La gran mentira de la Iglesia del Palmar de Troya
El papa Gregorio XVIII desvela el enga?o masivo a sus miles de fieles durante 40 a?os
¡°Desde el principio fue todo un montaje¡±. El papa Gregorio XVIII, que ha desertado como l¨ªder espiritual de la Iglesia Palmariana para fugarse a Sierra Nevada con su novia, ha dado un paso m¨¢s: dinamitar la secta. Gin¨¦s Jes¨²s Hern¨¢ndez ha revelado el enga?o de esta instituci¨®n financiada desde hace 40 a?os con donaciones millonarias de miles de fieles repartidos por todo el mundo.
La confesi¨®n del Papa ratifica las mentiras de sus textos religiosos como la llegada del Anticristo a la Tierra en 2012. Pero sobre todo ha abierto una grieta que deja entrever una lucha intestina con acusaciones cruzadas sobre el oscuro manejo de fondos. Y es que, como en casi todas las buenas intrigas, la codicia y el dinero mandan.
Documentos internos y testimonios de obispos y fieles destapan la supuesta evasi¨®n fiscal que ha nutrido las arcas de esta secta nacida en El Palmar de Troya (Sevilla) en 1974, seis a?os despu¨¦s de que cuatro ni?as aseguraran que la Virgen se les hab¨ªa aparecido. Poco a poco los seguidores ultras de esta facci¨®n, cuyos l¨ªderes excomulg¨® Roma tras las visiones marianas, se fueron multiplicando por todo el mundo con familias de incluso 15 ni?os hasta sumar unos 5.000 fieles, seg¨²n Hern¨¢ndez. ?Qu¨¦ hace especial a este grupo de ultras de las 250 sectas destructivas que hay en Espa?a? Un m¨²sculo financiero a¨²n robusto; una presencia internacional de fieles acaudalados en Estados Unidos, Suiza y Alemania que aportan dos millones de euros al a?o; y sus actuales revelaciones, que auguran un declive pronunciado.
¡°Hace solo un a?o y medio un misionero trajo pegado a su cuerpo 500.000 euros en billetes desde Augsburgo procedentes de la venta de una casa de la Iglesia. Yo conduje el coche desde Alemania, fui testigo presencial¡±. El relato de un fiel palmariano, que exige su anonimato, aclara el frecuente trasiego de fondos a espaldas de Hacienda. Las ventas de propiedades han suplido en parte el descenso de donativos con la crisis. ¡°Antes del euro vi donaciones de 250.000 d¨®lares mes tras mes de una sola persona¡±, apunta el obispo palmariano padre Guido, que abandon¨® la secta hace 15 a?os y hoy es empresario, por lo que pide preservar su nombre real.
Normas y m¨¢s normas
Gin¨¦s Jes¨²s Hern¨¢ndez asegura que durante su papado de un lustro ha suavizado las estrictas normas de convivencia que cumplen sus fieles, bajo amenaza de excomuni¨®n. Sin embargo, todos los testimonios recabados rebaten la mayor. Tambi¨¦n el del psic¨®logo Miguel Perlado, coordinador de un grupo de trabajo sobre derivas sectarias del Colegio Oficial de Psic¨®logos de Barcelona. ¡°Lejos de haberse flexibilizado, se ha radicalizado. Demasiada exigencia para los j¨®venes, que nunca alcanzaban la pureza¡±. En el serm¨®n del 20 de noviembre de 2011 ¡ªd¨ªa de elecciones¡ª el Papa exig¨ªa: ¡°Aqu¨ª, oraci¨®n y penitencia; oraci¨®n y penitencia; obediencia a la jerarqu¨ªa, humildad. Eso no atrae, hijos m¨ªos, as¨ª no se cazan moscas. Pues eso es lo que Cristo da. O esto, o nada. O cruz, o nada¡±, repet¨ªa.
Las normas como la prohibici¨®n de ver cine o vestir manga corta han ido desde el absurdo al machismo, como en dicho serm¨®n, cuando aclaraba: ¡°Ahora la mujer es la que ha levantado la nariz, se ha puesto gallito, y la que quiere gobernar, hasta el sacerdocio exigen¡±.
