El retraso del submarino S-80 cuesta 130 millones de euros
Es el precio de someter a una profunda revisi¨®n a los tres submarinos todav¨ªa en servicio para prolongar su vida operativa
A¨²n no se sabe cu¨¢nto costar¨¢ el nuevo submarino espa?ol, rebautizado como S-81 Plus, pero s¨ª se conoce cu¨¢l ser¨¢ el coste de su retraso, provocado por sus defectos de dise?o (entre otros, un sobrepeso de 75 toneladas): unos 130 millones de euros. Ese es el precio de someter a una profunda revisi¨®n a los tres submarinos todav¨ªa en servicio para prolongar su vida operativa hasta que lleguen sus sustitutos. A punto de concluir la gran carena del Tramontana (S-74), por 43 millones, la Armada planea ya repetir la operaci¨®n con el S-71 y el S-73.
El submarino es un ¡°arma estrat¨¦gica¡± ¡ªen palabras del jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante general Jaime Mu?oz Delgado¡ª que Espa?a no debe perder. De los ocho sumergibles que ten¨ªa en los a?os ochenta, ya s¨®lo quedan tres, lo que ha obligado a declinar algunas peticiones de la OTAN.
Pero el retraso de la nueva serie S-80 ¡ªinicialmente estaba previsto que el primero, el Isaac Peral, se entregase en 2012 y ahora se apunta a 2020¡ª amenaza con dejarlos en dique seco. Y ello no solo implica perder una capacidad tecnol¨®gica y militar, sino tambi¨¦n el adiestramiento de las tripulaciones, que cuesta todav¨ªa m¨¢s recuperar.
Para que puedan seguir navegando en condiciones de seguridad, deben someterse a una exhaustiva revisi¨®n, denominada gran carena, que se prolonga durante 18 meses e implica desmontarlos por completo.
La Armada contrat¨® el a?o pasado con el astillero p¨²blico Navantia una gran carena no prevista del Tramontana por 42,9 millones de euros, a punto de concluir, y ya planea repetir la operaci¨®n con el Galerna (S-71) y el Mistral (S-73) en 2017 y 2018.
Cuatro carenas
Normalmente se realizan cuatro grandes carenas a lo largo de la vida de un submarino, pero la Armada se propone hacer una quinta antes de darlos de baja. Estas obras permitir¨ªan prolongar sus tres d¨¦cadas de servicio en cuatro o cinco a?os m¨¢s, lo que servir¨ªa de puente hasta la llegada de los nuevos S-80, aunque no est¨¢ garantizado.
A principios de este mes, Navantia concluy¨® el casco resistente del S-81 Plus, as¨ª llamado porque hubo que alargarlo para compensar el sobrepeso, tras realizar un completo redise?o para el que se contrat¨® a la firma estadounidense Electric Boat, por 14 millones. Pero hasta este verano no est¨¢ previsto que se realice la denominada Critical Design Review (CDR), que permitir¨¢ certificar definitivamente el dise?o del submarino. Defensa ha ordenado a Navantia que aparque los trabajos de construcci¨®n de los otros tres sumergibles y se centre en la primera unidad, el S-81 Plus. Solo entonces se podr¨¢ fijar el n¨²mero de unidades, el coste final del programa y el calendario de entregas. Y eso obligar¨¢ a modificar la actual orden de ejecuci¨®n, equivalente al contrato.
El sobrepeso es el problema m¨¢s aparatoso del nuevo submarino, pero no el ¨²nico. La integraci¨®n de un sistema de propulsi¨®n AIP (independiente del aire) tambi¨¦n ha generado m¨²ltiples complicaciones, pero la Armada se resiste a renunciar al mismo, porque un submarino con motor di¨¦sel-el¨¦ctrico convencional nacer¨ªa ya obsoleto. Aunque Defensa mantiene formalmente el presupuesto inicial del programa S-80 (2.135 millones de euros), los expertos dan por sentado que este dinero s¨®lo llegar¨¢ para el primer submarino y habr¨¢ que buscar m¨¢s fondos (aunque no sean tan caros, una vez certificado el dise?o) para los restantes.
El mayor fiasco de la industria militar espa?ola no ha sido objeto de un debate monogr¨¢fico en el Parlamento ni de exigencia de responsabilidades. En su ¨²ltimo comunicado sobre el S-80, el pasado 16 de abril, Defensa deslizaba sutilmente la responsabilidad hacia el Gobierno del PSOE, al atribuir los ¡°graves retrasos¡± del proyecto a su ¡°alta componente tecnol¨®gica¡± y a la ¡°falta de un socio tecnol¨®gico de referencia¡±. Fue en 2010 cuando Navantia rompi¨® su colaboraci¨®n con la firma francesa DCNS, convencida de que no la necesitaba para dise?ar un submarino de nuevo cu?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.