Los debates no se ganan
Los debates no se ganan, porque los debates son para confrontar y compartir ideas, pero no para ganar a quien no opina igual
Lo que se gana son las elecciones. Los debates no se ganan, porque los debates son para confrontar y compartir ideas, pero no para ganar a quien no opina igual. Ganar es una falsificaci¨®n, es dar f¨²tbol por liebre. La televisi¨®n se rige por un sistema de ganadores y perdedores, que es reflejo de una competitividad at¨¢vica, cruel y violenta. Con el objetivo, precisamente, de controlar esta palpable tendencia al salvajismo naci¨® la democracia. Pero ya se fabrican m¨¢s televisores que dem¨®cratas.
Que teniendo como base la televisi¨®n, se decida qui¨¦n gana y qui¨¦n pierde un debate es pura manipulaci¨®n de la libertad de expresi¨®n. La clave, por ejemplo. O la famosa tertulia de S¨¢nchez Drag¨® con Arrabal pidiendo que se hablara del milenarismo. A nadie se le hubiera ocurrido decir con el pijama puesto y entre g¨¢rgaras (y Habidis), que el debate lo hab¨ªa ganado el soci¨®logo franc¨¦s de la corbata ancha o el neohel¨¦nico Antonio L¨®pez Campillo. Un debate es un acto colectivo, por lo menos, plural. Dos no se debaten si uno no quiere (de esto sabe mucho Rajoy). Un debate no se gana ni se pierde como no se gana ni se pierde leyendo. Se piensa y se aprende. Un debate tiene lugar entre todos, y no unos contra otros, pues as¨ª ya no hay debate sino una carrera de motos. En todos los sentidos estamos cada vez m¨¢s cerca de Ahora caigo que de La clave. Pero si hasta en Saber y ganar, que es al fin y al cabo otro concurso (donde saber va delante de ganar), ?se evita tratar a los participantes de ganadores y perdedores!
Un debate se gana o se pierde en una sociedad donde las discusiones se resuelven a bastonazos. Se puede tener mucha raz¨®n o no tener demasiada, se puede estar bien, incluso se puede estar mejor, o se puede estar mal (y hasta se puede no estar); pero nada de eso da derecho a ganar ni condena a perder. Marcar goles no es tener raz¨®n. (Que el l¨¦xico y las met¨¢foras del f¨²tbol est¨¦n reemplazando a la terminolog¨ªa pol¨ªtica tiene que ver con todo esto: con el salvajismo). A lo largo de nuestra historia se ha debatido y se ha votado poco. Durante muchos a?os, aqu¨ª se vio votar m¨¢s en Eurovisi¨®n que en las urnas. Claro, que tenemos un antes donde la gente votaba para liberarse de las cadenas. Eran otras cadenas. Ahora ya llevamos demasiadas ma?anas, tardes, noches enteras de cadenas de televisi¨®n, demasiado tel¨¦fono al que mandar un SMS para decir s¨ª o no. Se votan montones de majader¨ªas en la tele. Votar est¨¢ dejando de ser un derecho para ser s¨®lo un momento del Gran Hermano. Cosa de ganadores y perdedores.
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