Espa?a aprende a dimitir

Los pol¨ªticos espa?oles est¨¢n aprendiendo a dimitir. La semana pasada, las salidas voluntarias de Jos¨¦ Ram¨®n Besteiro, el imputado l¨ªder de los socialistas gallegos, y de Eva Borox, diputada auton¨®mica de Ciudadanos a la que se relacionada con David Marjaliza, el mu?idor de la trama P¨²nica, han subrayado que algo ha cambiado en las din¨¢micas internas de los partidos. Podemos y Ciudadanos atribuyen esa transformaci¨®n a su irrupci¨®n en la pol¨ªtica nacional. Las formaciones tradicionales niegan que hayan necesitado ese impulso. Jam¨¢s, en cualquier caso, se acumularon tantas dimisiones en tan poco tiempo, y de todos los partidos.

A las dimisiones por discrepancias pol¨ªticas, como la treintena que se han producido en Podemos e IU, se ha unido un elemento nuevo. Entre el PP y el PSOE, m¨¢s de una decena de cargos han dejado sus puestos en el ¨²ltimo a?o por estar imputados en casos de corrupci¨®n. M¨¢s de 50 pol¨ªticos han abandonado sus partidos en ese tiempo por una de estas dos causas.

"El ciclo pol¨ªtico y electoral que finaliz¨® en el 20-D ha determinado una din¨¢mica diferente y una cascada de dimisiones en un plazo de tiempo muy corto¡±, resume ?ngel Valencia, catedr¨¢tico de ciencia pol¨ªtica de la Universidad de M¨¢laga. ¡°Los casos de corrupci¨®n pol¨ªtica propiciaron una crisis de legitimidad de la clase pol¨ªtica en su conjunto y la necesidad de una renovaci¨®n interna de los partidos tradicionales¡±, sigue. ¡°Esto ha determinado que los propios partidos sean m¨¢s sensibles a este fen¨®meno y asuman la responsabilidad pol¨ªtica a trav¨¦s de las dimisiones, y no, como ven¨ªa siendo habitual hasta ahora, con una disoluci¨®n de la misma en responsabilidad penal, en su caso¡±, argumenta. ¡°Despu¨¦s de a?os de judicializaci¨®n de la pol¨ªtica parece que hay alg¨²n s¨ªntoma de recuperaci¨®n de la responsabilidad pol¨ªtica, si bien no conviene confiarse y est¨¢ lejos de ser muy profundo en los partidos tradicionales¡±.

El PP ha actuado bajo la presi¨®n de sus pactos auton¨®micos con Ciudadanos, que exigen la salida de los imputados por la corrupci¨®n. El PSOE, sin embargo, rechaza de plano que haya sido el impulso regeneracionista de los partidos emergentes lo que le ha llevado del ronzal para incrementar la dureza en el castigo en sus filas. Las nuevas fuerzas pol¨ªticas no les han ense?ado el camino de las dimisiones, se?alan en la direcci¨®n socialista, sino que son el santo y se?a de Pedro S¨¢nchez desde que lleg¨® a la secretaria general del PSOE. Pero no todo empez¨® con ¨¦l, remarcan en el intento de ser justos con sus antecesores.

Si las dimisiones no han sido pr¨¢cticas ajenas en la historia del PSOE de los ¨²ltimos 20 a?os, s¨ª se han extremado y regulado mucho m¨¢s las causas y las consecuencias de comportamientos ajenos a la decencia pol¨ªtica. ¡°El PSOE es el partido con el c¨®digo ¨¦tico m¨¢s exigente de todo el arco pol¨ªtico¡±, proclama C¨¦sar Luena, secretario de Organizaci¨®n del PSOE. Este rigorismo impuls¨® a Felipe Gonz¨¢lez, expresidente del Gobierno, a hacer una reflexi¨®n en alto ¨C que fue en el fondo una cr¨ªtica ¨C a la falta de respeto al Estado de Derecho al ¡°condenar¡± a un ciudadano antes de ser juzgado. En el c¨®digo ¨¦tico del PSOE se suspende de militancia a aqu¨¦l a quien se le abra juicio oral, antes, por tanto, de que sea juzgado y mucho menos condenado, con el riesgo de cometer una injusticia de imposible reparaci¨®n. As¨ª lo resalta el portavoz parlamentario del Senado, ?scar L¨®pez, con el pesar de casos en los que, finalmente, los tribunales han declarado la inocencia del militante del PSOE a quien el partido expuls¨®. Elena Diego, exsenadora, exalcaldesa de Villamayor, localidad salmantina, fue apartada de sus cargos al ser investigada por un asunto de contrataciones de monitoras de verano, denunciada por la oposici¨®n, que el juez archiv¨® al no ver materia delictiva.

