Momentos estelares del Congreso (I)
De la Ley de Amnist¨ªa al "V¨¢yase, se?or Gonz¨¢lez", un repaso a algunos de los debates imprescindibles del Parlamento de la democracia
14/10/1977 - LA LEY DE AMNIST?A
Las Cortes consagran la reconciliaci¨®n nacional
La cr¨®nica de EL PA?S. Un aplauso largo, vibrante e intenso salud¨® ayer en el hemiciclo del Congreso de Diputados la aprobaci¨®n de la ley de amnist¨ªa, que, aunque con algunas limitaciones, coloca una piedra definitiva para la reconciliaci¨®n entre vencedores y vencidos de la guerra y la posguerra espa?ola. S¨®lo un grupo parlamentario, Alianza Popular, se abstuvo de aplaudir, tras haberse abstenido. En el banco azul, todos los miembros del Gobierno aplaudieron ampliamente. El vicepresidente primero y ministro de la Defensa, teniente general Guti¨¦rrez Mellado, de pie junto al presidente Su¨¢rez, aplaudi¨® durante unos segundos y volvi¨® a hacerlo cuando observ¨® las miradas y las c¨¢maras fotogr¨¢ficas pendientes de su actitud. Junto a los perfiles de reivindicaci¨®n permanente de las fuerzas de la oposici¨®n y de la izquierda, la amnist¨ªa aprobada significa un reforzamiento de la pol¨ªtica de pacto promovida desde La Moncloa. Con la amnist¨ªa posible de UCD, Adolfo Su¨¢rez redondea su oferta de credibilidad a las fuerzas de la izquierda, a la vez que deja al descubierto su flanco d¨¦bil: la falta de respaldo de determinados sectores del Ej¨¦rcito a su pol¨ªtica. La proposici¨®n de ley fue aprobada por 296 votos favorables, dos en contra, dieciocho abstenciones y un voto nulo.
La frase. Marcelino Camacho, que pas¨® preso cerca de un a?o en la prisi¨®n de Carabanchel durante el franquismo, fue el portavoz del PCE en el debate: ¡°Nosotros consider¨¢bamos que la pieza capital de esta pol¨ªtica de reconciliaci¨®n nacional ten¨ªa que ser la amnist¨ªa. ?C¨®mo podr¨ªamos reconciliarnos los que nos hab¨ªamos estado matando los unos a los otros si no borr¨¢bamos ese pasado de una vez para siempre?¡±.
El momento. La postura de Alianza Popular, renuente a la amnist¨ªa, fue defendida por el ¨²ltimo ministro de la Presidencia del franquismo, Antonio Carro: ¡°Con la aprobaci¨®n de esta nueva, de esta en¨¦sima amnist¨ªa, mucho me parece que estamos desliz¨¢ndonos por el plano inclinado del menosprecio de las leyes, del desgobierno y, en fin, de la anarqu¨ªa¡±, dramatiz¨®. La derecha se colocaba as¨ª ¡°objetivamente en disposici¨®n para una posible regresi¨®n pol¨ªtica¡±, escrib¨ªa Bonifacio de la Cuadra en El Pa¨ªs. En la tribuna estuvieron presentes exmilitares de la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica a pesar de que la Ley de Amnist¨ªa no les alcanzaba.
31/10/1978 - PLENO DE APROBACI?N DE LA CONSTITUCI?N
AP vota en todas las direcciones
La votaci¨®n. 326 votos a favor; 6 en contra; 13 abstenciones.
La cr¨®nica de EL PA?S. El Congreso de los Diputados aprob¨® masivamente el definitivo proyecto de Constituci¨®n, que ser¨¢ sometido a refer¨¦ndum de los espa?oles. En la votaci¨®n no hubo grandes sorpresas. La mayor expectaci¨®n la concitaron el PNV (que se abstuvo) y AP, que produjo votos para cada opci¨®n (ocho afirmativos, cinco negativos y tres abstenciones). Los discursos de explicaci¨®n de voto no tuvieron un nivel adecuado al momento hist¨®rico, excepto tal vez el de Joan Revent¨®s. El inter¨¦s de la sesi¨®n plenaria de ayer trascend¨ªa del hecho constituyente y se proyectaba hacia la coyuntura pol¨ªtica posconstitucional, sobre cuyo devenir nadie arroj¨® demasiada luz, aunque s¨ª esperanzados prop¨®sitos.
