No es pa¨ªs para pactos
A los 110 d¨ªas de las generales ya queda claro que el 26 de junio habr¨¢ que volver a votar
Se acab¨®.
A los 110 d¨ªas de las elecciones generales ya queda claro que el 26 de junio habr¨¢ que volver a votar, por primera vez en democracia y con muy escasos precedentes en el mundo. Despu¨¦s de escuchar a todos los partidos lo de ¡°el mensaje de los espa?oles es que nos pongamos de acuerdo y pactemos¡± llegamos al 26-J.
Quedan algunos regates sin bal¨®n y el tr¨¢mite de? la consulta de Podemos a sus bases sobre una pregunta claramente inducida desde su propia formulaci¨®n al hablar de "pacto Rivera-S¨¢nchez" y al contraponerlo con la idea b¨¢sica de que todos los simpatizantes preferir¨¢n siempre su Gobierno al ajeno. Es decir, la segunda pregunta anula la primera.
Tambi¨¦n al condicionar el futuro de los miembros de la direcci¨®n al resultado, recordando (aunque a Pablo Iglesias no le guste la comparaci¨®n) a la pregunta ret¨®rica de Felipe Gonz¨¢lez cuando el refer¨¦ndum de la OTAN: "?Qui¨¦n gestiona el No?". Los cubiletes de trilero vuelven a moverse.
Queda el reparto de las culpas, que ser¨¢ casi el ¨²nico mensaje electoral de cada uno de los partidos. No ser¨¢n los programas o las ideolog¨ªas sino la responsabilidad por la falta de acuerdo y la repetici¨®n de elecciones lo que someter¨¢n los partidos a los espa?oles el 26 de junio. Y es posible que todos tengan su parte de raz¨®n y ninguno la tenga. La culpa, como el gordo de Navidad, est¨¢ muy repartida.
El PP ha mantenido con insistencia, pero sin acciones el acuerdo con PSOE y Ciudadanos, aunque los socialistas vetaron a los populares desde el primer d¨ªa. De ah¨ª no ha podido ni querido moverse, aunque lo intentar¨¢ antes del 20 de abril, saliendo del letargo invernal, aunque sea por el "qu¨¦ dir¨¢n".
El PSOE ha pactado con Ciudadanos sin alcanzar la cifra de esca?os necesarios, pero han evitado un acuerdo con Podemos, entre otras cosas, por muchas y poderosas presiones externas, y han huido del respaldo de los independentistas, necesario aritm¨¦ticamente. Pedro S¨¢nchez ha intentado cuadrar a martillazos piezas incompatibles con m¨¢s voluntad que acierto en el resultado, sin disparar balas como la propuesta de ministros independientes asumidos por todos. Y con la idea del cambio que les un¨ªa frente al PP, que no ha sido suficiente.
S¨¢nchez opt¨® por Ciudadanos con el riesgo de dar impresi¨®n de que derechiza su partido y s¨®lo logr¨® su frase t¨®pica de "poner en marcha el reloj de la democracia", porque si no estar¨ªamos a¨²n en el limbo de no tener ni el horizonte del 26 de junio. Logr¨® el aval de las bases socialistas aunque fuera con pregunta ambigua y viviendo en una ilusi¨®n ¨®ptica permanente.
Ha hecho igual que Gonz¨¢lez cuando opt¨® en 1993 por la derecha nacionalista y evit¨® pactar con Izquierda Unida. En Espa?a, hist¨®ricamente, dos partidos de izquierda siempre quieren acabar uno con el otro.
Podemos ha jugado la baza de la imagen de cesi¨®n y flexibilidad, sin moverse de su oferta de Gobierno a la valenciana y dando impresi¨®n de que siempre ha querido elecciones para cumplir su gran sue?o de superar al PSOE. O, siguiendo la l¨®gica que aplican al pacto de PSOE al cambiar el orden de firmantes, de Gobierno de Iglesias presidido por S¨¢nchez que fue visto como un insulto por muchos dirigentes y bases del PSOE por un exceso de arrogancia. Esa impresi¨®n de los socialistas se mantuvo con la acusaci¨®n de la cal viva en el pleno de investidura.
Pablo Iglesias, l¨ªder siempre del martirologio, dimiti¨® como vicepresidente sin tomar posesi¨®n y el jueves present¨® una oferta que sab¨ªa que no pod¨ªan aceptar los dem¨¢s de la mesa y ni siquiera ha esperado para escenificar la ruptura a tener el lunes la respuesta formal. No obstante, hay que reconocerle que se baj¨® de condiciones imprescindibles en estos 110 d¨ªas: los cuatro grupos parlamentarios para las confluencias, no sentarse con el PSOE mientras hablaba con Ciudadanos o al derivar a Catalu?a la que fue exigencia necesaria de la consulta de autodeterminaci¨®n.
Antes de romper ha hecho de la palabra "cesiones" su mantra hacia el 26-J.
El PP se arriesga a que Podemos quede por delante del PSOE y gobierne; el PSOE, a quedar tercero y perder la hegemon¨ªa de la izquierda; Podemos, a perder esca?os y ver un Gobierno del PP con Rajoy en La Moncloa; y Ciudadanos, a perder su papel decisivo
Ciudadanos ten¨ªa el papel del acuerdo y lo ha intentado, salvo para llegar a un pacto con Podemos, al que ha vetado de diferentes formas hasta el final. Pact¨® con el PSOE con el riesgo de perder su equidistancia, pero no ha tenido la m¨¢s m¨ªnima flexibilidad para completar el puzzle con Podemos.
El jueves los negociadores de Albert Rivera se comportaron como los due?os de una casa que reciben una visita que les incomoda y no paran de ponerles malas caras y mostrarse molestos hasta que los visitantes se van precipitadamente.
Y antes de la reuni¨®n Iglesias y Rivera o Rivera e Iglesias se comportaron en el pleno del Congreso como los protagonistas de la vieja pol¨ªtica que tanto combatieron con la etiqueta del "y t¨² m¨¢s".
Una de las conclusiones es que todo lo que ha hecho el Congreso desde enero no ha servido para nada. Decaen todas las iniciativas para derogar leyes rechazadas como la ley mordaza, la reforma laboral, la Lomce o la Ley de Enjuiciamiento que seguir¨¢n en vigor mucho tiempo si como parece inevitable hay nuevas elecciones.
No se aprobar¨¢ tampoco la "ley 25" de Podemos que los de Iglesias consideran emblem¨¢tica para solucionar situaciones de emergencia de ciudadanos que sufren. Se discutir¨¢ el martes en el pleno, pero no se aprobar¨¢ porque el 2 de mayo decaer¨¢.
Y todos se arriesgan a que se repita el mismo resultado o a empeorar su situaci¨®n. El PP se arriesga a que Podemos quede por delante del PSOE y gobierne; el PSOE, a quedar tercero y perder la hegemon¨ªa de la izquierda; Podemos, a perder esca?os y ver un Gobierno del PP con Rajoy en La Moncloa; y Ciudadanos, a perder su papel decisivo. Todo eso con la interrogante de si Podemos integrar¨¢ a IU.
A votar. Y a plantearse que quiz¨¢s este no es pa¨ªs para pactos.
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