El d¨ªa siguiente del d¨ªa siguiente
Mientras los pol¨ªticos esperan las elecciones ansiosos, la mayor¨ªa de ciudadanos est¨¢n m¨¢s interesados en el Gordo de Navidad
Mientras los pol¨ªticos esperan ansiosos, o nerviosos como le gusta decir a Pablo Iglesias, el d¨ªa 21 para saber qu¨¦ va a ser de sus vidas y de paso de las de 47 millones de ciudadanos, la mayor¨ªa de estos ¨²ltimos est¨¢n m¨¢s interesados en lo que ocurra en la ma?ana del 22, el d¨ªa siguiente del d¨ªa siguiente, cuando los ni?os de San Ildefonso canten el Gordo de Navidad y el resto de premios mayores que pueden cambiar la vida de un buen n¨²mero de espa?oles sin tener que esperar a que las promesas de la campa?a electoral se conviertan en realidad, cosa bastante improbable si echamos un vistazo por el retrovisor para observar nuestra historia reciente.
En estos d¨ªas hay m¨¢s gente esperando conseguir un d¨¦cimo de Do?a Manolita en la madrile?a Gran V¨ªa que en las calles de todo el pa¨ªs por las que pasean los candidatos del nuevo cuatripartidismo que auguran las encuestas y que, en parte, avalan los resultados de los comicios municipales y auton¨®micos del pasado mayo. Pero, como ocurre con los bombos, las urnas est¨¢n guardadas y vac¨ªas y de momento nadie es nuevo rico y ni Rajoy, S¨¢nchez, Rivera ni Iglesias saben qui¨¦n ser¨¢ inquilino de La Moncloa los pr¨®ximos cuatro a?os si es que la legislatura que echar¨¢ a andar a primeros de enero llega a t¨¦rmino.
Si nos guiamos por los mensajes que repiten machaconamente populares, socialistas, ciudadanos y podemitas, ser¨ªa m¨¢s que probable entrar en una fase de provisionalidad que desemboque en unas elecciones anticipadas, pero ya sabemos por experiencia que lo que se dice en campa?a lo barre el viento de la realidad en apenas unas semanas o incluso en unos d¨ªas. Una realidad que viene marcada por los compromisos ineludibles de todo socio de la UE y de los que apenas estamos escuchando nada de quienes prometen rentas m¨ªnimas aseguradas, subidas del salario m¨ªnimo, inyecciones de millones de euros para revitalizar el llamado Estado de bienestar y, c¨®mo no, bajada de impuestos.
Sobre este ¨²ltimo asunto el ¨²nico que ha dicho la verdad, no sabemos si conscientemente en un arranque de sinceridad suprema o porque le traicionaron los nervios en el debate del pasado lunes, es el aspirante del PSOE, cuando afirm¨® que quien hable de bajar impuestos miente y adem¨¢s sabe que miente. Aunque solo fuera por eso, S¨¢nchez merecer¨ªa que desde los centros de poder de su partido arrimaran algo m¨¢s el hombro en lo que queda de campa?a y dejaran de mirar al techo silbando a la espera de que se la pegue para moverle la silla que se gan¨® con todas las de la ley en unas primarias.
Javier Gonz¨¢lez Ferrari es periodista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.