?Que en el PSOE no se dimite? Esta pregunta la formulan con cierta irritaci¨®n los m¨¢s veteranos al recordar los a?os 90, en la ¨²ltima legislatura de Gonz¨¢lez, en la que se sucedieron las dimisiones de altos cargos por responsabilidad pol¨ªtica. ¡°En el PSOE se dimite hasta por perder las elecciones europeas¡±, enfatiza ?scar L¨®pez, para reivindicar a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba que dej¨® la pol¨ªtica por el mal resultado en los comicios al Parlamento Europeo en 2014.

Las formaciones emergentes sostienen que el cambio se debe a su aparici¨®n. El c¨®digo ¨¦tico de Podemos obliga a los firmantes a renunciar a su cargo p¨²blico o interno si son imputados por delitos de corrupci¨®n, econ¨®micos, de pederastia, violencia de g¨¦nero, contra los derechos de los trabajadores, ecol¨®gicos y urban¨ªsticos. ¡°Dimitimos porque creemos que se pueden hacer las cosas mejor¡±, dijo Jos¨¦ Manuel L¨®pez, portavoz en la Asamblea de Madrid; ¡°y no porque se mete la mano en la caja o haya una caja b, y siempre a punta de juez¡±. En Ciudadanos, la imputaci¨®n por corrupci¨®n pol¨ªtica es causa de expulsi¨®n inmediata.

Este partido ha incluido en sus pactos con PP y PSOE que los imputados abandonen sus puestos y no puedan ir en las listas. As¨ª, el PP y el PSOE han tenido que lograr la dimisi¨®n de decenas de sus cargos en Murcia, Madrid, Andaluc¨ªa, La Rioja o Andaluc¨ªa. Adem¨¢s, el acuerdo de Gobierno entre Rivera y Pedro S¨¢nchez recoge el compromiso de acabar con los aforamientos.

¡°Hace un par de a?os los imputados por corrupci¨®n pol¨ªtica campaban a sus anchas. Hoy, nadie concibe que un imputado por corrupci¨®n mantenga su esca?o¡±, describe Fran Herv¨ªas, secretario de organizaci¨®n de Ciudadanos y dise?ador de su expansi¨®n nacional. ¡°Este cambio es gracias a la sociedad espa?ola, m¨¢s exigente y critica. Los nuevos partidos hemos nacido precisamente de esa sociedad civil y, entre otras cosas, con el objetivo de cambiar la vieja pol¨ªtica¡±, asegura este representante de una de las dos formaciones emergentes, que siguen reclamando a los partidos tradicionales mayor contundencia en casos como el de Rita Barber¨¢, que no est¨¢ imputada y declarar¨¢ voluntariamente ante el juez que investiga el caso Taula. De la misma forma, el PP ha pedido la dimisi¨®n de Rita Maestre, concejala del Ayuntamiento de Madrid condenada al pago de una multa de 4.320 euros por cometer un delito contra los sentimientos religiosos.

Con este nuevo escenario, ?abre Espa?a un camino nunca transitado, o se iguala tard¨ªamente a los pa¨ªses de su entorno? ¡°En mi opini¨®n, no est¨¢bamos al mismo nivel¡±, contesta Valencia. ¡°En nuestro pa¨ªs, por un lado, parec¨ªa existir hasta hace poco una resistencia a dimitir y, por otro lado, resistir hasta que se dirimiera responsabilidad penal¡­ algo muy distinto a lo de lo que sucede en los pa¨ªses anglosajones, por ejemplo. Por ello, todo este movimiento es un paso en la buena direcci¨®n¡±.