Hern¨¢ndez tambi¨¦n opinaba de pol¨ªtica nacional bajo su prisma de una derecha rancia: ¡°Cada autonom¨ªa quiere m¨¢s concesiones, para robar m¨¢s; para los gobernantes que est¨¢n en esa autonom¨ªa, robar m¨¢s (¡) El grupo Bilderberg, esos manejan el mundo, esos y otros grupitos que hay interrelacionados, la trilateral y otros (¡) Cuando un gobernante les molesta, le dan un toque: O cambias o tu vida se acaba. L¨¦ase el primer ministro italiano Aldo Moro¡±.
La deriva de la Iglesia le ha hecho perder fieles, seg¨²n reconoc¨ªa el propio Papa. ¡°Hemos tenido que dejar en excomuni¨®n pr¨¢cticamente a la mitad de la Iglesia. Irlanda casi en su totalidad est¨¢ excomulgada, Alemania tambi¨¦n y ac¨¢ muchos¡±. Y es que los peligros de la sociedad est¨¢n muy extendidos: ¡°El Internet, al igual que todo medio de comunicaci¨®n, est¨¢ manejado por la masoner¨ªa, mis queridos hijos¡±.
El padre D¨¢maso, llamado Jos¨¦ Carrasco, pone el dedo en la llaga sobre el desaf¨ªo latente para las Administraciones: ¡°Gin¨¦s sabe que ha habido desfalcos fiscales y que ha sido una mafia que lavaba dinero. Es una buena oportunidad para que Hacienda investigue a fondo el Palmar de Troya. La financiaci¨®n de todos, de Clemente Dom¨ªnguez ¡ªPapa de 1978 a 2005¡ª, Manuel Alonso [su sucesor] y Gin¨¦s Hern¨¢ndez, para saber de qu¨¦ montaje econ¨®mico se ha tratado¡±. Este obispo, que ahora reside en Irlanda tras abandonar la secta, recuerda: ¡°Yo fui acompa?ante del padre El¨ªas, que anta?o llevaba los asuntos econ¨®micos del Palmar. La c¨²pula manten¨ªa reuniones secretas con los banqueros de Banesto y consultores de Utrera para cerrar negocios. Sal¨ªan de los bancos con maletines y siempre con miedo. Me ordenaban ¡®t¨² siempre un paso detr¨¢s de m¨ª y vigilando la cartera¡±.
Tras su crisis de fe, el papa Gregorio XVIII se ha marchado pero se ha llevado consigo documentos que amenaza con revelar si recibe alguna denuncia judicial desde la actual c¨²pula de la Iglesia. ¡°Mientras que no me hurguen las narices, paso del Palmar¡±, amenaza. Desde su retiro en Monachil (Granada), Hern¨¢ndez rechaza las acusaciones sin pruebas sobre que ha sustra¨ªdo dos millones de la Iglesia, al margen de la donaci¨®n del Papam¨®vil, un BMW X6 ¡°?Si hasta me he apuntado al INEM!¡±, exclama.
A pesar de su fragilidad, las mentiras de esta secta han sobrevivido durante cuatro d¨¦cadas gracias a un aislamiento feroz de sus fieles del resto del mundo. ¡°El drag¨®n encarnado, el Anticristo en persona, el hombre de la maldad, naci¨® en el a?o 2000 en Bel¨¦n, la ciudad de David¡±, rezaba un texto religioso de la Iglesia. Otro posterior, denominado ense?anza infalible, matizaba: ¡°El Anticristo u hombre del mal, con permiso divino, a la edad de 12 a?os, sin haber sido librado de sus cadenas tendr¨¢ una breve y extraordinaria manifestaci¨®n p¨²blica (¡) se mostrar¨¢ como un ni?o prodigio, demostrar¨¢ sabidur¨ªa y acreditar¨¢ su poder con pseudomilagros que ser¨¢n difundidos alrededor del mundo v¨ªa su madre infernal y otros devotos¡±. Lleg¨® 2013 sin rastro del Anticristo y las dudas generadas en la comunidad de frailes se acrecentaron. Aunque ya ven¨ªan de lejos. La expansi¨®n prometida del Imperio Palmariano, que ser¨ªa ¡°el m¨¢s grande conocido¡±, tampoco lleg¨® a materializarse nunca pese a ser una canci¨®n conocida por los 70 frailes y monjas que conviven en la colosal bas¨ªlica del Palmar de Troya.