La frase. Jordi Pujol: ¡°Nosotros, con la ayuda de ese gran instrumento de la Constituci¨®n, conseguiremos lo que les dec¨ªa: consolidar la democracia, marchar adelante en el camino de la justicia y estructurar definitivamente Espa?a, de acuerdo con la realidad de sus diversas regiones y diversas nacionalidades¡±. El portavoz de la Minor¨ªa Catalana dio su apoyo a ¡°una Constituci¨®n que se ha basado sobre la generosidad de muchos¡±. ¡°Todos hemos cedido y todos hemos conquistado algo¡±.
El momento. Francisco Letamend¨ªa (Euskadiko Ezkerra), quien ya hab¨ªa expresado su no a la Constituci¨®n con un tono seco y duro, al t¨¦rmino de la intervenci¨®n del portavoz peneuvista Xabier Arzallus grit¨®: ¡°?Mal, muy mal!¡±, mientras pateaba su esca?o. Ocho d¨ªas despu¨¦s, Letamend¨ªa dimit¨ªa como diputado desde la tribuna tras gritar con el pu?o en alto ¡°Gora Euskadi askatuta¡± (foto). En 1979 volver¨ªa al Congreso como diputado de HB.
22/6/1981 - EL CONGRESO APRUEBA LA LEY DEL DIVORCIO
El matrimonio de UCD se rompe
La cr¨®nica de EL PA?S. El Pleno del Congreso de los Diputados aprob¨® ayer, en una tumultuosa sesi¨®n, el proyecto de ley de Divorcio. Se rechazaron casi todas las enmiendas importantes introducidas por el Senado, entre ellas la vigencia del art¨ªculo 87, m¨¢s conocido como cl¨¢usula de dureza, es decir, la posibilidad del juez para denegar el divorcio. Su supresi¨®n motiv¨® que en UCD se volviera a hablar ayer tarde de ruptura interna y ?scar Alzaga, dirigente del sector democristiano, termin¨® la sesi¨®n anunciando a los periodistas su decisi¨®n de solicitar ¡°hoy mismo al presidente del Gobierno¡± la dimisi¨®n del actual ministro de Justicia, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez.
La votaci¨®n. Tras 17 meses de discusi¨®n legislativa, la ¨²ltima votaci¨®n en el Congreso, referente a una cl¨¢usula que hab¨ªa incluido el Senado para que los jueces tuvieran la ¨²ltima palabra en los divorcios, arroja este resultado: 162 diputados votan a favor de su supresi¨®n, 128 en contra y siete en blanco. Estas cifras denotan que, por lo menos, los votos de treinta diputados de UCD se fugaron y se unieron a los de la izquierda.
Las frases. ¡°Ya hemos visto que en esta C¨¢mara hay una mayor¨ªa natural, pero, de signo progresista¡±, declar¨® el diputado socialista Javier Solana. Para Manuel Fraga (AP), se trataba de una simple coincidencia: ¡°Las mayor¨ªas naturales son otras y muy distintas¡±. El democristiano Fernando ?lvarez de Miranda: ¡°La unidad de UCD es una farsa. Podemos ser una coalici¨®n, pero nunca un partido. Los modelos de sociedad que tenemos los democristianos y los socialdem¨®cratas son demasiado distintos¡±.
El momento. El ministro de Justicia, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, abandon¨® el hemiciclo a mitad de la sesi¨®n, nada m¨¢s terminar el debate sobre el divorcio, porque cumpl¨ªa 51 a?os. ¡°Y me voy a celebrarlo con mi mujer, con la que, por cierto, llevo casado desde hace mucho tiempo¡±. Una fidelidad que tuvo su contrapunto en pol¨ªtica. Ordo?ez, ministro de UCD con Su¨¢rez y Calvo Sotelo, ser¨ªa luego titular de Exteriores con el Gobierno socialista Felipe Gonz¨¢lez.
