Los ¡®hombres de negro¡¯ de la Loter¨ªa de Navidad
Armados de maletines, recorren las localidades en las que caen premios significativos con el fin de comprar los d¨¦cimos a los afortunados para blanquear dinero
Casi resuena el eco de los ni?os de San Ildefonso tras cantar El Gordo de la Loter¨ªa de Navidad cuando por las localidades agraciadas comienzan a circular forasteros trajeados y armados con maletines. Son intermediarios o asesores de gente acaudalada que recorren a contrarreloj bares, administraciones y sedes bancarias indagando para localizar a los propietarios de los d¨¦cimos premiados. Su objetivo es llegar hasta ellos antes de que depositen los boletos en un banco para compr¨¢rselos. A cambio, ofrecen una suma en dinero negro que incluye el importe del premio m¨¢s una comisi¨®n. Y as¨ª, logran lavar el dinero negro de sus patronos.
"Blanquear dinero con la Loter¨ªa de Navidad es habitual y lo sabe todo el mundo", explica el veterano inspector de Hacienda Jos¨¦ Mar¨ªa Pel¨¢ez Marcos, que subraya las complicaciones a la hora de detectar este tipo de fraudes. "La loter¨ªa son billetes al portador, as¨ª que o est¨¢s en el momento en el que se hace la operaci¨®n de compra de ese d¨¦cimo que es para blanquear, o de cara al organismo de Loter¨ªas el que presenta el boleto es el ganador a todos los efectos legales, y es realmente muy dif¨ªcil demostrar que al que le ha tocado es a otro", comenta. "Har¨ªa falta una legi¨®n de t¨¦cnicos e inspectores en el lugar, viendo qui¨¦n habla con qui¨¦n, y ni as¨ª tendr¨ªan muchas posibilidades de actuaci¨®n".
Seg¨²n la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU), es habitual que se ofrezca a los que posean un d¨¦cimo premiado comprarlo por un sobreprecio del importe premiado "de entre un 10% y un 20%". Con el d¨¦cimo, el defraudador puede justificar el origen de ese dinero negro, cuya procedencia no habr¨ªa podido explicar ante Hacienda de otro modo sin incurrir en un il¨ªcito. Sin embargo, la OCU considera que es perjudicial y un "enga?o" para el que vende el boleto, que ya no podr¨¢ explicar al fisco de d¨®nde proceden los fondos y puede acabar teniendo que pagar mucho m¨¢s de lo que cree. ?
Pel¨¢ez indica que los defraudadores tratan de hacerse con los d¨¦cimos premiados antes de que los due?os los depositen en el banco para evitar que se puedan "cruzar los datos" de la entidad financiera con los de Hacienda y "salten las alarmas".
La estad¨ªstica dicta que hay una probabilidad entre 100.000 (el n¨²mero de bolas en el bombo de la loter¨ªa) de obtener El Gordo. La de conseguir otros premios significativos es igualmente remota. Por eso mucha gente se extra?a cuando ve las im¨¢genes de conspicuos personajes como el expresidente de Castell¨®n, Carlos Fabra, sonriendo tras sus opacas gafas de sol mientras anuncian que han ganado por en¨¦sima vez un premio de la loter¨ªa. A este exdirigente del PP condenado por corrupci¨®n le toc¨® la navide?a unas nueve veces en diez a?os. "Si no les toca la loter¨ªa, que es muy probable que no tengan la suerte que tengo yo, al menos que les toque la loter¨ªa de la salud", dijo una vez Fabra a un grupo de periodistas.
No es el ¨²nico. El 22 de diciembre de 2011, las c¨¢maras de televisi¨®n grabaron al entonces alcalde del PP de Manises (Valencia), Enrique Crespo, euf¨®rico mientras brindaba con sus compa?eros, feliz por ser poseedor, seg¨²n afirmaba, de varios d¨¦cimos del segundo premio de la Loter¨ªa de Navidad, aunque no concretaba cu¨¢ntos billetes premiados le hab¨ªan tocado. Precisamente, la agrupaci¨®n del PP de este municipio hab¨ªa comprado hasta 850 d¨¦cimos del n¨²mero agraciado.
Aut¨¦ntico "enga?o" para los agraciados
La OCU se?ala en su p¨¢gina web, en la que cita datos de los T¨¦cnicos del Ministerio de Hacienda, que vender el d¨¦cimo premiado a alguien que quiere blanquear dinero es un aut¨¦ntico enga?o para los agraciados. Si bien es cierto que obtendr¨ªan un mayor beneficio en dinero negro, la transacci¨®n podr¨ªa volverse en su contra porque dif¨ªcilmente podr¨¢n acreditar el origen de esos fondos ante una inspecci¨®n tributaria, por lo que "pueden terminar con un acta de inspecci¨®n que supere, entre la deuda y la sanci¨®n, m¨¢s de la mitad del importe ganado".
De esta forma, la OCU se pone un ejemplo: un contribuyente con unos ingresos brutos anuales de 30.000 euros que resulte agraciado con un premio de 400.000 euros, si opta por vender su billete a un defraudador a cambio de, por ejemplo, 450.000 euros, podr¨ªa verse obligado a pagar m¨¢s de 200.000 euros si se descubre la ganancia patrimonial no justificada.
Crespo, que estaba siendo investigado por un caso de corrupci¨®n relacionado con?la quiebra de la empresa p¨²blica Emarsa, fue llamado ese mismo d¨ªa por el magistrado Vicente R¨ªos, quien le dio 24 horas para concretar al juzgado cu¨¢ntos d¨¦cimos agraciados ten¨ªa. El regidor respondi¨® que uno. "El juez estuvo raudo y veloz", comenta Pel¨¢ez, que considera este caso una excepci¨®n. Posteriormente, la fiscal¨ªa pidi¨® tres a?os de c¨¢rcel para Crespo por haber ocultado, presuntamente, otros 99 d¨¦cimos, que equival¨ªan a 12,3 millones.
Pero blanquear el dinero oculto a trav¨¦s de la compra de d¨¦cimos no es siempre un buen m¨¦todo para el defraudador. "Hay que tener en cuenta el importe", se?ala Pel¨¢ez. El premio m¨¢ximo por d¨¦cimo son 400.000 euros en el caso de que toque El Gordo. "Hay que ver si al que tiene una actividad delictiva esto le soluciona la papeleta de blanquear o no". Se?ala que es un sistema m¨¢s atractivo para quien tiene oculto un importe por el valor de "tres o cuatro d¨¦cimos" de El Gordo, es decir, menos de 2 millones de euros.
"Si quieres comprar 20 d¨¦cimos, tienes que comprar a otras tantas personas, y eso incrementa el riego de que haya una fuga de informaci¨®n". Por ello, cuando los importes son mayores, los defraudadores recurren a otras v¨ªas, como los para¨ªsos fiscales. Pero para quien guarda "en una bolsa de pl¨¢stico en su casa" o "entre ladrillos" el fruto de sobornos o comisiones ilegales, "la Loter¨ªa de Navidad es y seguir¨¢ siendo", afirma Pel¨¢ez, "una forma de blanquear dinero".
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