Maduro: ¡°La oposici¨®n se la pasa trayendo oligarcas del exterior¡±

Es martes por la tarde, y todas las radios y televisiones interrumpen su emisi¨®n. Toca engancharse por ley a la se?al de cadena nacional. Interviene Nicol¨¢s Maduro, el presidente. Y tiene varios mensajes. Primero, que la misoginia carcomer¨¢ los cimientos de la sociedad al menor descuido en la defensa de los derechos de la mujer. Segundo, que las oligarqu¨ªas tambi¨¦n est¨¢n listas para recuperar terreno frente al pueblo. Y tercero, una referencia a Albert Rivera, de visita en Caracas hasta el mi¨¦rcoles: ¡°La oposici¨®n se la pasa trayendo oligarcas del exterior¡±, dice el presidente antes de que las autoridades impidan al pol¨ªtico espa?ol entrevistarse con Antonio Ledezma, el alcalde de Caracas, preso en su domicilio; y con el tambi¨¦n exalcalde Daniel Ceballos, en la misma situaci¨®n.

Dos todoterrenos policiales del Sebin patrullan los aleda?os de la casa de Ledezma en la urbanizaci¨®n de Las Mesetas. Sus rostros van protegidos por pasamonta?as. Llevan un casco propio de tropas de asalto. No les afectan los potentes focos de las c¨¢maras que iluminan la noche caraque?a cuando por fin Rivera llega hasta la puerta del bloque de Villamagna. Pese a la treintena de periodistas que aguarda al pol¨ªtico espa?ol, el paso est¨¢ cerrado. Tiene prohibido entrevistarse con Ledezma. El alcalde, concluye el l¨ªder de Ciudadanos, no solo est¨¢ encarcelado, tambi¨¦n est¨¢ incomunicado.

¡°No nos dejan verle, no nos dejan escucharle¡±, dice Rivera. ¡°No hay democracia si los l¨ªderes de la oposici¨®n est¨¢n en la c¨¢rcel. Quiero denunciar lo que he visto. A aquellos que dicen que en Venezuela hay una plena democracia, que no hay presos pol¨ªticos, sino golpistas, a aquellos que dicen que hay normalidad absoluta les digo que he visto algo que no es normal¡±, prosigue. ¡°Me voy triste de aqu¨ª¡±, a?ade. ¡°?Qu¨¦ di¨¢logo espera Maduro si a los que queremos sembrar concordia no podemos ni visitarlos? Aquellos que dicen que no hay presos pol¨ªticos, que vengan y lo vean¡±.

Esto es lo que hay que ver en Venezuela, seg¨²n la breve experiencia de Rivera en Caracas. La manifestaci¨®n por la paz y la mujer que cerca la Asamblea Nacional mientras ¨¦l est¨¢ dentro. La reuni¨®n secreta que mantiene con Henrique Capriles, l¨ªder de la oposici¨®n, para manifestarle su apoyo al refer¨¦ndum revocatorio de la presidencia de Maduro que impulsa la oposici¨®n. La conversaci¨®n rocambolesca que mantiene por tel¨¦fono con Leopoldo L¨®pez, detenido en la prisi¨®n de Ramo Verde desde 2014, para transmitirle ¨¢nimo y apoyo. Y el trayecto que emprende ma?ana para intentar visitarle en la c¨¢rcel, aun sabiendo que es improbable que le dejen.

En Venezuela, donde regala su libro a los opositores, a Rivera ya solo le quedan horas, y piensa aprovecharlas. Este mi¨¦rcoles, en un programa de m¨¢xima audiencia y una conferencia, seguir¨¢ apostando por el revocatorio.