Muchos indicios y ninguna prueba concluyente en el juicio de Asunta
La Guardia Civil no puede acreditar que las cuerdas halladas en el chal¨¦ sea las mismas que las de la pista forestal en la que se localiz¨® el cuerpo de la ni?a
Lo revisaron todo. Cuerdas, cuchillos, alfombrilla del Mercedes, ordenador, m¨®viles, mascarillas, ropa o zapatillas de deporte. Pero nada. Los especialistas de la Guardia Civil no pueden llegar a ninguna conclusi¨®n definitiva que se?ale de forma rotunda, indudable, a los dos acusados del asesinato de Asunta Basterra Porto, sus propios padres. Los agentes que analizaron todos estos elementos, considerados indicios del delito, no son capaces de confirmar ni descartar. Y todo esto se ha dicho en la resaca de una jornada demoledora para los intereses de los exesposos investigados, en la que a trav¨¦s de las cuentas de dos toxic¨®logas se supo que la v¨ªctima hab¨ªa tomado "al menos 27 pastillas" que anularon su capacidad de lucha antes de morir por falta de aire.
Los qu¨ªmicos del departamento de Criminal¨ªstica de la Guardia Civil han reconocido este jueves ante el jurado popular que no pueden demostrar con total seguridad que las cuerdas halladas en la pista forestal, tan comunes en la Galicia rural, sean las mismas que las del chal¨¦ familiar del municipio de Teo (a seis kil¨®metros de la ciudad de Santiago), considerado escenario del crimen. Los fragmentos localizados junto al cad¨¢ver, con los que sin duda fue atada la peque?a Asunta, probablemente para facilitar su traslado, en un momento que los forenses sit¨²an "pr¨®ximo a la muerte" (antes o despu¨¦s de sucumbir al proceso de sofocaci¨®n), tienen efectivamente "la misma composici¨®n qu¨ªmica, color y entramado" que una peque?a bobina recogida en la despensa de la casa y que otro cabo de menos de un metro que apareci¨® arrojado en la papelera de la habitaci¨®n donde se sospecha que fue asfixiada la menor. Pero, seg¨²n han admitido los guardias civiles en una videoconferencia mantenida con Madrid, "no hay ninguna forma de establecer un v¨ªnculo entre unas cuerdas y otras".
El tipo de fibra pl¨¢stica, su fina trama, hace muy dif¨ªcil determinar si el corte de los cordeles de la pista encaja con los extremos del cabo hallado en esa papelera de mimbre sobre la que, seg¨²n el teniente que elabor¨® el atestado de la primera noche, se abalanz¨® la madre de Asunta al llegar al domicilio, presuntamente para deshacerse de la evidencia.
Tampoco aparecieron fibras de estas cuerdas en los dos cuchillos incautados en este caser¨®n heredado por Porto de sus padres. Sin embargo, los filos presentaban otros 19 tipos de vestigios, de materiales que s¨ª hab¨ªan sido seccionados con ellos en alguna rutina diaria. Los cortes de los cordeles anaranjados "pueden ser compatibles" con los cuchillos dom¨¦sticos, pero en el laboratorio de Criminal¨ªstica se prob¨® a cortar otras cuerdas semejantes y el resultado fue equivalente.
Por si esto fuera poco, para complicar todav¨ªa m¨¢s las cosas, los peritos han asegurado que otra cuerda hallada al d¨ªa siguiente de la muerte de Asunta en una segunda revisi¨®n del camino forestal (descartada como elemento probatorio porque se hallaba un poco m¨¢s envejecida, separada y semicubierta por vegetaci¨®n) tambi¨¦n coincid¨ªa en composici¨®n y morfolog¨ªa con otros fragmentos localizados en la despensa del chal¨¦. Algo que solo se podr¨ªa explicar por lo extendido que est¨¢ en la zona el uso de estas ataduras, conocidas como cordel para pacas.
El departamento de Qu¨ªmica de la Guardia Civil tampoco ha podido constatar que la tierra de la alfombrilla del piloto del Mercedes de Rosario Porto sea la misma que la de las muestras recogidas en la pista donde fue depositado el cad¨¢ver. "No se puede relacionar", han informado los agentes, "algunos minerales coinciden, pero otros no, como la calcita que hay en la alfombrilla". Por lo general, los detectados son componentes muy comunes en el suelo de la comarca.