6/10/1983 - LA DESPENALIZACI?N DEL ABORTO
A¨²n hubo que esperar dos a?os m¨¢s
La cr¨®nica de El Pa¨ªs. El Pleno del Congreso de los Diputados aprob¨® ayer el proyecto de ley que despenaliza tres supuestos de interrupci¨®n voluntaria del embarazo: cuando peligre la vida de la madre, en casos de violaci¨®n, y cuando el feto presente malformaciones. Al Grupo Parlamentario Socialista, que necesitaba la mitad m¨¢s uno de los votos de la C¨¢mara, le sobraron 10 papeletas, ya que cont¨® con 186 favorables (los socialistas y de tres diputados de la Minor¨ªa Catalana), 109 en contra y cuatro abstenciones (los comunistas entre ellos). La disciplina interna que mostraron los grupos parlamentarios a la hora de votar y las ausencias registradas, m¨¢s de cincuenta, convirtieron la votaci¨®n en un acto fr¨ªo y rutinario, que contrastaba con los incidentes protagonizados por polic¨ªa y feministas a las puertas del hemiciclo. Los grupos feministas criticaban la no gratuidad de las intervenciones m¨¦dicas.
La frase. ¡°Ser¨¢ el Tribunal Constitucional quien nos d¨¦ la raz¨®n¡±. El diputado del Grupo Popular que intervino en el debate Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Gallard¨®n anunci¨® un recurso ante el Tribunal Constitucional. Con ello, consigui¨® retrasar dos a?os la entrada en vigor de la reforma. Pero no lograron que el tribunal les diera la raz¨®n.
Los momentos. Las 20 diputadas que se hallaban presentes en la C¨¢mara repartieron sus votos de la siguiente manera: las 16 socialistas lo hicieron a favor; dos del Grupo Popular, en contra; y otras dos de la Minor¨ªa Vasca, tambi¨¦n en contra. El Grupo Popular vot¨® disciplinadamente en contra del proyecto de ley, y la ¨²nica incidencia que se registr¨® fue la protagonizada por Carlos Ruiz Soto, m¨¦dico y uno de los m¨¢s fervientes opositores al proyecto. Al ser citado para que emitiera su voto, convirti¨® este en una consigna, y grit¨®: ?No al aborto! S¨®lo un diputado del PSOE pidi¨® votar en conciencia, pero fue convencido por su compa?ero Antonio Sotillo de que deb¨ªa votar a favor.
3/11/1983 - DEBATE DE LAS MEDIDAS CONTRA EL TERRORISMO
El d¨ªa que Fraga aplaudi¨® a Gonz¨¢lez
La cr¨®nica de El Pa¨ªs. La sesi¨®n informativa sobre el terrorismo celebrada ayer en el Congreso de los Diputados, estuvo llena de sobreentendidos que, de alguna manera, evidenciaban un consenso casi generalizado en torno a las medidas antiterroristas insinuadas pero no precisadas por el presidente Felipe Gonz¨¢lez. Las posibles resoluciones contra medios informativos que hagan apolog¨ªa del terrorismo, una eventual ilegalizaci¨®n de algunos de los partidos que componen la coalici¨®n abertzale Herri Batasuna y, sobre todo, una posible puesta en marcha de t¨¢cticas de guerra sucia, flotaron sobre la sesi¨®n. S¨®lo el miembro del Grupo Mixto y dirigente de Euskadiko Ezkerra, Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, y, en menor medida, el comunista Santiago Carrillo criticaron algunas de las medidas citadas por Gonz¨¢lez, elogiosamente valoradas por el diputado de la Coalici¨®n Popular Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Gallard¨®n como ¡°medidas de excepci¨®n¡±.
La frase. Felipe Gonz¨¢lez: ¡°El Gobierno no va a aceptar ni el chantaje ni la negociaci¨®n en ning¨²n caso con las bandas terroristas. Que no les quede la m¨¢s m¨ªnima esperanza de que puedan extorsionar a las instituciones representativas del Estado de derecho. Mantendremos, por consiguiente, esa posici¨®n para que se anule, se suprima cualquier resquicio de expectativa en una negociaci¨®n de la que muchas veces se habla¡±.
El momento. Manuel Fraga, l¨ªder de Alianza Popular, inici¨® el aplauso que la oposici¨®n cuando Felipe Gonz¨¢lez rechaz¨® expl¨ªcitamente cualquier negociaci¨®n con los terroristas. Fraga solicit¨®, sin citar expresamente a esta coalici¨®n, la ilegalizaci¨®n de Herri Batasuna, y un nada expl¨ªcito apoyo a la guerra sucia: ¡°El terrorismo es el que hace la m¨¢s sucia de las guerras. Nosotros pensamos que es buena la pol¨ªtica de no dejar vivir tranquilos a quienes hacen la apolog¨ªa del terrorismo¡±.
