Pueblos sin ¡®sheriff¡¯
La Vall d¡¯Alcal¨¤, como otras miles de peque?as localidades , carece de fuerzas de seguridad cercanas y vive con el temor a los asaltos
La Vall d' Alcal¨¤ es uno de los 3.880 pueblos de Espa?a que tienen menos de 500 habitantes y no cuenta con cuartel de la Guardia Civil ni polic¨ªa local. Con la autoridad a 35 minutos de distancia y solo 14 guardias civiles para vigilar en un ¨¢rea de 170 kil¨®metros cuadrados, La Vall d'Alcal¨¤, en la zona interior de Alicante, es un caramelo para ladrones y delincuentes, y muchos de sus vecinos tienen miedo. El bar del polideportivo posee el r¨¦cord de robos, cinco en los ¨²ltimos tres a?os, y hace tres semanas le toc¨® de nuevo al camping, la tercera vez en cinco meses. El asalto m¨¢s sonado, sin embargo, coincidi¨® con el cierre de las fiestas patronales, el pasado 16 de agosto, cuando el mism¨ªsimo Ayuntamiento fue desvalijado unas horas despu¨¦s de que el investigador Manel Arcos presentara en la plaza del pueblo un libro sobre el bandolerismo en la Marina Alta en el siglo XIX.
Fue de madrugada, despu¨¦s de un acto cultural que acab¨® con cena, bebida y baile. Los ladrones forzaron las dos puertas del Consistorio con una palanca, se llevaron 300 euros y cargaron con la caja fuerte, una mole de 300 kilos. "La transportaron en un remolque, tambi¨¦n robado en un garaje, pero pesaba tanto que se les cay¨® en una pendiente y no la pudieron levantar", cuenta el alcalde, Pablo Mart¨ªnez, del PSOE. El cuerpo del delito fue encontrado en plena calle por un vecino a las siete de la ma?ana. Al menos por esta vez, los 500 euros y el libro del siglo XVIII que conten¨ªa la caja se salvaron.
La Vall d'Alcal¨¤, en la zona interior de Alicante, es un caramelo para ladrones y delincuentes, y muchos de sus vecinos tienen miedo. El bar del polideportivo posee el r¨¦cord de robos, cinco en los ¨²ltimos tres a?os
El Ayuntamiento ya hab¨ªa sido desplumado antes. En 2013 los cacos entraron utilizando el mismo m¨¦todo y se llevaron el ordenador del alcalde, entonces Juan Jos¨¦ Sendra, del PP. "Estamos dejados de la mano de Dios", resume Francisco Verd¨², de 39 a?os, que lleva ocho trabajando en el bar del polideportivo y asegura que muchas veces siente ganas de marcharse: "Cada vez que vengo por las ma?anas y abro la puerta tengo miedo. Esto no es trabajar, es padecer, uno est¨¢ inseguro todo el tiempo".
Amparo Alemany, que preside la asociaci¨®n de jubilados de la localidad, lo confirma: "Aqu¨ª se han metido en varias casas. A una se?ora que ya muri¨®, una vez le entraron cuando ella estaba dentro. Los ladrones le amenazaron con que si denunciaba, volver¨ªan a despellejarla. La pobre no dorm¨ªa".
A La Vall d' Alcal¨¤ se llega por una carretera de monta?a llena de curvas y repechos que acaricia la sierra de Forad¨¢. En la localidad viven 183 habitantes, en su mayor¨ªa jubilados, distribuidos en dos n¨²cleos poblacionales, Alcal¨¤ de la Jovada, el m¨¢s grande, y Beniaia, donde solo viven 10 familias. Vicente Bad¨ªa es uno de los vecinos de este ¨²ltimo y cuenta que hace no mucho robaron un kil¨®metro de cable de tel¨¦fono y estuvieron un mes incomunicados. "El abandono que tenemos de las autoridades y los pol¨ªticos es total. La ambulancia tarda una hora y media en llegar, hace a?os inauguraron una parada del autob¨²s y en la vida ha llegado uno... Y no hay ninguna seguridad. Cada vez que llamas a la Guardia Civil tarda una o dos horas en venir, y algunas patrullas no saben ni llegar".