La c¨²pula de la Iglesia les retir¨® los textos religiosos ¡ªla biblia, el credo y la moral palmarianas, la historia de los papas y el tratado de la misa¡ª en tres ocasiones, una de ellas bajo papado de Hern¨¢ndez, para borrar las contradicciones. La excusa era que era necesario actualizar los nombres de los Papas, pero de paso se eliminaban todas las predicciones incumplidas. Poco importaba que Dom¨ªnguez, Alonso y Hern¨¢ndez recibieran visiones de la Virgen que resultaban falsas. Lo importante era la fe ciega en la orden, que canoniz¨® a Francisco Franco y Carrero Blanco, y estaba destinada a suplir a la Iglesia cat¨®lica, territorio de infieles.
El psic¨®logo especializado en sectas Miguel Perlado, fundador de la Asociaci¨®n Iberoamericana para la Investigaci¨®n del Abuso Psicol¨®gico, ha tratado a siete fieles palmarianos y considera ¡°muy alto¡± su ¡°grado de destrucci¨®n¡± mental. ¡°A su salida los j¨®venes han quedado deshechos, con un problema brutal de identidad, maltrato emocional y miedo inoculado a Satan¨¢s¡±. Como consecuencia de esta doctrina radical que soportan los adolescentes, cuando son veintea?eros y por fin dan el paso de romper con su entorno familiar y sectario, presentan alteraciones psicopatol¨®gicas que acarrean serios problemas como adicciones a las drogas o cuadros de ansiedad. Perlado define esta secta como ¡°una m¨¢quina de recaudaci¨®n econ¨®mica¡±.
La rutina hoy de los religiosos es austera, un contraste con los 18 pasos de V¨ªrgenes y Cristos, mantos de hilos dorados y custodias de oro macizo que alberga la bas¨ªlica. Solo el paso del Sant¨ªsimo pesa siete toneladas y es de plata esterlina. ?C¨®mo esta Iglesia acapar¨® tantos fieles solo con el tir¨®n de las falsas apariciones a finales de los a?os 60?
El carisma de Dom¨ªnguez para seducir a sus potenciales fieles inclu¨ªa una verborrea prodigiosa. A pesar de su doble moral, que le permit¨ªa mantener relaciones sexuales con diferentes personas y exigir castidad a sus incondicionales, estos destacan su esp¨ªritu de l¨ªder innato. Ten¨ªa una opini¨®n sobre todo y un perfil de vividor. Por el contrario, su sucesor, Manuel Alonso, era el cerebro en la sombra que engras¨® la secta para traducir sus textos de ideolog¨ªa ultraconservadora a varios idiomas y as¨ª atraer fieles por todo el mundo. ?Los enemigos? La Iglesia romana, la masoner¨ªa, el comunismo y la clase pol¨ªtica. ¡°Para m¨ª lo peor es lavar el cerebro de los ni?os, que no pueden hablar con nadie fuera de la Iglesia¡±, describe el padre Guido, muy cr¨ªtico con la radicalidad de su antigua Iglesia.
El actual papa Pedro III ha declinado ofrecer su opini¨®n para este reportaje. ¡°No hacemos entrevistas¡±, coment¨® por tel¨¦fono. Su antecesor, el papa Gregorio XVIII, presume de haber vislumbrado por fin esta primavera, despu¨¦s de 32 a?os en la secta, su verdadera naturaleza. ¡°Todo ha sido un montaje sobre todo econ¨®mico. Aprovech¨¢ndonos del milagro de la Virgen¡±, admite.
El psic¨®logo Perlado entrev¨¦ una de las claves del caso: ¡°Los movimientos de dinero son brutales. En estos grupos solo se puede entrar por la puerta de Al Capone¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.