El renacido
S¨¢nchez llega vivo al comit¨¦ despu¨¦s de haberse repuesto a los obst¨¢culos de sus adversarios y de sus aliados
Cuarenta d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, Pedro S¨¢nchez ha preservado el plan de evacuaci¨®n de Mariano Rajoy en La Moncloa. Sobre todo por haber llegado con la salud de El renacido al c¨®nclave del comit¨¦ federal de este s¨¢bado. All¨ª ser¨¢ ungido para iniciar las exploraciones. Y para ajustarse a las limitaciones, contradictorias entre s¨ª e ilustrativas de la proeza equilibrista que le aguarda a S¨¢nchez.
La ventaja inicial consiste en que el escenario es m¨¢s propicio de cuanto lo eran las expectativas del 20-D. S¨¢nchez va a adelantar a Rajoy en la intentona de una investidura y ha sobrepasado m¨¢s pruebas que Di Caprio en la pel¨ªcula de I?¨¢rritu.
Ha sobrevivido al diletantismo de su equipo m¨¢s allegado (y al propio). Ha sobrevivido a la presi¨®n de los barones. Ha sobrevivido al Ave de Susana D¨ªaz
Ha sobrevivido, en primer lugar, a su paup¨¦rrimo resultado ¡ª90 diputados¡ª y a la victoria popular. Ha sobrevivido al diletantismo de su equipo m¨¢s allegado (y al propio). Ha sobrevivido a la presi¨®n de los barones. Ha sobrevivido al Ave de Susana D¨ªaz. Ha sobrevivido a las vejaciones homeop¨¢ticas de Pablo Iglesias. Ha sobrevivido al cortejo y menudeo de senadores con los partidos nacionalistas.
Cosido con m¨¢s cicatrices que Jos¨¦ Tom¨¢s, no era tan dif¨ªcil sobrevivir despu¨¦s a la conspiraci¨®n de los jubilatas conversos ¡ªel pintoresco clan de Corcuera¡ª, pero la entrevista patriarcal de Felipe Gonz¨¢lez en este peri¨®dico s¨ª que revest¨ªa un peligro.
Y ha sobrevivido a ella tambi¨¦n, no s¨®lo relativizando la conclusi¨®n felipista de acuerdo con la cual Iglesias encarna un monstruo bolivariano-leninista, sino provisto S¨¢nchez de sus propios galones y legitimidad, de su peso de timonel en el relevo generacional, de las opciones reales que aglutina para desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa.
Conviene recordar que el PSOE ya ha pactado con el partido de Iglesias como argumento de evacuaci¨®n del PP en cinco comunidades aut¨®nomas
El objetivo mayor podr¨ªa desdibujar el escr¨²pulo hacia los dogmatismos. No tanto conceder el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n como aliviar la psicosis que conlleva identificar a Podemos con el mal. Conviene recordar que el PSOE ya ha pactado con el partido de Iglesias como argumento de evacuaci¨®n del PP en cinco comunidades aut¨®nomas. Y que las primeras experiencias en el gobierno municipal ¡ªde Madrid a Barcelona¡ª no parecen haber precipitado la epidemia del chavismo.
Ya se ha ocupado de repetir Susana D¨ªaz que la verdadera l¨ªnea roja es un pacto con el PP, pero tambi¨¦n ha declarado, como otros barones de menos enjundia, que la investidura, aun siendo preferible a la incertidumbre de unas elecciones anticipadas, no puede encomendarse al silencio letal de los partidos soberanistas.
Y es entonces cuando la aritm¨¦tica recorta las posibilidades de S¨¢nchez, constre?ido a ganarse la voluntad de Albert Rivera en dos escenarios precarios. El primero, muy inveros¨ªmil, fomentar¨ªa un acuerdo a tres bandas con Podemos. El segundo pondr¨ªa en juego una "liason" entre el PSOE y Ciudadanos, siempre y cuando Rajoy se abstuviera. Y Rajoy es la abstenci¨®n en s¨ª mismo, menos ese d¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.