¡°Cada vez que vengo por las ma?anas y abro la puerta tengo miedo. Esto no es trabajar, es padecer, uno est¨¢ inseguro todo el tiempo¡±, dice uno de los vecinos robados
El cuartel m¨¢s cercano es el de Pego, que atiende a ocho pueblos de la zona y una poblaci¨®n total de 13.000 habitantes. M¨¢s de 10.500 est¨¢n en Pego, y el resto repartidos en peque?os municipios como La Vall d¡¯Alcal¨¤. El cuerpo armado local admite a los vecinos que es imposible estar en todos los lados y llegar a tiempo a las localidades m¨¢s alejadas, pues solo con las incidencias que ocurren en el principal n¨²cleo de poblaci¨®n apenas se da abasto. De cualquier forma, indican, se roba m¨¢s en los pueblos grandes que en las peque?as localidades.
"Una cosa es la percepci¨®n subjetiva de la persona que ha sido objeto de un delito y su sensaci¨®n de inseguridad, y otra la realidad: Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s seguros de Europa", aseguran desde la central de la Guardia Civil.
Seg¨²n datos de la Generalitat, en la Comunidad Valenciana hay m¨¢s de 200 peque?os pueblos que carecen de cuartel, como La Vall d' Alcal¨¤. En Espa?a, donde hay 8.122 municipios, el 48% no supera los 500 habitantes y el 14% no llega a los 100, mientras la Guardia Civil posee 1.969 puestos territoriales para atender todas las demarcaciones bajo su jurisdicci¨®n, que abarcan el 83,14% del territorio nacional. "No se trata solo del problema de la inseguridad y de la falta de transporte p¨²blico o de ambulancia. El m¨¦dico solo pasa consulta dos horas a la semana. ?C¨®mo quieren que la gente no se marche si no se nos dan servicios ni se invierte en los pueblos del interior?", dice el alcalde de La Vall d¡¯Alcal¨¤.
Lo mismo piensa el de Alcolega, Francisco Miguel Fenollar, que denuncia el mismo abandono en su municipio, de 200 habitantes. "Hace dos a?os asaltaron una casa y su due?a amaneci¨® muerta, amarrada a una silla. Los delincuentes roban con total impunidad", se?ala. El alcalde va m¨¢s all¨¢: "Como no hay orden p¨²blico, aqu¨ª cada cual hace lo que le da la gana. Pr¨¢cticamente son pueblos sin ley. Un d¨ªa vino un cami¨®n y tir¨® 400 neum¨¢ticos viejos en nuestro t¨¦rmino municipal como si fuera un basurero, y no pasa nada".
Fenollar preside la mancomunidad de Xarpolar, que aglutina a 27 pueblos de la zona. Su objetivo es sufragar la recogida de basura y la asistencia social, pero tambi¨¦n desarrollar el turismo rural. Para Pablo Mart¨ªnez esto es importante. "Hay que crear fuentes de riqueza para que la gente se quiera quedar", dice. Piensa proponer a otros ayuntamientos la creaci¨®n de un servicio de vigilancia privado. De momento, por si acaso, en La Vall d'Alcal¨¤ la caja fuerte ha sido empotrada en una pared de la iglesia.
Una base militar despiezada
A 40 minutos de La Vall d¡¯Alcal¨¢ esta la antigua base norteamericana de Aitana, en la sierra del mismo nombre, abandonada por el Ministerio de Defensa hace ocho a?os. Los edificios principales de la instalaci¨®n se encuentran hoy en estado deplorable, y el alcalde de Alcolega, Francisco Miguel Fenollar, pone su situaci¨®n como ejemplo del olvido y dejadez de las autoridades hacia los pueblos del interior de Espa?a. Cuando el Ministerio de Defensa desactiv¨® la base, Fenollar propuso darle utilidad y crear en ella una residencia para la tercera edad (no hay ninguna en la zona) o un albergue para fomentar el turismo rural, una de las grandes necesidades de la zona debido a la elevada tasa de paro en la regi¨®n. "No hubo respuesta, y ahora ya es irrecuperable", asegura. El vandalismo y los robos de materiales llevaron al complejo militar en un tiempo r¨¦cord a una absoluta degradaci¨®n. "Fueron las instituciones las que lo permitieron pese a sus grandes posibilidades de uso p¨²blico".
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