Primera causa: Palestina
Manuel Jabois hace su particular deconstrucci¨®n del l¨ªder de IU - Unidad Popular, Alberto Garz¨®n
¡ª Es un art¨ªculo sobre el despertar sexual de los candidatos. Queremos hablar con todos para que nos lo cuenten.
¡ª ?C¨®mo?
¡ª Ideol¨®gico, perd¨®n, el despertar ideol¨®gico. Si lo hubo.
El jefe de prensa de Alberto Garz¨®n coge aire. ¡°Ah, vale¡±. El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno creci¨® en el Rinc¨®n de la Victoria, un peque?o pueblo de M¨¢laga. De su colegio, de la generaci¨®n que creci¨® con ¨¦l, fue el ¨²nico var¨®n que lleg¨® a la Universidad.
¡ª ?Y eso?
¡ª Se incentivaba dejar los estudios. Hablamos de la Costa del Sol y del boom del ladrillo. Hab¨ªa muchas tentaciones. Cuando estudiaba en la universidad p¨²blica con una beca de 350 euros hab¨ªa compa?eros m¨ªos del colegio y del instituto que cobraban 1.800, 2.500, 3.000 euros por trabajar en la construcci¨®n. ?se era el modelo.
Su primera inquietud pol¨ªtica fue a los 15 a?os leyendo noticias y escuchando canciones sobre Palestina. Fue su primera causa. Habla del ¡°genocidio¡± que a su juicio lleva a cabo Israel contra la poblaci¨®n palestina y recuerda la rabia que empez¨® a sentir y que le fue acercando al compromiso de izquierdas. En su adolescencia, con las letras del rap y del punk, fue activ¨¢ndose hasta encontrar a gente que compart¨ªa con ¨¦l un embri¨®n de ideario: protesta, lucha de clases, inconformismo, rep¨²blica.
En la lectura del diario El Mundo dio con alguien que aliment¨® su izquierdismo.
¡ª ?Javier Ortiz! Su columna la devoraba: fue fundamental para m¨ª en aquella ¨¦poca. Lo le¨ªa siempre, siempre me hac¨ªa pensar. Y me enganch¨¦ a su blog, una web que ten¨ªa y en la que colgaba sus textos.
Javier Ortiz escribi¨® durante muchos a?os en El Mundo y m¨¢s tarde en P¨²blico. Falleci¨® en 2009; dej¨® escrito su obituario, que terminaba: ¡°Y todo para acabar con algo tan vulgar como la muerte. Por parada cardio-respiratoria, como queda dicho. En fin, otro puesto de trabajo disponible. Algo es algo¡±.
Garz¨®n era, desde los 16 a?os, fiel lector suyo. Sobre esa edad ley¨® un libro que califica como trascendental: el ensayo No logo, de Naomi Klein, que aborda el impacto de las marcas en la sociedad y la conducta de las multinacionales manipulando al consumidor mientras elabora productos en el Tercer Mundo (por resumirlo much¨ªsimo y penosamente en pocas l¨ªneas; el libro, pese a esta sinopsis, merece la pena).
Alberto Garz¨®n (1985), el m¨¢s joven de los candidatos a las generales del 20-D, se hizo popular pronto en Rinc¨®n de la Victoria: estaba detr¨¢s de huelgas y movilizaciones estudiantiles en el instituto. Cuenta que era el ¨²nico que tomaba la iniciativa y el m¨¢s agitador de su clase. Ayud¨® la influencia de sus padres, los valores y los principios que le trasladaron, si bien ellos nunca fueron militantes ni activistas. A trav¨¦s de las lecturas y de la m¨²sica (Ska-P, Habeas Corpus, Los Muertos de Cristo) empez¨® a acercarse a movimientos antiglobalizaci¨®n y a pensar en el camino para cambiar las cosas: la militancia.
Su verdadero bautizo pol¨ªtico, dice, lleg¨® con la guerra de Irak. Ten¨ªa 18 a?os. Fue entonces cuando se afili¨® a Izquierda Unida y meti¨® la cabeza en manifestaciones. No dej¨® la pol¨ªtica, ni las manifestaciones. Tampoco dej¨® Izquierda Unida.
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