Allende en el tocadiscos
El candidato del PSOE tom¨® conciencia pol¨ªtica en casa y creci¨® escuchando los discursos del presidente socialista chileno, Salvador Allende
El candidato del PSOE tom¨® conciencia pol¨ªtica en casa y creci¨® escuchando los discursos del presidente socialista chileno, Salvador Allende.
Al candidato socialista a La Moncloa le vino a ver la izquierda pronto, a los 12 a?os. Fue entonces, cuenta a EL PA?S, cuando empez¨® a tomar conciencia de la ¡°enorme injusticia que se hab¨ªa perpetrado contra generaciones durante el franquismo¡±. Pedro S¨¢nchez Castej¨®n (Madrid, 1972) resolvi¨® su ideolog¨ªa por inercia familiar, como sus rivales electorales. La atm¨®sfera en casa condicion¨® su compromiso pol¨ªtico.
¡ª?Qui¨¦n le marc¨®?
¡ªMis abuelos. Mis abuelos murieron sin saber a duras penas leer ni escribir.?
Era 1984 y a S¨¢nchez le ense?aron en casa que fue un Gobierno socialista, dice, ¡°el que corrigi¨® esa injusticia para las generaciones futuras¡±. De ni?o acompa?aba ¨¦l a sus abuelos al colegio; iba, la pareja, al barrio de Aluche a estudiar en un centro para mayores.
En su discurso de presentaci¨®n para liderar el PSOE, en la casa del pueblo de Alcorc¨®n, el ahora candidato volvi¨® a recordar a sus abuelos y ¡°la represi¨®n franquista que condenaba al analfabetismo, una injusticia¡±. ¡°Ahora la injusticia tiene otra piel, como es la violencia de g¨¦nero, la desigualdad, la pobreza, el exilio econ¨®mico de muchos j¨®venes; voy a hacer de todo ello un motivo m¨¢s para que la gente conf¨ªe en el PSOE¡±, dijo entonces.
¡ªTambi¨¦n crec¨ª viendo a mis padres trabajar, cuidar a sus hijos y estudiar por las noches: primero, el acceso a la ense?anza b¨¢sica y luego la universidad. En los aparcamientos de la Universidad Complutense, esperando a que saliesen nuestros padres de clase, mi hermano y yo aprendimos a montar en bicicleta.
La pol¨ªtica estaba en la mesa del comedor desde peque?o, dice. ¡°Mi padres son socialistas de coraz¨®n¡±. Para distinguir al hijo del padre, que se llaman igual, a su progenitor le llaman Pedro Padre; era militante del PSOE en el momento en que su hijo (el otro se llama David) decidi¨® afiliarse al partido y empezar a montar en el barrio de Tetu¨¢n la organizaci¨®n de Juventudes Socialista a los 21 a?os, cont¨® la revista Tiempo.
Su conciencia pol¨ªtica se ciment¨® escuchando obsesivamente los discursos de Salvador Allende, especialmente el ¨²ltimo desde La Moneda, asediado por los golpistas. Los escuchaba en el tocadiscos de sus padres. Las ¨²ltimas palabras del presidente socialista de Chile puede recitarlas de memoria: ¡°Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superar¨¢n otros hombres este momento gris y amargo en el que la traici¨®n pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho m¨¢s temprano que tarde, de nuevo se abrir¨¢n las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor (¡) Estas son mis ¨²ltimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no ser¨¢ en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, ser¨¢ una lecci¨®n moral que castigar¨¢ la felon¨ªa, la cobard¨ªa y la traici¨®n¡±.
¡ªTodav¨ªa me emociono record¨¢ndolo. Yo aprend¨ª a amar el socialismo gracias a Allende.
Como lectura que le haya influido recuerda las autobiograf¨ªas de Willy Brandt, ¡°las devor¨¦: era un gigante del socialismo alem¨¢n¡±. En Espa?a cita tres referentes pol¨ªticos: Aza?a (¡°me he le¨ªdo todos sus discursos y diarios¡±), Prieto (¡°igual¡±) y Felipe Gonz¨¢lez. Cuenta que en su mesilla de noche tiene sobre todo libros de historia y biograf¨ªas pol¨ªticas. En esta campa?a at¨ªpica, en la que el PSOE se enfrenta a tres partidos que aspiran a la hegemon¨ªa, uno de ellos, Podemos, directamente por el patrimonio de la izquierda, Pedro S¨¢nchez defiende su posici¨®n: ¡°Si me tengo que definir yo soy socialista, y soy felipista¡±.
¡ª?Nunca tuvo dudas?
¡ªNunca. El socialismo es heredero, entre otros, de los valores de la revoluci¨®n francesa: libertad, igualdad y fraternidad. Esta ¨²ltima, la fraternidad, en la era de la globalizaci¨®n, es hoy m¨¢s importante que nunca. Estamos todos en el mismo barco. La izquierda debe ser hoy m¨¢s internacionalista que nunca.
¡ª?Simpatizaba, por ejemplo, con el Che?
¡ªSin duda. Pero mis mitos del siglo XX son, por encima de todos, Manuel Aza?a y Felipe Gonz¨¢lez.
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