El fantasma de Palma de Mallorca
El PP se agarra a la m¨¢xima ignaciana: en tiempos de tribulaci¨®n, no hacer mudanza
Un fantasma recorre estos d¨ªas las filas del PP: la sombra del congreso de la UCD en Palma de Mallorca, en febrero de 1981, pocos d¨ªas despu¨¦s de que Adolfo Su¨¢rez anunciara su dimisi¨®n, que dej¨® al partido debilitado y escindido y fue el preludio de su definitiva desaparici¨®n.
El PP de 2016 no es, evidentemente, la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico de 1981, pero la gravedad de la situaci¨®n en que se halla el partido no dista mucho de la que sufri¨® entonces la coalici¨®n forjada por Su¨¢rez. La catarata de casos de corrupci¨®n que implican directamente al PP o a hist¨®ricos dirigentes, y la sensaci¨®n de que el partido, a pesar de sus siete millones de votos, est¨¢ aislado, ha hundido en la melancol¨ªa y en la frustraci¨®n a muchos de sus cuadros j¨®venes, y ha llevado a la direcci¨®n a apretar las filas. Est¨¢ en juego la propia pervivencia de la formaci¨®n como referente ¨²nico de la derecha en Espa?a, y han decidido agarrarse a la m¨¢xima ignaciana: en tiempos de tribulaci¨®n, no hacer mudanza.
"Hoy todo el mundo piensa que lo mejor es no abrir en canal al PP. Embarcarse en cambios justo en estos momentos ser¨ªa un error", afirman desde la direcci¨®n del partido. Por eso est¨¢n dispuestos a recorrer con Rajoy todo el camino que les queda por delante, sea en una o en otra direcci¨®n.
Si S¨¢nchez fracasa en su intento, ser¨¢ el turno de Rajoy. No cambiar¨¢ la estrategia, pero pueden cambiar las circunstancias. No le pedir¨¢ al Rey que le encargue a ¨¦l la formaci¨®n de Gobierno mientras no tenga apoyos. Pero lo que hoy son certezas pueden dejar de serlo a partir del 5 de marzo, d¨ªa de la segunda votaci¨®n de la investidura del l¨ªder socialista. Sugieren, por ejemplo, que Rivera puede recular en sus dudas respecto a la idoneidad de Rajoy como socio para un proyecto de reformas. O que la unidad en torno a S¨¢nchez que hoy proclama el PSOE puede comenzar a flaquear si sale del debate con la misma debilidad con que entr¨®.
Si eso ocurre, descarta el entorno de Rajoy que se le permita al l¨ªder socialista seguir intent¨¢ndolo. Apuestan porque corran los plazos para que se despeje la niebla, y ser¨¢ entonces cuando el l¨ªder del PP intente una ¨²ltima estrategia para convencer a Ciudadanos y al PSOE de la conveniencia de su proyecto de gran coalici¨®n.
Frente a esa posibilidad quedan dos alternativas: o gobierna S¨¢nchez con el apoyo de Podemos, o se celebran nuevas elecciones, dicen. Solo entonces, si el partido termina en la oposici¨®n, se renovar¨¢ completamente su direcci¨®n. Y eso s¨ª que est¨¢ garantizado.
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