El osito que quer¨ªa ser caballo
La familia de una ni?a de 5 a?os con par¨¢lisis cerebral edita un cuento sobre el deporte que le ayuda a ganar movilidad, el ajedrez, para recaudar fondos para su tratamiento
Un oso de peluche trata de abrirse paso entre el disciplinado s¨¦quito de peones que flanquean las torres. Ante la Reina alza una pancarta para reivindicarse como sustituto del caballo extraviado en la ¨²ltima batalla. En un juego reglado al mil¨ªmetro como el ajedrez, las normas no dejan lugar a dudas: ese ser peludo, blando y con aspecto bondadoso desentona en el paisaje de cuadr¨ªculas blanco y negro. Sin embargo, para Maia, una ni?a vitoriana de cinco a?os que naci¨® con par¨¢lisis cerebral, representa el movimiento. La segunda oportunidad del osito es su segunda oportunidad.
Maura Verastegui es la madre de Maia, y la an¨¦cdota del oso es ver¨ªdica. Ocurri¨® las pasadas Navidades, y es el detonante de un proyecto solidario que pone en valor la diversidad y la inclusi¨®n. El caballo se escap¨® del tablero, y se extravi¨®. Ante tal adversidad no se les ocurri¨® mejor idea que poner en su lugar a un osito de peluche. Ese oso, que en la p¨¢gina web del proyecto aparece con una pancarta en la que reivindica su anhelo de ser un caballo, es el protagonista del foto-cuento que ha elaborado la familia para recabar fondos con los que financiar las terapias de ayuda. Maia es una de las m¨¢s de 120.000 personas con par¨¢lisis cerebral en Espa?a, una dolencia que sufren casi una de cada 500 personas. Es una dolencia que afecta sobre todo a ni?os y cuyos s¨ªntomas solo pueden ser tratados con fisioterapia, logopedia, apoyos educativos y terapia ocupacional.
El ajedrez, en ese contexto, le est¨¢ resultando beneficioso a la ni?a. Es un juego en el que la paciencia se convierte en crucial y a ella le sobra. A cada movimiento del adversario le sigue una meditada decisi¨®n. Obliga a reponerse tras un error y no rendirse, no al menos, hasta o¨ªr el jaque mate. Maura admite que los inicios, en su caso, fueron complicados, ¡°empec¨¦ con terapias pero me olvid¨¦ de ser madre¡±, y cuando se despoj¨® de ese estr¨¦s, ¡°Maia empez¨® a mejorar¡±. Acto seguido dibujaron y redactaron entre ambas El Oso que quer¨ªa ser Caballo. Un cuento diferente.
Ocupar las casillas centrales
El ajedrez estimula su desarrollo intelectual, y mejora su capacidad de comunicaci¨®n con el objetivo de lograr un mayor nivel de autonom¨ªa. Hace a?os pidi¨® dinero para financiar la compra de un andador pero esta vez ha preferido dar algo a cambio ¡°porque no estoy aqu¨ª para pedir¡±, concluye. Elude lamentarse, pero hace hincapi¨¦ en los obst¨¢culos que se encuentra en su particular partida.
Por un lado, est¨¢n los altos precios que tienen los productos ortop¨¦dicos. ¡°Creo que la Sanidad p¨²blica deber¨ªa controlar a las ortopedias¡±, demanda, ¡°no hablo de los negocios de barrio que nos ayudan un mont¨®n, me refiero a los fabricantes¡±. Pone como ejemplo una silla de metal que Maia utiliza como apoyo para andar por casa: cost¨® 1.800 euros. Por otro lado, menciona las trabas burocr¨¢ticas que ralentizan cada movimiento y que, de alguna manera, merman los derechos que tienen reconocidos por tener a su cargo a una persona con una dependencia regulada por la ley.
Sus amigos del Museo Picasso de M¨¢laga le est¨¢n ayudando
¡°El poco tiempo que tenemos lo perdemos en hacer gestiones para que nos den, por ejemplo, la subvenci¨®n de los pa?ales, ?por qu¨¦ no existe la figura del ¡®facilitante¡¯ del Gobierno?¡±, imagina. El cuento solidario es el ¨²ltimo reto que tiene entre manos esta familia vitoriana que, al contrario de la actitud de la administraci¨®n, agradece a todos los que se han volcado con ellos. Desde las compa?eras de trabajo de Maura en el museo Picasso hasta amigos y familiares que dej¨® en la ciudad andaluza, ¡°aunque parece que est¨¢n lejos, est¨¢n apoy¨¢ndonos much¨ªsimo¡±. A trav¨¦s de la plataforma Verkami quien lo desee puede poner su granito de arena, hacer su aportaci¨®n desde tres euros y recibir¨¢ el libro en su casa.
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