Las zapatillas deportivas blancas de marca Kalenji incautadas en la entrada del apartamento de Alfonso Basterra no dieron ning¨²n resultado en este laboratorio. Inicialmente se pens¨® que eran las que llevaba Asunta el d¨ªa en que muri¨®, porque el cad¨¢ver apareci¨® descalzo. Pero en ellas no hay vestigio alguno de la pista forestal. Lo que s¨ª apareci¨® durante los an¨¢lisis qu¨ªmicos llevados a cabo en Madrid fueron restos de lorazepam, adem¨¢s de nicotina y cafe¨ªna, en el vuelo de un vestido azul que se le requis¨® a Porto durante los registros del d¨ªa 26 de septiembre, cuatro despu¨¦s de la aparici¨®n del cuerpo. Era la ropa que llevaba el d¨ªa 21, cuando muri¨® la ni?a tras ser sedada con al menos 27 comprimidos de Orfidal (lorazepam). Pero hay que tener en cuenta que la acusada, seg¨²n ha declarado, tambi¨¦n ten¨ªa pautado ese ansiol¨ªtico, en concreto dos pastillas diarias.
En la mascarilla de marca 3M y los manojos de papel blanco que se recogieron junto a la cuerda de la papelera del chal¨¦ "no hab¨ªa indicios de lorazepam". Ayer, uno de los abogados de la acusaci¨®n popular, que ejerce la Asociaci¨®n Clara Campoamor, desliz¨® en la sesi¨®n del juicio la hip¨®tesis de que Asunta fuese sofocada utilizando esa mascarilla rellena de pa?uelos de papel. Pero este extremo nunca se pudo demostrar. Los forenses, en las conclusiones de la autopsia, solo pudieron referirse a un "objeto blando". Y los investigadores se llevaron de la casa de Teo un coj¨ªn estampado con flores, aunque en la boca de la ni?a jam¨¢s se encontraron fibras.
Los expertos en identificaci¨®n de la Guardia Civil tampoco han podido confirmar que las huellas de Alfonso Basterra hubiesen sido borradas de su ordenador. Esto no parece posible cuando, en el port¨¢til sobre el que tanto se ha hablado y escrito durante los dos ¨²ltimos a?os, se lograron localizar hasta cinco huellas digitales claras y muchas m¨¢s "empastadas o sobrepuestas", de las que no se pudo obtener "ninguna informaci¨®n". La ¨²nica huella con nombres y apellidos, dentro de la disquetera del ordenador, era, tal y como han dicho hoy los agentes, "de Asunta Yong Fang Basterra Porto". Las otras cuatro que pudieron ser "reveladas" no se consiguieron atribuir a nadie. El empaste de huellas, a causa por ejemplo "del sudor", y la superposici¨®n, han explicado, son algo que "se puede dar" si "se toca mucho un objeto".
El departamento de ingenier¨ªa del servicio de Criminal¨ªstica tampoco ha podido esta jornada aportar luz sobre el extra?o cap¨ªtulo del port¨¢til de ida y vuelta. "No conseguimos localizar ninguna traza para concluir que el disco duro fuera sustituido o alterado" para eliminar alg¨²n rastro, han admitido los guardias civiles. Tanto el acusado de asesinato como sus hermanos, que declararon el martes como testigos, sit¨²an en todo momento en el pasillo de entrada del apartamento el ordenador marcha HP, guardado en su funda y apoyado junto a un radiador. Pero los agentes no se lo llevaron en los primeros registros; aseguran que no lo vieron. Cuando apareci¨®, a finales de diciembre de 2013, el instructor concluy¨® que hab¨ªa estado escondido y encarg¨® que se inspeccionase para saber si hab¨ªa sido manipulado.
El port¨¢til de Basterra ten¨ªa un disco duro de 66,8 gigas de los que 40,2 aparecieron ocupados. Con ayuda de un programa especial, los inform¨¢ticos pudieron recuperar 579.235 archivos que hab¨ªan sido eliminados, pero no lograron conocer la fecha en la que hab¨ªan sido borrados. Hoy han reconocido que consiguieron localizarlos porque, en realidad, "nunca fueron eliminados del todo", sino solo "en apariencia". Es lo que suele ocurrir con los "usuarios normales" cuando borran documentos, que no cuentan con "el programa adecuado para eliminar de manera segura", han explicado.
No obstante, el lunes de la semana pasada, otro agente de A Coru?a, el encargado de examinar despu¨¦s estos archivos recuperados, admiti¨® que en el port¨¢til del padre de Asunta hab¨ªa probablemente casi otros tantos archivos que no hab¨ªan sido borrados. En todo caso, en las conclusiones de un informe elaborado durante la investigaci¨®n por la Guardia Civil se dec¨ªa que, entre todo el material repescado de la memoria interna (los archivos aparentemente borrados y los que no) no se hab¨ªa "encontrado ninguna informaci¨®n relacionada con los hechos investigados", en concreto, nada que tuviese que ver "con f¨¢rmacos".
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