La importancia de ser segundo
En el debate constitucional, hace 37 a?os, ya se alert¨® sobre los inconvenientes del sistema electoral que favorece a los dos principales partidos
¡°Si el distrito es la provincia, existe un gran n¨²mero de provincias con un n¨²mero muy peque?o de diputados a repartir en cada una, y cuando eso ocurre, la proporcionalidad, especialmente si se usa el m¨¦todo D¡¯Hondt, resulta literalmente imposible. As¨ª ser¨¢, por ejemplo, si en una provincia hay s¨®lo tres esca?os como m¨¢ximo. Y nos podemos encontrar con que un partido que obtenga un porcentaje del 30% o 35 % de votos, por el juego de este sistema puede llegar a tener la mayor¨ªa matem¨¢tica en el Congreso. Y nos encontrar¨ªamos con que una minor¨ªa tendr¨ªa una mayor¨ªa artificial que no corresponder¨ªa a la realidad sociol¨®gica del pa¨ªs, y esto nos precipitar¨ªa a un peligro evidente si la proporci¨®n no es estricta, corremos entonces el tremendo peligro del bipartidismo, o, m¨¢s exactamente, de la creaci¨®n de dos grandes bloques¡±.
El mismo 12 de julio de 1978 que se aprob¨® en el Congreso el sistema electoral incluido en la Constituci¨®n, el entonces portavoz del Grupo Comunista, Jordi Sol¨¦-Tura, ya advirti¨® desde la tribuna de las dificultades para cumplir la proporcionalidad considerando la provincia como circunscripci¨®n. En todas las elecciones se ha cumplido su profec¨ªa y este domingo volver¨¢ a ocurrir, incluso m¨¢s, porque previsiblemente ya no habr¨¢ tanta diferencia en porcentaje de votos entre cuatro partidos ¡ªPP, PSOE, Ciudadanos y Podemos¡ª y, en cambio, los dos primeros ser¨¢n primados en el reparto de esca?os. Es decir, lo que anunci¨® Sol¨¦ Tura hace m¨¢s de 37 a?os.
Proporcionalidad casi pura en tres provincias
Las tres provincias m¨¢s pobladas ¡ªValencia, Barcelona y Madrid¡ª reparten hasta 36 esca?os y suponen la cuarta parte del total. En estas provincias la proporcionalidad es m¨¢s pura, lo que puede permitir que entren hasta cinco partidos distintos, aunque el primero y el segundo mantienen una prima sobre el resto.
En todas las provincias, la circunstancia nueva de cuatro partidos casi igualados hace que los ¨²ltimos esca?os se disputen por muy pocos votos. Adem¨¢s, para los partidos nacionales la exigencia de votos para traducirlos en esca?os es mayor en las comunidades en las que hay nacionalistas con implantaci¨®n.
Ser segundo en n¨²mero de esca?os en el c¨®mputo global no solo facilita mayor representaci¨®n sino que permite liderar la oposici¨®n. Eso supone recibir m¨¢s dinero por votos y tambi¨¦n como grupo parlamentario y, sobre todo, tener m¨¢s visibilidad en el Congreso y mayor cupo para presentar iniciativas. Por ejemplo, todos los mi¨¦rcoles pregunta en el pleno al presidente del Gobierno.
En ese reparto de esca?os que prev¨¦ la Constituci¨®n, con porcentajes tan ajustados, es fundamental el orden en el que quedan los partidos casi tanto como el porcentaje de votos que obtengan. Dicho de otra forma, si PP y PSOE siguen siendo los dos m¨¢s votados tendr¨¢n mucha m¨¢s diferencia en n¨²mero de esca?os con Ciudadanos y Podemos que en porcentaje de voto si los resultados globales se mantienen uniformes en todas las circunscripciones. Los dos emergentes necesitan superar al PSOE y alterar esa prelaci¨®n para lograr m¨¢s de 50 diputados en el mayor n¨²mero posible de circunscripciones.
Podemos y Ciudadanos han anunciado que en hipot¨¦ticas negociaciones para formar Gobierno tras el 20-D incluir¨¢n como determinante la reforma de la ley electoral.
