Joaqu¨ªn Amestoy, un fotoperiodista que hizo avanzar el oficio
Fue uno de los miembros de la primera secci¨®n de fotograf¨ªa de EL PA?S cuando se fund¨®, en 1976
Joaqu¨ªn Amestoy, fallecido el pasado lunes en Elche a los 68 a?os, fue uno de los miembros de la primera secci¨®n de fotograf¨ªa de EL PA?S cuando se fund¨®, en 1976. Natural de Soria, se inici¨® en la fotograf¨ªa con su hermano Eloy cuando ambos eran muy j¨®venes. Fotoperiodista muy activo durante los primeros a?os de la Transici¨®n, Joaqu¨ªn cubri¨® para EL PA?S muchos de los grandes acontecimientos del momento.
Fue uno de los fot¨®grafos pioneros en una generaci¨®n que cambi¨® el modo de aproximarse a los hechos sociales con nuevas herramientas t¨¦cnicas, pero sobre todo con un compromiso profesional del que muchos somos herederos.
Sigui¨® muy de cerca la producci¨®n de los grandes creadores de la agencia Magnum y fue profundo conocedor y seguidor de la fotograf¨ªa de prensa que se realizaba en las grandes revistas de la ¨¦poca: Life, Time, Newsweek... Guardaba ejemplos de trabajos que admiraba y sab¨ªa compartir con esp¨ªritu did¨¢ctico con los j¨®venes profesionales, descubri¨¦ndonos muchos de los referentes internacionales insoslayables.
Su mirada fresca y la pulsi¨®n creativa que lat¨ªa en sus im¨¢genes contribuyeron a la evoluci¨®n del fotoperiodismo en Espa?a, lo que unido a su generosidad y alegr¨ªa le convirti¨® en un ser muy querido y respetado por los profesionales de la prensa de de aquellos a?os.
Siempre me llam¨® la atenci¨®n su sensibilidad especial y c¨®mo viv¨ªa con pasi¨®n cada uno de los momentos en que fotografiaba. Rebelde ante la injusticia social, mantuvo una conciencia cr¨ªtica y fue fiel a unos principios durante toda su trayectoria de cazador de im¨¢genes. Nos mostr¨® una forma de ejercer el oficio apasionada, pero rigurosa. Sent¨ªa un enorme respeto por la realizaci¨®n final y se encerraba en el laboratorio hasta conseguir positivos de depurada calidad.
Sus gafas redondas, a lo Lennon, le han acompa?ado hasta el final y eran una se?a de identidad. Supo vivir como quiso. Su director de entonces escribi¨® una vez que el periodismo es un oficio que hay que abandonar joven; por una vez casi pareci¨® que le daba la raz¨®n y decidi¨® cambiar de vida y se march¨® a vivir al campo. Su decisi¨®n nos dej¨® un poco hu¨¦rfanos y le hemos echado de menos durante a?os: su alegr¨ªa, su ingenio, su iron¨ªa y su capacidad cr¨ªtica eran buena compa?¨ªa en cualquier cobertura informativa.
Para muchos era un buen amigo, un maestro de la luz y un compa?ero del alma. Nunca le abandon¨® el entusiasmo, ni su capacidad para so?ar y sorprenderse por la belleza del mundo. Hombre de hondas convicciones, ha sido un ejemplo de fidelidad a su forma de mirar. Dotado de una delicadeza original, logr¨® irse acercando cada vez m¨¢s a la magia de la realidad y a la emotividad que busc¨® durante toda su vida.
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