Las coaliciones son frecuentes y estables en la Espa?a auton¨®mica
El 40% de los Gobiernos regionales han sido de pacto. En general, son Ejecutivos casi tan duraderos y m¨¢s transparentes
En Espa?a s¨ª hay cultura de pacto. Aunque hasta ahora no se haya formado nunca un Gobierno estatal de coalici¨®n, los partidos llevan d¨¦cadas acordando Ejecutivos conjuntos en el ¨¢mbito auton¨®mico y local: hasta el 40% de los Gobiernos regionales desde los a?os 80 han sido coaliciones. Se han dado gabinetes con seis partidos, otros presididos por la tercera fuerza, y formaciones que han pactado con todos. En general, son Ejecutivos casi igual de estables, y m¨¢s transparentes.
Existe un dicho seg¨²n el cual todos los Gobiernos, hasta los de la mayor¨ªa m¨¢s absoluta, son en el fondo una coalici¨®n: la que se da entre el Ministro de Hacienda, que maneja los fondos, y todos los dem¨¢s miembros del Ejecutivo. La negociaci¨®n y el acuerdo son necesarios en cualquier Consejo de Ministros, incluso entre miembros del mismo partido, pero por primera vez el Parlamento m¨¢s fragmentado obliga a explorar un pacto m¨¢s complejo para que alg¨²n candidato sea investido presidente. La experiencia auton¨®mica revela que la excepci¨®n es ¡ªde momento¡ª La Moncloa. Las coaliciones, adem¨¢s, dan lugar a Ejecutivos casi igual de estables y con menos posibilidades de caer en la corrupci¨®n, seg¨²n los expertos.
Desde 1980, casi el 40% de los 234 Gobiernos en las comunidades aut¨®nomas ha sido de coalici¨®n. Un 24% de ellos con mayor¨ªa absoluta, y un 16% en minor¨ªa, seg¨²n los datos del Observatorio de los Gobiernos de coalici¨®n en Espa?a de la Universidad de Barcelona. El 60% restante ha formado Ejecutivos en solitario: con mayor¨ªa absoluta algo m¨¢s, un 36%, y en minor¨ªa un 23%.
¡°El ¨¢mbito estatal escapaba al pacto hasta ahora porque el sistema electoral prefabricaba escenarios bipartidistas. Mientras en esto somos una anomal¨ªa en Europa, en el ¨¢mbito auton¨®mico y local entramos en la normalidad pol¨ªtica europea¡±, subraya Josep Mar¨ªa Reniu, director del Observatorio. Solo cuatro comunidades no han tenido nunca un Gobierno multipartito: Madrid, Extremadura, Castilla- La Mancha y Murcia.
Las coaliciones son frecuentes y m¨²ltiples. El socialista Francesc Antich presidi¨® en Baleares un Gobierno de seis partidos desde 2007 a 2011: adem¨¢s del suyo, lo integraba Uni¨® Mallorquina y la coalici¨®n del Bloc (formada por el Partido Socialista de Mallorca, Izquierda Unida, Los Verdes y Esquerra Republicana). ¡°Fue una educaci¨®n permanente para todos. Una de las cosas que m¨¢s impacta es el ruido que hay de forma constante hacia fuera. Es importante que el que tiene la mayor¨ªa act¨²e como una especie de hermano mayor de todos, porque como regla general los peque?os siempre est¨¢n insatisfechos¡±, reflexiona el expresidente balear.
Antich mantuvo la cohesi¨®n de los socios con ¡°paciencia y constancia¡±. ¡°Insist¨ªa tanto hasta que consegu¨ªamos un acuerdo que a veces me dec¨ªan que ganaba por cansancio del resto¡±. Su experiencia, dice, es la de un Gobierno ¡°muy efectivo, que hizo un gran trabajo de desclasificaci¨®n de urbanizaciones y medidas innovadoras como la Ecotasa o las listas cremallera¡±, recuerda. ¡°Aunque pactar implica tambi¨¦n dejar algo de lado: no pudimos acordar una Ley del suelo¡±.
