Una agencia combina viaje a Egipto con tratamiento de la hepatitis C
Una decena de personas ya ha usado el paquete tur¨ªstico, que cuesta unos 5.000 euros
Son cinco d¨ªas (cuatro noches) en uno de los destinos tur¨ªsticos por antonomasia: Egipto. Pero las personas que pagan los 5.219 euros que cuesta el paquete tur¨ªstico buscan algo m¨¢s que un crucero por el Nilo. Eso lo podr¨ªan conseguir por menos de 1.000 euros en cualquier agencia. Lo que les propone Sanantur va m¨¢s all¨¢: se trata de aprovechar el viaje para recibir el ¨²ltimo tratamiento contra la hepatitis C, las famosas combinaciones de medicamentos que tienen tasas de curaci¨®n de m¨¢s del 90%.
El pa¨ªs norteafricano tiene una situaci¨®n privilegiada en ambos sentidos. La tur¨ªstica es de sobra conocida. La m¨¦dica, no tanto. ¡°Con nueve millones de infectados por la hepatitis C declararon una emergencia sanitaria¡±, explica Xavier Carb¨®, gerente de la empresa de viaje. Ello les permite fabricar gen¨¦ricos de los medicamentos a un precio muy inferior al de venta por los laboratorios. Y, adem¨¢s, pueden venderse al p¨²blico. Por ejemplo, en Espa?a ¡°alguna cl¨ªnica privada ha cobrado 35.000 o 40.000 euros por el tratamiento¡±, dice Carb¨®. Mucho m¨¢s que el paquete completo que ofrece la agencia.
Este ofrece una curiosa mezcla. Al d¨ªa de la llegada por la ma?ana, por ejemplo, quienes lo hayan contratado ir¨¢n a hacerse an¨¢lisis al hospital concertado. Por la tarde har¨¢n un crucero por el Nilo. El tercer d¨ªa se solapa una visita a El Cairo (mercado de artesanos, iglesias coptas) con la visita de un m¨¦dico especialista. El cuarto d¨ªa, se les entregar¨¢ la medicaci¨®n para 12 semanas adecuada al genotipo de virus que tengan.
El gerente de la empresa afirma que ya han hecho el viaje unas 10 personas, y que tienen entre 120 y 200 informes pendientes. No todos tienen hepatitis C. Algunos son acompa?antes de los enfermos, que, por supuesto, quedan eximidos de las otras visitas, de las m¨¦dicas.
En verdad, la oferta no es solo del viaje. Antes de iniciarlo, la agencia env¨ªa una serie de instrucciones a los candidatos con los an¨¢lisis que tienen que hacerse y un formulario con su historia cl¨ªnica para que lo tengan los m¨¦dicos de El Cairo que van a tratarlos, indica Carb¨®. Tampoco acaba a la vuelta. Peri¨®dicamente, la agencia se encarga de mandar informes a los m¨¦dicos y de remitir a los enfermos las peticiones de los facultativos.
¡°No ha habido problema con los m¨¦dicos espa?oles. Es m¨¢s, alguno est¨¢ bastante frustrado por no poder recetar el tratamiento a sus pacientes menos graves. Cuando preguntamos a los interesados, muchos vienen recomendados por sus m¨¦dicos. Son ellos los que nos los mandan¡±, a?ade el representante de la agencia.
No hay un perfil de este turista sanitario, dice Carb¨®. ¡°Son los que no reciben el tratamiento en Espa?a¡±, afirma. Se refiere a que la sanidad p¨²blica solo financia, de momento, los medicamentos a los enfermos m¨¢s graves. ¡°Puestos a hablar de problemas ¨¦ticos, hay que ver que se exige estar peor para que se d¨¦ tratamiento¡±, reflexiona el gerente. Y hay algunos que no quieren esperar. Adem¨¢s, la compa?¨ªa planea dar tratamiento gratis a algunos egipcios en funci¨®n del ¨¦xito del viaje.
Tampoco ve un problema ¨¦tico en que se organicen estos viajes el presidente de la Federaci¨®n Nacional de Enfermos y Trasplantados Hep¨¢ticos (FNETH), Antonio Bernal. ¡°Yo no soy qui¨¦n para decirle a alguien que no lo haga. Si hay quien se va a Houston a tratarse un c¨¢ncer, ?por qu¨¦ no va a poder hacerlo una persona con hepatitis?¡±, dice. ¡°Otra cosa es que se lo recomiende. Si conociera a alguien que fuera a hacer este viaje, le dir¨ªa que no hace falta. El plan del Gobierno est¨¢ funcionando, y los enfermos m¨¢s graves ya reciben tratamiento¡±.
Bernal admite que puede haber quien ¡°tenga mucha angustia por estar infectado y no quiera esperar. Pero en ese caso sufre un trastorno psiqui¨¢trico, y el plan de la hepatitis ya prev¨¦ que el m¨¦dico pueda solicitar para ¨¦l la medicaci¨®n.
Fue un socio de la empresa con hepatitis C quien ide¨® el viaje. Primero lo hizo ¨¦l, y se cur¨®, afirma Carb¨®. ¡°Se encontraba mal, y no le tocaba que le dieran la medicaci¨®n¡±, cuenta. ¡°Nosotros solo somos una opci¨®n. Querr¨ªamos que no hiciera falta que di¨¦ramos este producto dentro de uno o dos a?os, pero me temo que va a durar bastante tiempo mientras el acceso al tratamiento est¨¦ limitado por motivos econ¨®micos¡±.
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