La primera propuesta de Podemos en interior
Es en el equipamiento y la formaci¨®n de los polic¨ªas y guardias civiles donde debe estar el presupuesto
El pasado d¨ªa 13 de enero, en la sesi¨®n de Constituci¨®n de la XI Legislatura los diputados electos de Podemos decidimos prometer nuestros nuevos cargos con una f¨®rmula inequ¨ªvoca de nuestro compromiso con los ciudadanos, mucho m¨¢s clara y precisa que los habituales ¡°s¨ª, juro¡± o ¡°s¨ª, prometo¡±.
Por eso en Podemos elegimos ese d¨ªa, como siempre, hablarle al pueblo mir¨¢ndolo a los ojos, de t¨² a t¨², hacerle un gui?o a todos esos miles de personas que esperan el verdadero cambio como agua de mayo. As¨ª las cosas, cada uno de manera m¨¢s o menos consensuada a?adi¨® a la frase oficial una promesa concreta m¨¢s cercana a su ¨¢mbito de trabajo, o al entorno donde ha desarrollado su trayectoria.
En mi caso no quise dejar pasar la ocasi¨®n para hacer un claro gui?o al colectivo al que durante muchos a?os he representado, a los compa?eros con los que he trabajado codo con codo, y para los que de alguna manera sigo trabajando: ¡°Prometo acatar esta Constituci¨®n y trabajar para cambiarla, y prometo trabajar para mejorar las condiciones socio laborales de los trabajadores y trabajadoras de la Polic¨ªa, la Guardia Civil y el Ej¨¦rcito¡±, pronunci¨¦.
Y en ello estamos. Como todos sabemos, el pasado jueves el grupo parlamentario Podemos present¨® una Proposici¨®n no de Ley (PNL) para instar al Gobierno a que dote a los agentes de la Polic¨ªa y la Guardia Civil de chalecos antibalas. S¨ª, porque aunque parezca incre¨ªble, la mayor¨ªa de los agentes que trabajan en nuestras calles para proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades de los espa?oles y garantizar su seguridad no tienen chalecos antibalas para protegerse ellos mismos ante situaciones de riesgo vital.
En este sentido, acabamos de conocer a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n que cuatro sindicatos policiales han presentado una denuncia por el incumplimiento en materia de prevenci¨®n de riesgos laborales que supone que cada polic¨ªa no disponga de un chaleco antibalas.
Y es que a pesar de que el Gobierno decidi¨® hace varios meses subir la situaci¨®n de alerta por peligro real de atentados terroristas yihadistas a nivel cuatro (de cinco), esta no ha venido acompa?ada de medidas protectoras para los agentes, lo que evidencia una vez m¨¢s el abandono y la dejadez del Gobierno del Partido Popular hacia los trabajadores de la Polic¨ªa y la Guardia Civil.
Pero es que adem¨¢s el peligro para la integridad f¨ªsica de los agentes no solo proviene, desgraciadamente, de la amenaza terrorista que provoca esta alerta cuatro en la que nos encontramos. Porque son numerosas las actuaciones en el ¨¢mbito del ejercicio de las funciones que tienen asignados los trabajadores y trabajadoras de la Polic¨ªa y la Guardia Civil las que acaban con el tr¨¢gico resultado de la muerte de agentes como consecuencia de una agresi¨®n, ya sea con arma blanca o con arma de fuego.
Valgan dos ejemplos en cada cuerpo: el del agente de la Polic¨ªa Nacional fallecido en M¨¢laga tras ser apu?alado al proceder a identificar a su agresor, y en la Guardia Civil el caso de otro agente fallecido en la provincia de Pontevedra al acudir a una llamada de alarma de un banco.
La falta de medios en ambos cuerpos es preocupante: existen cuarteles de la Guardia Civil y comisar¨ªas de la Polic¨ªa Nacional en los que hay un chaleco por cada diez agentes, con lo que resulta materialmente imposible que todos vayan protegidos en el ejercicio de sus funciones como servidores p¨²blicos.
Desde luego que existen muchos problemas que solucionar en el ¨¢mbito de los trabajadores de la seguridad p¨²blica: modernizaci¨®n y democratizaci¨®n de ambos cuerpos, jornada laboral, mejores medios, retribuci¨®n justa, etc¨¦tera, pero lo que debe ser primordial es velar por la vida de los trabajadores y trabajadoras que tienen como misi¨®n protegernos a nosotros.
Porque toda esta precariedad de medios, tanto materiales como humanos (podr¨ªamos hablar no solo de la falta de agentes, sino de los coches donde deben realizar las patrullas, algunos con m¨¢s de 400.000 kil¨®metros, por citar solo un ejemplo) repercute al final en el propio ciudadano, el cual conf¨ªa en contar con un servicio de calidad que garantice su seguridad y que sin embargo desconoce las lamentables condiciones bajo las que trabajan los funcionarios que deben protegerlo.
No es mucho pedir, entendemos desde Podemos, que cada polic¨ªa o guardia civil tenga su propio chaleco antibalas. Deber¨ªa ser algo indisociable del hecho de vestir el uniforme, o de portar el arma reglamentaria. Es en realidad la situaci¨®n actual la que nos parece ins¨®lita e intolerable, tanto, como he indicado anteriormente, desde el punto de vista de la seguridad de los agentes como en lo que se refiere a la de los ciudadanos que pagan sus servicios.
Es ah¨ª, en el equipamiento y la formaci¨®n de los polic¨ªas y guardias civiles, donde creemos que debe estar el presupuesto que se destina a estos Cuerpos. Los desfiles que tanto gustan a algunos jefes para lucir sus pecheras llenas de medallas y los boatos siempre pueden esperar; las vidas de los agentes y la seguridad de los ciudadanos, jam¨¢s.
Juan Antonio Delgado Ramos es diputado del Grupo Parlamentario Podemos
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.