Los obispos asumen que habr¨¢ que ¡°revisar¡± los acuerdos con el Vaticano

Los obispos est¨¢n "preocupados", pero no alarmados, ante la posibilidad de que se cambien los ventajosos acuerdos religiosos firmados en Roma en 1976 y 1979 entre Espa?a y el Estado vaticano. Lo ha dicho su portavoz, Jos¨¦ Mar¨ªa Gil Tamayo, en la rueda de prensa convocada en la ma?ana de este jueves para dar cuenta de los acuerdos de la comisi¨®n permanente de la Conferencia Episcopal, formada por los cardenales y arzobispos en activo, y por otra decena de prelados.

Los religiosos han estado reunidos desde el lunes pasado y, entre otros asuntos, han reflexionado "sobre la situaci¨®n que vive nuestro pa¨ªs", ha explicado el portavoz. "No entramos en cuestiones concretas. Estamos en un momento in¨¦dito. Tenemos confianza en que los actores pol¨ªticos tendr¨¢n los resortes suficientes para reconducir este camino en una estabilidad de gobernabilidad. Hay que recuperar el esp¨ªritu de la Transici¨®n, estamos en un tiempo nuevo, con actores nuevos", ha a?adido.

Sobre el futuro de los cuatro acuerdos concordados con el Vaticano en 1976 y 1979, que elevaron a rango de ley los numerosos privilegios obtenidos por la Iglesia cat¨®lica durante la dictadura franquista, los obispos se muestran tranquilos despu¨¦s de conocer que el pacto de investidura del candidato Pedro S¨¢nchez, firmado por el PSOE y Ciudadanos, no habla de la denuncia o cancelaci¨®n de esos acuerdos, sino solo de su revisi¨®n. Los obispos "no valoran" lo pactado, pero recuerdan que no es lo mismo "denunciar que revisar" tales acuerdos. Sin embargo, y por primera vez, el portavoz episcopal abre la puerta a esa revisi¨®n. "Las leyes no son eternas, ni los acuerdos", ha subrayado, ofreciendo "la disponibilidad de los obispos al di¨¢logo" siempre que se respete la libertad religiosa, la ense?anza concertada, la asistencia religiosa en lugares p¨²blicos y las exenciones fiscales. "No son privilegios de la Iglesia", ha sentenciado.

El primero de esos acuerdos con el Vaticano, de julio de 1976, por tanto preconstitucional, exige al Papa consultar al Gobierno el nombramiento de los obispos "por si existiesen posibles objeciones concretas de ¨ªndole pol¨ªtica general", y deja en manos del Rey la elecci¨®n del arzobispo castrense con rango de general de Divisi¨®n. Por su parte, el acuerdo sobre ense?anza exige al Estado que "la educaci¨®n que se imparta en los centros docentes p¨²blicos sea respetuosa con los valores de la ¨¦tica cristiana", y que los medios de comunicaci¨®n se atengan "a los mismos principios" pactados entre la Iglesia y el Estado.

En materia de financiaci¨®n del clero y el culto cat¨®licos con dinero p¨²blico, el Vaticano se comprometi¨® en 1979 en el acuerdo llamado sobre "Asuntos econ¨®micos", a que la Iglesia cat¨®lica deb¨ªa lograr por s¨ª misma ¡°los recursos suficientes para la atenci¨®n de sus necesidades¡±. Para ello, "ambas partes" se compromet¨ªan a ponerse de acuerdo para sustituir "los sistemas actuales de colaboraci¨®n econ¨®mica por otros campos y formas de financiaci¨®n". Nunca se ha intentado ejecutar lo pactado entonces.

Pese a que cualquier atisbo de reforma o cancelaci¨®n de esos acuerdos con el Estado de la Santa Sede es percibido por amplios sectores eclesi¨¢sticos como un s¨ªntoma de anticlericalismo y laicismo agresivo, el portavoz de los obispos sostiene que "en Espa?a no hay una persecuci¨®n religiosa, ni nada de esto".