El Gobierno se considera avalado para aprobar las cesiones a Cameron

El jefe de la diplomacia espa?ola, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, sali¨® este mi¨¦rcoles del Congreso convencido de haber cumplido su misi¨®n: obtener un aval para que el presidente en funciones, Mariano Rajoy, pueda aprobar en la cumbre europea que este jueves comienza en Bruselas las cesiones que pide el primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, para evitar el Brexit. La mayor¨ªa de los grupos no le dieron un s¨ª convencido, pero solo el l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias, le dio un tajante no.

Cuatro horas dur¨® la primera comparecencia de un miembro del Gobierno ante el nuevo Parlamento. Fue una sesi¨®n at¨ªpica, con un ministro de Exteriores en funciones procedente de la anterior legislatura ante un Congreso renovado en el que no tiene la mayor¨ªa. Pero el calendario europeo obliga y Mariano Rajoy se enfrenta este jueves y el viernes en Bruselas a la tesitura de aprobar el paquete de cesiones pactadas por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, con el primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, para que este pueda ganar el refer¨¦ndum sobre la permanencia de su pa¨ªs en la UE previsto para junio. O rechazarlo y asumir la responsabilidad de una m¨¢s que probable salida del Reino Unido.

La expectaci¨®n que rode¨® la sesi¨®n ¡ªtan diferente de las anodinas comparecencias habituales del secretario de Estado para la UE¡ª se vio aumentada por la inesperada presencia del l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias, quien se reparti¨® el turno con el portavoz de su grupo, Pablo Bustinduy.

Consciente de la dudosa legitimidad de un Gobierno en funciones para asumir los compromisos a los que obliga el pacto con Londres, Margallo no ocult¨® su objetivo: obtener la ¡°aquiescencia de los grupos para que el presidente del Gobierno pueda aceptar la propuesta [de Tusk] y aceptar o rechazar las modificaciones de detalle propuestas [durante la cumbre] por los dem¨¢s jefes de Estado y Gobierno¡±.

Margallo se explay¨® en maximizar el impacto de una posible salida del Reino Unido de la UE ¡ªsegunda econom¨ªa europea y quinta del mundo¡ª y minimizar el alcance del pacto; que ¡°en absoluto equivale a una revisi¨®n de los tratados¡±, aunque s¨ª supone su reinterpretaci¨®n y el compromiso de incorporar los cambios cuando se reformen, con motivo del ingreso de un nuevo socio.

Espa?oles en Reino Unido

Respecto al punto m¨¢s pol¨¦mico, la restricci¨®n de prestaciones sociales para los ciudadanos comunitarios que lleven menos de cuatro a?os cotizados en el Reino Unido, subray¨® que se refiere a un complemento salarial que solo existe en dicho pa¨ªs y que solo afectar¨¢ a los nuevos trabajadores, en circunstancias extraordinarias, de manera gradual y previa autorizaci¨®n del Consejo Europeo. Frente a la estimaci¨®n de 800.000 espa?oles residentes en Reino Unido de la portavoz de Izquierda Unida, Sol S¨¢nchez, Margallo se?al¨® que 118.391 est¨¢n inscritos en los consulados, 58.623 de ellos con empleo, de los que solo 4.620 han solicitado prestaciones sociales y casi la mitad (2.120) por desempleo, a los que no afectan los recortes.

Aunque Margallo se mostr¨® satisfecho del apoyo del PSOE y Ciudadanos, ambos grupos mostraron sus reservas. El socialista Ignacio S¨¢nchez Amor pidi¨® al Gobierno ¡°mantener al Reino Unido dentro de la UE, sin renunciar al sue?o europeo ni a la Europa social¡±, para lo que, asegur¨®, ¡°hace falta m¨¢s tiempo¡±. Fernando Maura, de Ciudadanos, dud¨® de la legitimidad del Gobierno en funciones para aprobar el pacto y pidi¨® que, en vez de acudir a Bruselas con ¡°un mix de propuestas¡± de los grupos, vaya con ¡°un mandato concreto del Parlamento¡±.

Pero el ¨²nico que se opuso de plano fue Pablo Iglesias, quien pidi¨® que se acabe con ¡°el para¨ªso fiscal de la City¡± londinense y se rechace el ¡°chantaje¡± de Cameron. ¡°Si quieren irse [de la UE], que se vayan¡±, concluy¨®.

Margallo acab¨® por reconocer que tampoco a ¨¦l le gustaba la oferta de Tusk, pero asegur¨® que no hay otra opci¨®n: ¡°o aceptamos o el Reino Unido se va¡±. En su opini¨®n, no cabe un ¡°mandato cerrado¡±, ni tampoco un aplazamiento. ¡°El toro est¨¢ cuando est¨¢¡± en la plaza, dijo. Y no se le puede devolver a los corrales.