Hay unos 28 esca?os que solo pueden repartirse entre los tres partidos m¨¢s votados, con dificultades notables para que los votos del tercero se traduzcan en diputados y donde el que queda cuarto pierde todos sus sufragios. Para empezar, hay dos circunscripciones, Ceuta y Melilla, con un solo esca?o, con un sistema mayoritario en la pr¨¢ctica y que suelen ser para el PP. Soria es un caso singular con dos esca?os a repartir entre dos partidos. El PP tiene casi seguro uno y el otro iba al PSOE, pero si Ciudadanos logra superar los 15.000 votos de 50.000 en juego quedar¨¢ por encima de los socialistas y ser¨¢ para el partido de Albert Rivera.
El siguiente bloque es el de las ocho provincias ¡ªHuesca, Teruel, ?vila, Palencia, Segovia, Zamora, Cuenca y Guadalajara¡ª con tres esca?os en juego, es decir, 24 en total. Obviamente, el que quede cuarto pierde todos sus votos en estas circunscripciones. El primero y el segundo tienen asegurado un diputado cada uno en cada provincia y el ¨²ltimo esca?o suele ser para el primero salvo que la diferencia entre primero y tercero sea menor al 13% aproximadamente; en ese caso, el reparto no ser¨ªa 2-1, como ocurre casi siempre, sino 1-1-1. Son ocho esca?os en el aire si Ciudadanos o Podemos superan al PSOE en el segundo puesto.
Provincias medias
Otras nueve circunscripciones ¡ªL¨¦rida, C¨¢ceres, Albacete, Burgos, Salamanca, Lugo, ?lava, Ourense y La Rioja¡ª reparten cuatro esca?os. Lo habitual es que sea 2-1-1 y ahora ser¨ªa raro un 2-2. Es decir, el primero se asegura dos esca?os, el segundo uno, el tercero pugna por uno y el cuarto tiene casi imposible alcanzar diputado.
Con cinco diputados hay ocho provincias ¡ªJa¨¦n, Navarra, Cantabria, Castell¨®n, Valladolid, Huelva, Ciudad Real y Le¨®n¡ª. El reparto habitual es de 2-2-1 o 3-1-1. Es decir, el primero se asegura dos y puede lograr tres; el segundo puede tener dos, el tercero casi se asegura uno y el cuarto tiene muy dif¨ªcil llegar a tener uno, aunque siempre depende de los porcentajes de cada partido. El cuarto partido tendr¨ªa que llegar al 20% de los votos para tener completamente asegurado lograr un esca?o, pero tambi¨¦n puede bastarle con menos del 15%. A partir de ah¨ª, hay siete circunscripciones que reparten seis esca?os ¡ªC¨®rdoba, Tarragona, Girona, Gipuzkoa, Toledo, Almer¨ªa y Badajoz¡ª en las que lo normal es un 2-2-1-1. De nuevo ser segundo es vital porque con menos votos que el primero puede igualarle a esca?os y pese a que saque escasa ventaja al tercero le sacar¨ªa un diputado m¨¢s.
Entre siete y 12 esca?os est¨¢n Tenerife, Zaragoza, Pontevedra, Granada, Vizcaya, A Coru?a, Baleares, Las Palmas, Asturias, C¨¢diz, Murcia, M¨¢laga, Sevilla y Alicante. El reparto aqu¨ª es m¨¢s abierto, pero el primero puede asegurarse hasta cinco esca?os en las m¨¢s pobladas y el segundo casi tres en cada una.
Aquel lejano 12 de julio de 1978 un destacado diputado lanz¨® en el pleno del Congreso una profec¨ªa sobre el sistema electoral que se estaba aprobando ese d¨ªa y que firmar¨ªa ahora alguno de los partidos nuevos y los cr¨ªticos al modelo de representaci¨®n actual: ¡°Esto lleva a lo que, con raz¨®n, se ha llamado la partitocracia, al predominio de los partidos, que no se convierten en meras cadenas de transmisi¨®n, en meros promotores de candidatos y de programas, sino en los que realmente monopolizan el proceso pol¨ªtico¡±. Palabras de Manuel Fraga Iribarne.
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