Los Gobiernos de pacto no son, adem¨¢s, mucho menos estables que los formados en solitario. Los polit¨®logos Mar¨ªa Ramos y Pablo Sim¨®n concluyen, tras estudiar la duraci¨®n de todos los Ejecutivos auton¨®micos, que la clave no es la forma del Gobierno, sino el apoyo parlamentario que este tenga. Los m¨¢s duraderos son los Ejecutivos en solitario con mayor¨ªa absoluta (suelen agotar la legislatura), pero ¡°los Gobiernos de coalici¨®n mayoritaria son los segundos m¨¢s estables, con una duraci¨®n media de m¨¢s de tres a?os¡±, destaca Sim¨®n. En el lado opuesto est¨¢n las coaliciones minoritarias, con algo m¨¢s de dos a?os de vida. Los Gobiernos en solitario y en minor¨ªa suelen extenderse algo m¨¢s: de media, los tres a?os.
El 'Borgen' espa?ol, Miguel ?ngel Revilla
"Yo no conoc¨ªa de nada entonces a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Al principio le dije que no, porque me parec¨ªa muy arriesgado, pero me insisti¨®. En el partido me animaron y al final contest¨¦ que s¨ª". Miguel ?ngel Revilla, presidente de Cantabria (por tercera vez), accedi¨® a su segundo mandato en 2003 a pesar de que el Partido Regionalista de Cantabria era la tercera fuerza en el Parlamento regional. Fue el PSOE ¡ªpor iniciativa de su secretario general entonces, seg¨²n Revilla¡ª, la segunda fuerza, quien le dio la presidencia ante el PP, que hab¨ªa ganado las elecciones. Revilla representa que en Espa?a tambi¨¦n es posible que ocurra como en Borgen, la exitosa serie danesa que narra c¨®mo la primera ministra de Dinamarca logr¨® el cargo con una coalici¨®n a pesar de representar a un partido minoritario.
Revilla ha gobernado en coalici¨®n tanto con el PSOE como con el PP, del 95 al 2003. ¡°El primer d¨ªa de Gobierno siempre le digo al otro que lo importante es la lealtad mutua¡±, cuenta. Es un firme partidario del pacto. ¡°Detesto las mayor¨ªas absolutas. Hay que tener cintura, no ser dictatorial. El PP se ha ganado a pulso su soledad¡±, reflexiona.
Los expertos coinciden en otro efecto de las coaliciones: ¡°Garantizan una mayor transparencia en la actuaci¨®n del Ejecutivo¡±, apunta el polit¨®logo Reniu. El motivo: los socios se vigilan entre s¨ª. La corrupci¨®n, por tanto, es m¨¢s dif¨ªcil. ¡°Cuanto m¨¢s cruzados est¨¦n los cargos en la composici¨®n interna del Gobierno m¨¢s se incrementa el control¡±, se?ala Sim¨®n. El actual Gobierno de la Comunidad Valenciana, presidido por Ximo Puig (PSOE) en coalici¨®n con Comprom¨ªs y con apoyo externo de Podemos, es un ejemplo. ¡°Nosotros lo llamamos Gobierno de mestizaje¡±, cuenta M¨°nica Oltra, vicepresidenta del Ejecutivo, de Comprom¨ªs. ¡°Tenemos cuatro consejeros del PSOE y cuatro de Comprom¨ªs, y sus n¨²meros dos ¡ªel secretario auton¨®mico¡ª est¨¢n cruzados: los consejeros socialistas tienen secretarios de Comprom¨ªs, y al rev¨¦s. Los directores generales tambi¨¦n est¨¢n repartidos. Eso nos permite estar todos al tanto de todas las decisiones, y que no haya compartimentos estancos que generen incomunicaci¨®n dentro del Gobierno¡±, incide.
La vicepresidenta valenciana ha propuesto a Pedro S¨¢nchez, l¨ªder del PSOE, emular su Gobierno para el Estado. En la negociaci¨®n, recuerda, ¡°lo m¨¢s complicado fue el primer momento de testosterona. Todo el mundo quiere sentarse a la mesa de forma m¨¢s ventajosa... pero cuando nos sentamos, pas¨®¡±. Oltra anima al socialista, porque ¡°se acaba encontrando un punto de encaje¡±. Y considera que, igual que ocurri¨® en Valencia, el PSOE abandonar¨¢ la idea de incorporar a Ciudadanos. Lo tiene claro y aventura: ¡°Aqu¨ª les pas¨® lo mismo; llegu¨¦ a dudar de que lo consigui¨¦ramos. A S¨¢nchez se le pasar¨¢ y acabar¨¢ eligiendo el Gobierno de progreso¡±.
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