La singularidad catalana

En los ¨²ltimos a?os, la pregunta m¨¢s habitual que nos hac¨ªan a los catalanes era: ?qu¨¦ pasa en Catalu?a? En los ¨²ltimos d¨ªas es: ?qu¨¦ pasa en Barcelona? La respuesta es simple: en Barcelona ha desaparecido la autoridad. Y la explicaci¨®n es l¨®gica: en toda Catalu?a los nacionalistas desafiaron a la ley los ¨²ltimos a?os, ahora les toca el turno a los activistas antisistema. Hay una clara relaci¨®n causa/efecto.

En el principio est¨¢ Jos¨¦ Montilla, entonces presidente de la Generalitat. Convoca, en una alocuci¨®n institucional televisada, una gran manifestaci¨®n contra la sentencia del Constitucional sobre el Estatuto de Catalu?a. Julio de 2010. M¨¢s o menos un mill¨®n de personas en las calles de Barcelona contra el Estado de derecho. Montilla escapando ante los abucheos. Natural.

A partir de ah¨ª todo era posible: los municipios se declaran favorables a la independencia y lucen esteladas en sus Ayuntamientos. Pero es mejor no impedirlo para no provocar. Complejo ante el nacionalismo catal¨¢n. Nada nuevo.

Artur Mas. Es el 11 de septiembre de 2012. El mill¨®n de turno exige la independencia. Mas sostiene que las mayor¨ªas ¡ªo sea, los que se manifiestan¡ª est¨¢n por encima de la ley. Cual Ch¨¢vez, cual Maduro. Mas cree ser la reencarnaci¨®n de la voluntad del pueblo, me recuerda a un innombrable alem¨¢n con bigote. Los conservadores encabezan el desorden, incumplen una y otra vez la ley. Todo por Catalu?a, claro, por la independencia.

Ada Colau, una activista contra los desahucios, se hace con la alcald¨ªa de Barcelona. Junio de 2015. ¡°Si hay que desobedecer leyes injustas, se desobedecen¡±, dice. Es partidaria, por lo visto, del derecho natural, una curiosa activista preliberal y predemocr¨¢tica.

A la vez, sucede algo ins¨®lito: los conservadores de Converg¨¨ncia hacen lista con ERC en las auton¨®micas y pactan con la CUP, un conglomerado antisistema, para conservar el Gobierno. Estos, coherentes con sus principios, les montan el pollo de Gr¨¤cia un d¨ªa y otro; Colau, valiente y con gran autoridad, sugiere que lo arreglen los vecinos, los diputados de la CUP culpan a los Mossos d¡¯Esquadra. S¨®lo falta a?adir que el PSC, oportuno siempre, respalda a Colau en el Ayuntamiento y Miquel Iceta participa en otra manifestaci¨®n separatista contra el Constitucional mientras se conmemora el 25 aniversario de la matanza terrorista de Vic.

Todo esto es, probablemente, la ¡°singularidad catalana¡± a la que se refiere Pedro S¨¢nchez. Estamos donde ten¨ªamos, donde merecemos, estar.