La renuncia de Rajoy y la oferta de Iglesias rompen el ritmo a S¨¢nchez

Da igual que durante la campa?a Pablo Iglesias no se cansara de decir que nunca formar¨ªa parte de un Gobierno presidido por Pedro S¨¢nchez, y que solo se planteaba esa posibilidad si era Podemos la que lo encabezaba. El escenario postelectoral es otro y la estrategia debe cambiar. Por sorpresa y a contratiempo, la formaci¨®n de izquierdas ha decidido ser la primera en tomar la iniciativa. Con su propuesta, por la que aspira a repartirse con Izquierda Unida casi la mitad de puestos de un hipot¨¦tico Gobierno de coalici¨®n y situar a Iglesias en la vicepresidencia, ha desvelado sus exigencias para comenzar a negociar con el PSOE y ha colocado a Pedro S¨¢nchez entre la espada y la pared.

S¨¢nchez, ante su partido?

Cuando el l¨ªder socialista se presente ante el comit¨¦ federal de su partido el pr¨®ximo d¨ªa 30, donde le esperan los principales barones con los cuchillos afilados, estar¨¢n muy presentes las gravosas condiciones impuestas por Podemos. Entre ellas, de nuevo, la posibilidad de un referendum de autodeterminaci¨®n: proponen la creaci¨®n de un nuevo ministerio de la Plurinacionalidad en el que aspiran a poner al frente a Xavier Dom¨¨nech, el portavoz de En Com¨² Podem, para dar soluci¨®n al conflicto catal¨¢n.

Pedro S¨¢nchez se enteraba de la propuesta de Iglesias durante la audiencia con el Rey. Se la contaba el mismo Felipe VI. Reaccionaba del ¨²nico modo posible, al ver c¨®mo le intentaban romper los ritmos y la estrategia: reclamando tiempo muerto.Ped¨ªa respeto a los plazos y procedimientos, en su esperanza, ya in¨²til, de que se dejara a Rajoy ser el primero en intentar formar Gobierno, y que solo despu¨¦s se sentaran a hablar, pero ¡°de pol¨ªticas¡±, no de ministerios.

Iglesias no le daba tregua, en cualquier caso. Enseguida le llamaba por tel¨¦fono y S¨¢nchez se compromet¨ªa a hablar con calma este fin de semana.

Nadie quiere, al menos p¨²blicamente, una repetici¨®n de las elecciones, pero nadie lo descarta. Y Podemos, con este ca?onazo intempestivo, se adelanta en transmitir al electorado de izquierdas la idea de que por ellos no va a ser el intentar desalojar al PP del poder, y que est¨¢n dispuestos a ir todo lo lejos que sea necesario. Y de paso, lanzar a S¨¢nchez un dardo envenenado al sugerir Iglesias que ahora se iba a comprobar cu¨¢nto mandaba realmente en su partido.

Una baza para Rajoy

Mariano Rajoy se ha encontrado as¨ª con una baza inesperada, y la ha usado. Ha sugerido que la oferta de Iglesias es una realidad que ya se est¨¢ negociando y la se?ala como una de las causas fundamentales de su retirada. Sabe que su posibilidad de permanecer al frente del Gobierno, si le queda alguna, est¨¢ exclusivamente en manos del partido socialista, y conf¨ªa en que los barones de ese partido contrarios a S¨¢nchez, encabezados por la andaluza Susana D¨ªaz, impidan un pacto con Podemos que resultar¨ªa a la larga letal, temen, para el PSOE.

Finalmente, el ¡°orden natural de las cosas¡± que dej¨® entrever el Rey en su ronda de consultas¡ªque fuera el candidato de la lista m¨¢s votada el primero en someterse a un debate de investidura¡ª no ha sido el orden m¨¢s conveniente para Rajoy.

El l¨ªder del PP gana tiempo y se reserva el derecho a volver a intentarlo. Pero tambi¨¦n es consciente de que el rechazo a su persona une al resto de partidos pol¨ªticos, mientras que est¨¢ por comprobar cu¨¢l ser¨ªa la respuesta de todos ellos si fuera otro el candidato popular.

Las mismas voces que en 2008 exigieron a Rajoy que se retirara, tras su segunda derrota electoral frente a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se sienten de nuevo envalentonadas y le sugieren que tire la toalla y facilite as¨ª un Gobierno de coalici¨®n, encabezado por el Partido Popular y con el respaldo, o al menos la abstenci¨®n, del PSOE y de Ciudadanos.

Esperanza Aguirre, la presidenta del PP de Madrid, ha vuelto a intentar encabezar las voces cr¨ªticas y se ha puesto de ejemplo. Del mismo modo que ella propuso ceder la alcald¨ªa madrile?a al PSOE y a Ciudadanos para impedir que se hiciera con ella la candidata de Podemos, Manuela Carmena, suger¨ªa ayer ante la junta directiva regional del partido, le indicaba a Rajoy, sin nombrarle, que hiciera lo mismo al pedir ¡°los sacrificios personales que hagan falta y las concesiones que sean necesarias¡±.