Exteriores avisa a la Embajada de Venezuela que no acose a la oposici¨®n

La Asociaci¨®n de Estudiantes Venezolanos en Espa?a (EVE) denunci¨® a finales de enero ante la Fiscal¨ªa General del Estado que el teniente coronel Rafael V¨¢squez Mora, ocultando su verdadera identidad, hab¨ªa participado en diversos actos de la oposici¨®n venezolana en Espa?a ¡ªtales como reuniones o concentraciones p¨²blicas¡ª con el objetivo de identificar a sus militantes.

Las labores de espionaje del militar habr¨ªan propiciado, seg¨²n los denunciantes, ataques personales en medios de comunicaci¨®n oficialistas en Venezuela e incluso represalias como la imposici¨®n de trabas para que sus familias pudieran enviar dinero a los estudiantes en Espa?a. Seg¨²n estas fuentes, V¨¢squez tendr¨ªa a sus ¨®rdenes a 13 personas en la Embajada de Venezuela en Madrid, muchos de ellos militares y la mayor¨ªa pertenecientes al servicio de inteligencia bolivariano.

Tras recabar los correspondientes informes, el Ministerio de Asuntos Exteriores confirm¨® que el agregado militar adjunto de Caracas en Madrid ha realizado ¡°actividades incompatibles¡± con su estatuto diplom¨¢tico, por lo que se advirti¨® al embajador venezolano en Espa?a, Mario Isea, de que este deb¨ªa cesar de inmediato en tales conductas.

Por ahora, sin embargo, Margallo no ha querido llevar el caso hasta sus ¨²ltimas consecuencias: la expulsi¨®n del agregado militar adjunto. Y ello porque, siguiendo los usos diplom¨¢ticos, es m¨¢s que probable que Caracas respondiera con una medida de reciprocidad; es decir, con la expulsi¨®n de al menos un diplom¨¢tico espa?ol acreditado en Caracas. Y eso dar¨ªa pie a una escalada de consecuencias imprevisibles.

A pesar de que son de dominio p¨²blico las malas relaciones entre los dos Gobiernos ¡ªcon repetidos insultos a Mariano Rajoy por parte de Nicol¨¢s Maduro e incluso retirada temporal de embajadores¡ª, el Ejecutivo espa?ol es muy consciente de la necesidad de preservar los intereses de las empresas espa?olas en Venezuela y de los casi 200.000 espa?oles que residen en dicho pa¨ªs.

Pese a ello, las fuentes consultadas reconocen que Exteriores no tendr¨¢ m¨¢s remedio que actuar si el teniente coronel persiste en su hostigamiento a la comunidad venezolana en Espa?a o la fiscal¨ªa decide finalmente actuar contra ¨¦l. Aunque V¨¢squez no es diplom¨¢tico, su estatuto es muy similar y est¨¢ amparado igualmente por la Convenci¨®n de Viena, por lo que llegado el caso podr¨ªa apelar a su inmunidad para eludir un eventual procesamiento por parte de la justicia espa?ola. Antes de llegar a esa situaci¨®n, la prudencia aconseja retirar discretamente a aquel representante diplom¨¢tico que ha llegado a convertirse en un elemento conflictivo en el pa¨ªs donde est¨¢ acreditado, aunque es dif¨ªcil saber si el r¨¦gimen de Maduro se guiar¨¢ por esta buena r¨¢ctica.

La ¨²ltima crisis bilateral entre Espa?a y Venezuela se produjo el 22 de enero, a ra¨ªz de las informaciones difundidas en Espa?a sobre el viaje que en 2014 realizaron a Caracas cargos de Podemos y del partido independentista catal¨¢n CUP, junto a familiares de presos de ETA, en un avi¨®n del Estado venezolano. La vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, tach¨® este viaje de ¡°injerencia¡± en los asuntos internos espa?oles.

El 18 de febrero, coincidiendo con el segundo aniversario del encarcelamiento del l¨ªder opositor venezolano Leopoldo L¨®pez ¡ªa cuyos padres otorg¨® el Gobierno la nacionalidad espa?ola¡ª, el presidente en funciones, Mariano Rajoy, public¨® en EL PA?S un art¨ªculo en el que mostraba su apoyo ¡°sin reservas¡± a la Asamblea venezolana, dominada por la oposici¨®n, y a la ley de amnist¨ªa que ¨¦sta prepara, en abierto pulso al r¨¦gimen chavista. En esta ocasi¨®n, el presidente Maduro guard¨® silencio.