26-J La rosa p¨²rpura
Como un ejercicio ritual, la sempiterna encuesta preelectoral del CIS ha vuelto a dar el aldabonazo de la campa?a. Parece ser del todo irrelevante que en su preelectoral del 20-D el CIS no calibrara, o mejor dicho, se equivocara, con los resultados de los dos partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos. Parece irrelevante porque a juzgar por una reacci¨®n mayoritaria de expertos, su nueva y ¨²ltima previsi¨®n es o parece una certificaci¨®n notarial anticipada de lo que va a suceder.
El trabajo de campo de la encuesta de 17.488 entrevistas (1.266 municipios en 50 provincias y las ciudades aut¨®nomas de Ceuta y Melilla) comienza el 4 de mayo y finaliza el 22 de mayo.
?Qu¨¦ pasaba en esas fechas, p¨²blicamente hablando, con Podemos e Izquierda Unida?
El 14 de abril, Pablo Iglesias anunciaba su disposici¨®n favorable a explorar las posibilidades de un acuerdo electoral con Alberto Garz¨®n de cara a unas nuevas elecciones.
Alberto Garz¨®n obtiene el 27 de abril el aval de la presidencia federal de IU para negociar la coalici¨®n estatal y anuncia que las bases ser¨¢n consultadas, de manera todav¨ªa gen¨¦rica, el 2,3 y 4 de mayo. El l¨ªmite es el 7 de mayo, fecha en la que se convoca el Comit¨¦ Pol¨ªtico Federal, que tiene las facultades para decidir en materia electoral.
El pacto se cierra el 9 de mayo, todav¨ªa sin nombre para la coalici¨®n, y se anuncia la votaci¨®n de las bases de sendos partidos para el 10 y 11 de mayo. El 10 de mayo tiene lugar el abrazo del sol entre Iglesias y Garz¨®n y se anuncia que Garz¨®n ir¨¢ en la lista de Madrid con el n¨²mero 5.
Y el 16 de mayo se hace p¨²blico el nombre de la coalici¨®n: Unidos Podemos. Es decir: seis d¨ªas antes de que finalicen los trabajos de la encuesta del CIS.
Bien.
Estas pinceladas muestran que el pacto se va fraguando, al menos p¨²blicamente, lo que importa a efectos del sondeo, mientras los encuestadores del CIS van recorriendo los domicilios en los 1.266 municipios de cincuenta provincias en diecisiete comunidades aut¨®nomas, Ceuta y Melilla.
Por tanto, la conclusi¨®n de que Unidos Podemos supera al PSOE en votos y en n¨²mero de esca?os, con los datos recogidos en esas fechas, nos estar¨ªa revelando un ¨¦xito fulminante, espectacular, se dir¨ªa casi mundial, de marketing pol¨ªtico.
El que la suma de votos obtenidos el 20-D por Podemos y sus confluencias e IU ya proyectaban el sorpasso sobre el PSOE es una cosa. El que el macrosondeo cerrado el 22 de mayo lo consagre con el 25,6% y la horquilla de 88-92 esca?os es otra. Y, sobre todo, dicho en el comienzo de la campa?a.
Y ello con el 32,4% de aquellos con derecho a voto deshojando, entre el 4 y el 22 de mayo, la margarita frente a un 66,9% que ya lo sabe. Tenemos, seg¨²n estos datos, uno de cada tres votantes en Estado de Vacilaci¨®n.
Arrojado, como es de costumbre, el macrosondeo al ruedo en v¨ªsperas del inicio de la campa?a electoral, ?se puede cerrar los ojos ante el hecho de que la macroencuesta es por s¨ª misma un poderoso instrumento de comunicaci¨®n? ?La v¨ªa de circulaci¨®n, por as¨ª decir, de la campa?a?
Resultados parecidos a la foto fija tomada el 4-22 de mayo, pero revelada ante el gran p¨²blico ahora, han sido reflejados en las ¨²ltimas semanas por sondeos que al lado de la del CIS son miniencuestas. Y la coincidencia entre estas ¨²ltimas y la macroencuesta tienden a dar mayor credibilidad todav¨ªa al CIS.
?Cui prodest?
En todo caso, puede beneficiar, no por los resultados atribuidos, sino por estrategia de campa?a, al Partido Popular, que viene vaticinando desde antes del 20-D que viene el coco y que este coco se va a zampar al PSOE.
Y en relaci¨®n con cifras, dicen ahora que Pedro Arriola ha servido un muy reciente sondeo, de d¨ªas, que da al PP superando la macroencuesta del CIS, que le da 29,2% y p¨¦rdida de esca?os, con porcentajes superiores al 30%, al tiempo que otorga mejor porcentaje a Ciudadanos.
La polarizaci¨®n nosotros los sensatos-ellos los extremistas ha comenzado hace tiempo; pero ahora, con el respaldo del CIS, ser¨¢ utilizada por el PP como ejemplo de que no es una invenci¨®n.
La estrategia del miedo -que viene el coco- ha recibido la respuesta de Unidos Podemos o, sobre todo, de Pablo Iglesias, con su socialdemocratizaci¨®n.
No es que se sacase ahora el as de la manga. Iglesias e Inigo Errej¨®n han impulsado una sistem¨¢tica aproximaci¨®n a la rosa p¨²rpura desde hace tiempo. Podemos ha abandonado lo que podr¨ªamos resucitar como la enfermedad infantil del izquierdismo para enarbolar una nueva rosa, la sustituci¨®n de la rosa roja del PSOE por la rosa p¨²rpura de Podemos. La socialdemocracia aut¨¦ntica, vaya.
El sorpasso que busca es, sotto voce, el que le ponga por encima del PSOE, aunque queda mejor decir que su objetivo es ganar al PP.
Si nos miramos en el espejo griego, los paralelismos no son disparatados. En las elecciones del 17 de junio de 2012, el partido de la derecha, Nueva Democracia, de Antonis Samar¨¢s, obtuvo el 29,6%, Syriza el 26,8 y el PASOK se hundi¨® en el 12,2%. Nueva Democracia sac¨® a Syriza solo 2,8 puntos
La encuesta del CIS acaba de dar al PP un 29,2% o 3,6 puntos de ventaja sobre Unidos Podemos.
Estas elecciones de junio de 2012 dieron lugar a un gobierno de coalici¨®n de Nueva Democracia, el PASOK e Izquierda Democr¨¢tica.
Lo siguente ya lo sabemos. El 25 de enero de 2015, Syriza gan¨® las elecciones parlamentarias. Obtuvo el 36,3% con 149 esca?os, a solo dos de la mayor¨ªa absoluta. El PASOK qued¨® en sexta posici¨®n con un 4,7%.
Y lo siguiente tambi¨¦n lo conocemos. El refer¨¦ndum del 5 de julio de 2015, el rechazo de m¨¢s del 61% de los griegos al plan de la Troika, y la conversi¨®n de Syriza y de su l¨ªder Alexis Tsipras al plan de austeridad tras el cierre del grifo del cr¨¦dito por parte del Banco Central Europeo (BCE).
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