Jes¨²s Tomillero: ¡°No aguanto m¨¢s los insultos¡±

A Jes¨²s Tomillero no le gusta el f¨²tbol, pero lleva m¨¢s de una d¨¦cada pisando el terreno de juego. Silbato al cuello. Este chico de 21 a?os, vecino de La L¨ªnea de la Concepci¨®n (C¨¢diz), era el ¨²nico ¨¢rbitro colegiado de f¨²tbol espa?ol que hab¨ªa reconocido p¨²blicamente su homosexualidad. Era; porque ha anunciado que cuelga las botas, las tarjetas y el silbato a causa de los insultos hom¨®fobos que ha venido recibiendo tras declararse gay. Lo hizo hace a?o y medio a trav¨¦s de las redes sociales y, desde entonces, nada es lo mismo. ¡°No aguanto m¨¢s. Iba a los encuentros con miedo, y eso no puede ser. No s¨¦ qu¨¦ voy a hacer ahora, pero no puedo seguir¡±, afirma Tomillero.

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El partido de segunda andaluza juvenil (con menores de 17 a?os) que dirigi¨® el pasado s¨¢bado fue la gota que colm¨® el vaso. ¡°No te da verg¨¹enza pitar lo que has pitado, maric¨®n de mierda¡±, ¡°el gol te lo van a meter por el culo, maric¨®n¡±... fueron algunos de los insultos que un espectador propin¨® a Tomillero por pitar un penalti a favor del Recreativo Portuense F¨²tbol Club Base. ¡°En esos momentos te quedas en shock, te cuesta creer lo que est¨¢s escuchando. Es vergonzoso que estos episodios ocurran en pleno siglo XXI¡±, se lamenta. Tras denunciar los hechos el pasado lunes, Tomillero comunic¨® a la Real Federaci¨®n Andaluza su retirada como ¨¢rbitro. ¡°Lo peor no son los insultos, sino que todo el p¨²blico se r¨ªa con ellos¡±, dice.

Camarero y miembro de las Nuevas Generaciones del PP de La L¨ªnea, lleg¨® al mundo del balompi¨¦ de rebote. ¡°Me despert¨® el gusanillo el ir a los entrenamientos de mi hermano peque?o. Comenc¨¦ arbitrando amistosos y, poco a poco, fui entrenando, prepar¨¢ndome y amando lo que hac¨ªa¡±, rememora el chico. ¡°Ser ¨¢rbitro es mi vida, lo llevo en la sangre, en la piel¡±, dice antes de describir el tatuaje de dos tarjetas y un silbato que se hizo en uno de sus gemelos. ¡°He sido muy feliz estos a?os, incluso este ¨²ltimo¡±, se?ala orgulloso de que con su labor tambi¨¦n quer¨ªa ayudar en la educaci¨®n de los chavales.

El episodio del s¨¢bado se suma a otros ocurridos a lo largo de 18 meses. ¡°Desde que reconoc¨ª mi homosexualidad, cada jornada era peor. He recibido muchos insultos en los campos, incluso de ni?os de seis y siete a?os¡±, apunta Tomillero, quien ya en marzo interpuso una denuncia por otra agresi¨®n verbal que sufri¨® por parte de un utillero de la Pe?a Madridista. En aquel caso, el Comit¨¦ de Competici¨®n de C¨¢diz sancion¨® al agresor con nueve partidos de suspensi¨®n y 30 euros de multa. ¡°Tras las denuncias, he recibido el apoyo de otros ¨¢rbitros, de amigos, de familiares, de gente que no me conoce de nada...¡±, afirma abrumado con todos los mensajes de ¨¢nimo que le llegan a trav¨¦s de las redes sociales, incluso del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y del l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias. ¡°Buenas tardes, Jes¨²s. Nuestra opini¨®n es clara: condenamos cualquier tipo de violencia o discriminaci¨®n. Tienes nuestro apoyo, fuerza y ¨¢nimo. Un abrazo¡±, le dice Rajoy. ¡°Mucho ¨¢nimo, Jes¨²s. Conf¨ªo en que las autoridades deportivas no vuelvan a consentir que sucedan estas cosas¡±, le anima Iglesias.

¡°Lo que es lamentable es que las autoridades deportivas, como el comit¨¦ de ¨¢rbitros o la federaci¨®n, me hayan intentado disuadir de que presentara denuncia. Es penoso que me hayan dicho que no hablara, e incluso que me amenacen con sancionarme. Antes de que me sancionen me voy¡±, afirma el joven, quien se declara ¡°cansado de tanta homofobia en el deporte¡±. Este apoyo social tambi¨¦n se ha materializado con una recogida de firmas en la plataforma change.org.

Tras incidir en que no se arrepiente de haber hecho p¨²blica su orientaci¨®n sexual (¡°Es lo que ten¨ªa que hacer, no solo por m¨ª sino tambi¨¦n por mucha gente a la que creo que he ayudado con este paso¡±, afirma), Tomillero asegura que volver¨ªa al c¨¦sped si ¡°los pol¨ªticos¡± promulgasen una ley ¡°contra la homofobia en el deporte base¡±. ¡°Hay que lograr que se proh¨ªban en los campos actos como este¡±, afirma el chico antes de reconocer: ¡°No s¨¦ qu¨¦ voy a hacer ahora sin acudir los fines de semana al campo. Eran los tres meses de verano y ya me costaba. Espero poder volver alg¨²n d¨ªa¡±.