Urge parar y arreglar la LOMCE
La proposici¨®n de ley aprobada por la mayor¨ªa de la c¨¢mara es un paso incompleto sino se consolida un gobierno de cambio
El pasado 5 de abril la mayor¨ªa de los grupos parlamentarios dieron un gran paso apoyando la proposici¨®n de ley del grupo socialista en el Congreso de los Diputados para la paralizaci¨®n del calendario de implantaci¨®n de la LOMCE. Un paso necesario para evitar grandes da?os que quedar¨ªan por llegar si la LOMCE siguiese su camino planificado, pero es un paso incompleto sino se consolida un gobierno de cambio en pr¨®ximas fechas.
Nuestro sistema educativo necesita un gobierno ya para poder sacar adelante esa proposici¨®n de ley que frene las rev¨¢lidas de 4? de secundaria y 2? de bachillerato, cuya superaci¨®n es necesaria para poder titular. Necesitamos un gobierno de inmediato para frenar la rev¨¢lida de sexto cuya realizaci¨®n es inminente y tambi¨¦n para evitar los itinerarios educativos en 4? de la ESO.
El apoyo de los grupos parlamentarios a esa proposici¨®n es in¨²til sin un apoyo a un gobierno de cambio que la ejecute, de lo contrario decaer¨ªa. Un apoyo real para derogar la LOMCE s¨®lo puede ser efectivo con el apoyo a la configuraci¨®n de un gobierno. Una nueva ley educativa de consenso s¨®lo puede fraguarse con un gobierno de cambio, porque el PP ya ha demostrado en estos cuatro a?os su interpretaci¨®n de los conceptos ¡°di¨¢logo y consenso¡±, la comunidad educativa lo sabe bien.
Urge arreglar los da?os causados por la LOMCE porque ha roto principios que se consideraban inquebrantables en el sistema educativo. La LOMCE incluso atenta contra principios y acuerdos constitucionales al limitar la gesti¨®n educativa de los consejos escolares, al romper el equilibrio entre la red p¨²blica y la concertada o incluso al permitir conciertos con centros de educaci¨®n diferenciada.
La aplicaci¨®n de la LOMCE en los centros exige ciertas reparaciones de urgencia antes de que el da?o a nuestro sistema educativo sea irreparable y que los perjuicios causados al futuro de muchos j¨®venes sean insalvables. Recuperar el car¨¢cter democr¨¢tico y el sentido de la participaci¨®n en los centros es necesario, porque no es una mera cuesti¨®n de derechos de la comunidad educativa, que lo es tambi¨¦n, sino que la escuela democr¨¢tica y participativa es un modelo, un ejemplo que se debe visualizar a diario en los colegios e institutos de manera que sea un valor intr¨ªnseco a la escuela y por ende a su alumnado.
Evitar la segregaci¨®n temprana del alumnado que ha impuesto la LOMCE es un objetivo que debemos conseguir lo antes posible y que se ha visto reflejada en la doble opci¨®n de matem¨¢ticas en 3? de ESO , marcando un itinerario diferenciado que estigmatiza al alumnado a la vez que le excluye de opciones acad¨¦micas futuras. Los nuevos programas de mejora de aprendizaje y rendimiento de 2? y 3? de ESO, conocidos como PMAR, atentan contra la igualdad de oportunidades, puesto que limitan las opciones para titular a los alumnos que los cursan e implican una segregaci¨®n tan temprana como que en estos programas un ni?o, con 13 a?os y tan s¨®lo habiendo repetido un curso, puede tener marcado su itinerario educativo de forma irreversible.
Es urgente devolver a este alumnado una nueva oportunidad y no condenarles a un callej¨®n educativo sin salida, porque sin cualificaciones educativas y profesionales, s¨®lo les espera un futuro oscuro y poco esperanzador. Seamos generosos y pensemos en los cientos de miles de ni?os y j¨®venes que este mismo curso ya han perdido en igualdad, consideremos que cientos de miles de ni?os no tienen las mismas oportunidades que hace tan s¨®lo un a?o, y ayudemos a miles de ni?os clasificados desde 2? de ESO de manera irreversible.
Pensemos tambi¨¦n en los cientos de miles de j¨®venes que por una mala y poco planificada ley tienen un derecho desigual para acceder a la FP de grado medio o incluso a la universidad.
Urge parar la LOMCE y urge reparar sus efectos, porque la LOMCE nos afecta a todos, porque el sistema educativo forma a la sociedad del futuro. Nuestro empe?o no s¨®lo debe centrarse en su paralizaci¨®n sino en arbitrar todas las v¨ªas legislativas a nuestro alcance para reparar lo que ya est¨¢ implantado y atenta contra principios b¨¢sicos de equidad, igualdad y valores democr¨¢ticos.
Una ley injusta o una ley que no garantiza la igualdad es un modelo de desigualdad. Una ley que segrega al alumnado en funci¨®n de sus capacidades genera un modelo de sociedad excluyente y segregadora. En la escuela, no s¨®lo se adquiere conocimiento, la escuela es un modelo de actuaci¨®n, de imitaci¨®n. Los valores que se adquieren en los centros educativos se reflejan en el d¨ªa a d¨ªa de sus alumnos. Por ello, los ni?os que contemplan y sufren exclusi¨®n y segregaci¨®n como un modelo natural de actuaci¨®n, segregar¨¢n y excluir¨¢n el d¨ªa de ma?ana. Por ellos, necesitamos un gobierno ya.
M? Luz Mart¨ªnez Seijo es diputada del PSOE por Palencia y portavoz adjunta del Grupo Socialista en la Comisi¨®n de Educaci¨®n del Congreso de los Diputados.
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