23/10/ 1984 - II DEBATE DEL ESTADO DE LA NACI?N
A la OTAN
La cr¨®nica de EL PA?S. Gonz¨¢lez sorprendi¨® a los grupos de la oposici¨®n al invitarles a conseguir un consenso sobre defensa nacional, que incluya la permanencia en la OTAN y la disminuci¨®n de la presencia militar estadounidense en Espa?a. La propuesta fue acogida, globalmente, de forma positiva, pero el jefe de la oposici¨®n conservadora, Manuel Fraga, eludi¨® dar una respuesta. Felipe Gonz¨¢lez expuso p¨²blicamente, por primera vez, su opini¨®n de que Espa?a debe continuar dentro de la Alianza aunque sin integrarse en su estructura militar y reducir la presencia militar de EE UU. Anunci¨®, en este sentido, que el refer¨¦ndum sobre esa cuesti¨®n se celebrar¨¢ antes de finalizar febrero de 1986.
(En el refer¨¦ndum, el 52,5% de los votantes apoy¨® la permanencia de Espa?a en la OTAN, frente al 39,8% que vot¨® no. El no triunf¨® en Catalu?a, Navarra, Pa¨ªs Vasco y Canarias).
Las frases. ¡°Espa?a, en cuanto Estado que forma parte del Tratado de Washington, pertenece a la Alianza Atl¨¢ntica y participa de los ?rganos de la Alianza. En mi opini¨®n, ¨¦ste es un punto de partida inexcusable, el estatus actual, para nuestro di¨¢logo pol¨ªtico y con probabilidad de que sea el que mayor grado de consenso hipot¨¦tico comporte. Por consiguiente, estar¨ªa, si ello es as¨ª, por la no denuncia del Tratado¡±.
El momento. Los golpes bajos (seg¨²n definici¨®n de un diputado Miquel Roca, de la Minor¨ªa Catalana) entre Felipe Gonz¨¢lez y Manuel Fraga. Gonz¨¢lez: ¡°Cuando el se?or Fraga dice ahora que los ciudadanos se sienten menos protegidos en sus derechos y libertades que antes, ?a qu¨¦ ¨¦poca se refiere el se?or Fraga?¡±. Y ante el conato de esc¨¢ndalo que crec¨ªa en la C¨¢mara, apenas reprimido por el presidente de la misma, Gregorio Peces-Barba, Gonz¨¢lez agreg¨® de inmediato que, naturalmente, ni se le hab¨ªa ocurrido referirse a la ¨¦poca en que el se?or Fraga era ministro de Gobernaci¨®n con Franco.
Fraga replic¨®: ¡°No me averg¨¹enzo de nada de lo que he hecho por Espa?a en mi vida, ni creo que la Constituci¨®n, en cuya elaboraci¨®n hemos participado, pretenda dividir a los espa?oles entre los de antes y los de ahora¡±. Gonz¨¢lez se vio forzado a puntualizar, ante esta muestra de indignaci¨®n de su oponente, que Espa?a tiene mucho que agradecer a Manuel Fraga por cuanto ha incluido a muchos espa?oles dentro del marco de la Constituci¨®n. En cualquier caso, este reconocimiento no pareci¨® ser del agrado del l¨ªder conservador.
14/11/1991 - LA LEY DE SEGURIDAD CIUDADANA
La puerta de Corcuera ¡°sale zumbando¡±
La cr¨®nica de El Pa¨ªs. El proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana fue aprobado en el Congreso de los Diputados con 187 votos a favor, 107 en contra y una abstenci¨®n. Dieron su voto al pol¨¦mico texto los Grupos Socialista, Catal¨¢n y Vasco, mientras PP, IU, CDS, EA y EE votaban en contra. El debate termin¨® al anochecer con una bronca a base de pateos y abucheos entre los grupos socialista y popular a prop¨®sito de la ¨²ltima intervenci¨®n del ministro del Interior, Jos¨¦ Luis Corcuera, y de una referencia de Federico Trillo a Alfonso Guerra. (Dos a?os m¨¢s tarde el Tribunal Constitucional anulaba el precepto de la ley de Protecci¨®n de la Seguridad Ciudadana por el que se permit¨ªa a los polic¨ªas entrar y registrar un domicilio sin autorizaci¨®n del juez cuando persiguen delitos de narcotr¨¢fico).
