condenado a prisi¨®n por llamarle "cabr¨®n" a un sargento en Tenerife
Lorenzo Hern¨¢ndez, de 57 a?os y guardia civil desde que ingresara en el colegio de guardias de Valdemoro a los 17, ingresar¨¢ en la prisi¨®n militar de Alcal¨¢ Meco si la reciente reforma del C¨®digo Penal Militar aprobada en el Congreso no lo impide. Hern¨¢ndez, el guardia m¨¢s conocido de Tacoronte (Tenerife), el que "mont¨® el equipo de f¨²tbol de benjamines", un ¡°guardia at¨ªpico¡± ya en la reserva desde el pasado mes de febrero, ha sido condenado por una sentencia de un Tribunal Militar del pasado 24 de septiembre a tres meses y un d¨ªa de prisi¨®n por un ¡°delito de insulto a un superior¡±.
?A la vuelta de las vacaciones el sargento Pedro Gallo Sanz le llam¨® a su despacho:
¡ª "Firme estos dos expedientes por lo ocurrido antes de irse de vacaciones", recuerda que le dijo.
¡ª "Primero quiero hablar con la AUGC (Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles)", dice el guardia que le respondi¨®.
Seg¨²n fuentes cercanas al caso, se ven¨ªan buscando las vueltas mutuamente desde hace tiempo. El sargento impon¨ªa su autoridad y el guardia se resist¨ªa a la "arbitrariedad" y a los supuestos "malos modos" de su superior, a quien casi duplicaba la edad y el tiempo en el cuerpo. Que si ¡°me pon¨ªa a trabajar siempre con el mismo guardia, que no trataba bien a la gente¡±, que si ¡°no me cog¨ªa el tel¨¦fono ni me contestaba a los mensajes¡±, que si ¡°me oblig¨® a dejar mi arma y me suspendi¨® cuatro d¨ªas de empleo y sueldo¡±¡
El ¨²ltimo encontronazo, a la vuelta de las vacaciones de 2014, se encon¨® y finaliz¨® con la apertura de un expediente en el que el sargento acusa al guardia de haberle insultado ¡ªhaberle llamado "cabr¨®n"¡ª, pese a que los tres testigos presentes en la discusi¨®n ¡ªdos guardias y un cabo¡ª niegan haber escuchado improperio alguno y as¨ª lo testificaron en el juicio. Y tambi¨¦n, pese a que el propio sargento, ya ante el tribunal, ¡°matiz¨® sus palabras y rebaj¨® su acusaci¨®n diciendo que ¡±no se sinti¨® ni amenazado ni insultado¡±, se?ala un abogado presente en la vista. El procedimiento militar, no obstante, sigui¨® adelante.
El sargento Gallo, a falta de una autorizaci¨®n oficial para dar su versi¨®n de los hechos a este peri¨®dico, se limit¨® a calificar el asunto de "disparate".
En la sentencia, se sostiene la acusaci¨®n argumentando que el acusado profiri¨® los insultos ¡°bajito¡±, con el fin de que nadie le oyera. El fiscal militar solicit¨® cinco meses y un d¨ªa de prisi¨®n y el juez, finalmente, conden¨® al acusado a la pena m¨ªnima por ese delito: tres meses y un d¨ªa. Una condena que, recurso de casaci¨®n mediante presentado por la AUGC, s¨®lo se ver¨¢ revocada si entra en vigor la reforma del nuevo c¨®digo penal militar ¡ªque data de 1985¡ª y que ahora s¨ª contempla en su art¨ªculo 22 la posibilidad de la suspensi¨®n de las penas, al igual que el C¨®digo Penal Civil.
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