La frase. Jos¨¦ Luis Corcuera, ministro de Interior: ¡°Esta simplificaci¨®n ha llevado a que no s¨®lo se conozca esta ley como la ley de la patada en la puerta, sino a que se siga utilizando lo de la patada en la puerta. ?Si yo no quiero que peguen una patada en la puerta! Perd¨®n; si no es necesario. Porque debo decirles que, cuando es necesario, no se hace con patada en la puerta; no se hace as¨ª. Los TEDAX los GEOS y los GOES han establecido procedimientos t¨¦cnicos que son una maravilla, sale la puerta zumbando. ?Entienden ustedes? No hay que pegar una patada en la puerta".
El momento. Tras nueve horas de discusi¨®n, la tensi¨®n estall¨® en acusaciones de indignidad, pateos, abucheos, aplausos y cruce de gritos desencadenados por un ataque frontal del portavoz popular Federico Trillo a Alfonso Guerra. Trillo se refiri¨® a Guerra como "difamador" y el n¨²mero dos del PSOE dijo lamentar que el PP no tuviera ¡°alguien con m¨¢s alta catadura moral¡±. La trifulca tuvo su origen en el comentario de Corcuera que afirm¨® que al menos dos diputados del PP le hab¨ªan dicho que estaban de acuerdo con el proyecto de Ley de Seguridad. Trillo, visiblemente airado, subi¨® al estrado y dijo que cre¨ªa que ¡°la insinuaci¨®n, la difamaci¨®n y la maledicencia¡± hab¨ªan desaparecido del actual Gobierno tras la salida del mismo de Alfonso Guerra. Guerra hab¨ªa dimitido en enero de ese a?o tras el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n y tr¨¢fico de influencias en que se vio involucrado su hermano Juan.
19/4/1994 - DEBATE DEL ESTADO DE LA NACI?N GONZ?LEZ-AZNAR
¡°V¨¢yase, se?or Gonz¨¢lez¡±
La cr¨®nica de El Pa¨ªs. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se emple¨® ayer a fondo en el acoso a Felipe Gonz¨¢lez, pero ¨¦ste dej¨® claro que no tiene intenci¨®n de dimitir por los casos de corrupci¨®n que han puesto en entredicho su gesti¨®n (como los del exdirector de la Guardia Civil, Luis Rold¨¢n, o el exgobernador del Banco de Espa?a, Mariano Rubio). En sus planes est¨¢ terminar la legislatura, que s¨®lo lleva nueve meses, claramente en contra de las pretensiones del presidente del Partido Popular, quien ayer le emplaz¨® a renunciar ante el Rey y a proponer en su lugar a un miembro del PSOE. ¡°V¨¢yase" fue su consejo en la primera jornada del debate sobre el estado de la naci¨®n. ¡°Es usted¡±, concluy¨® Aznar dirigiendo la mirada hacia el asiento de Gonz¨¢lez, ¡°el responsable de haber contribuido a crear el m¨¢s irrespirable clima moral de nuestra historia reciente¡±. El l¨ªder de IU, Julio Anguita, tambi¨¦n le pidi¨® que hiciera las maletas.
La frase. Felipe Gonz¨¢lez: ¡°Quiero fijar la posici¨®n del Gobierno ante las denuncias de corrupci¨®n que han aparecido en las ¨²ltimas semanas creando un clima de gran preocupaci¨®n en la opini¨®n p¨²blica. El Gobierno, asumiendo plenamente sus responsabilidades, considera imprescindible hacer frente a estos problemas y restaurar la confianza social. Lo que es cierto es que vivimos ese clima de desconfianza, incluso el riesgo de desafecci¨®n frente a los valores democr¨¢ticos que debilitan la capacidad para resolver los desaf¨ªos de la crisis¡±. Sobre Mariano Rubio: ¡°Me considero directamente concernido por ¨¦l al haber propuesto su nombramiento y haber apoyado hace dos a?os la honorabilidad del exgobernador con ocasi¨®n de la crisis de Ibercorp¡±
El momento. El l¨ªder conservador, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, fue jaleado con entusiasmo por su grupo, en tanto que Gonz¨¢lez pidi¨® a los suyos que mantuvieran el silencio y no le aplaudieran para que quedara patente que el ruido s¨®lo ven¨ªa de los bancos de la derecha. Esto no siempre se logr¨®, ya que los socialistas abuchearon cuando desde el PP se llamaba a Gonz¨¢lez "embustero" o "caradura".
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