Las armas trucadas de Cao de Ben¨®s
El ¡®delegado¡¯ espa?ol de Corea del Norte compr¨® dos pistolas a la red desmantelada esta semana por la Guardia Civil porque se sent¨ªa amenazado de muerte
Las dos pistolas llegaron en un paquete postal hace unas semanas a un modesto chal¨¦ ubicado en una zona apartada de Tarragona, en la ladera de una monta?a. Result¨® ser la casa de Alejandro Cao de Ben¨®s, famoso a sus 42 a?os por haberse erigido en? representante ¡ªo ¡°delegado especial¡±, seg¨²n pone en su tarjeta de visita¡ª para las relaciones culturales con Corea del Norte, adem¨¢s de presidente de la Asociaci¨®n Amigos de Corea del Norte (KFA) y organizador oficial de viajes a ese herm¨¦tico pa¨ªs asi¨¢tico dirigido con firme paso militar por Kim Jong-un. Una Zoraki 917 Black de nueve mil¨ªmetros y otra Zoraki 906 cromo semiautom¨¢tica. Una para ¨¦l y otra para su marido tailand¨¦s. Las hab¨ªa escondido en un armario atestado de cosas de la habitaci¨®n principal. Y all¨ª las encontraron los agentes de la Guardia Civil en uno de los registros realizados esta semana en el marco de la llamada operaci¨®n Vulpes.
Aunque el espectacular desorden de su casa no lo anuncia, Cao de Ben¨®s tiene ascendencia nobiliaria ¡ªsupuestamente es descendiente de los condes de Argelejo, barones de Les y marqueses de Rosalmonte¡ª y, seg¨²n declar¨® a EL PA?S, compr¨® las pistolas porque se sent¨ªa amenazado y asegur¨® desconocer que eran ilegales.
"Cuando las compr¨¦ por Internet, a¨²n ten¨ªa mi carabina y mi pistola en mi caja fuerte, no las necesitaba, pero ante las amenazas de muerte que ven¨ªa recibiendo decid¨ª comprar detonadoras, armas que solo hacen ruido, por si tuviese que asustar a alguien en alg¨²n momento, no sab¨ªa que estaban manipuladas, no s¨¦ ni a quien se las compr¨¦". Antes de responder a las preguntas por tel¨¦fono, Cao de Ben¨®s advierte con cierto enfado estar cansado de la manipulaci¨®n de sus palabras que hacen los medios de comunicaci¨®n. Reconoce que "su pasi¨®n" es el tiro deportivo, que practicaba con frecuencia y por el que ten¨ªa esas armas en su caja fuerte. Y explica con detalle la diferencia entre una detonadora y una pistola real. En resumidas cuentas, muestra un buen conocimiento de las armas que hace dudar de su desconocimiento sobre lo que hab¨ªa comprado.?
La pista de las detonadoras Zoraki
La palabra Zoraki despierta la atenci¨®n de los agentes en cuanto se cruza en su camino. "Se trata de unas armas detonadoras cortas de fabricaci¨®n turca que est¨¢n hechas como si fuesen reales, con los mismos materiales pero con un deflector, una especie de tap¨®n que va a rosca, basta un destornillador para retirarlo y el arma ya es letal", explican. En Espa?a son legales ¡ªy no requieren licencia¡ª las detonadoras elaboradas con un tipo de materiales m¨¢s blandos y que no tienen el ca?¨®n reversible.
El peligro de las Zoraki radica precisamente en que pueden matar. Son pistolas baratas (80 euros en origen y 170 euros en destino) y, por su peque?a dimensi¨®n, se ocultan f¨¢cilmente, lo que las hace m¨¢s atractivas en el mercado negro e incrementa su demandada en el ¨¢mbito delincuencial.
La operaci¨®n Vulpes desarrollada esta semana por la Guardia Civil ha logrado retirar de la circulaci¨®n 123 de esas armas y 8.000 cartuchos de munici¨®n manipulada. Se ha llevado a cabo en dos fases y, hasta el momento porque sigue abierta, se ha detenido a 13 personas, entre las que se encuentra Alejandro Cao de Ben¨®s como comprador. La operaci¨®n se enmarca en el Plan Integral para el Control de las Armas de Fuego (PICAF) de la Guardia Civil, al ser el Cuerpo que a nivel nacional tiene encomendada en exclusiva la competencia sobre el control de las armas y explosivos.
Cao de Ben¨®s dice que, siguiendo las instrucciones de sus "amigos de los Mossos d'escuadra", hab¨ªa presentado previamente varias denuncias por las citadas amenazas an¨®nimas sufridas a trav¨¦s de las redes sociales, sin que hubiesen podido dar con el autor de las mismas.
En realidad, en esta investigaci¨®n de tr¨¢fico de armas, ¨¦l no es m¨¢s que un nombre que resaltaba por su fama en una lista elaborada por los agentes de al menos 12 personas ¡ªtambi¨¦n detenidas¡ª que hab¨ªan adquirido distintas cantidades de este tipo de armamento, bien para uso personal o bien para su reventa y redistribuci¨®n.
A Cao de Ben¨®s, habituado a dar titulares a quien quisiera escucharle, le revocaron la licencia de armas en febrero de 2015, concretamente cuando sali¨® en televisi¨®n diciendo: ¡°Si tuviera una pistola ahora, me pondr¨ªa a matar americanos, me siento absolutamente norcoreano¡±. Todo indica ¡ªaunque ¨¦l lo niega¡ª que la consecuente retirada de las mismas le llev¨® a comprar unas detonadoras que se consideran legales en Espa?a y que no requieren licencia, siempre y cuando no est¨¦n manipuladas para matar, como era el caso. Las 123 armas incautadas hasta ahora por la Guardia Civil ten¨ªan el ca?¨®n modificado para ser letales y los 8.000 cartuchos de munici¨®n confiscados ¡ªdecenas de ellos en casa de Cao de Ben¨®s¡ª tambi¨¦n hab¨ªan sido corregidos para ser letales.
¡°Las fabrican en Turqu¨ªa y ven¨ªan en paquetes postales ¡ªdeclaradas como armas detonadoras perfectamente legales¡ª por decenas desde Bulgaria¡±, explican fuentes cercanas a la investigaci¨®n. ¡°Una vez en Espa?a, el principal detenido [un delincuente residente en Murcia con antecedentes penales] las manipulaba y las vend¨ªa al doble de su precio de origen, unos 170 euros ped¨ªa por cada una, las anunciaba por Internet como detonadoras e incluso lleg¨® a publicitar v¨ªdeos por canales de Youtube explicando c¨®mo modificaba la munici¨®n¡±.
Cao de Ben¨®s es un personaje creado a s¨ª mismo. Quienes lo han tratado lo califican de ¡°vanidoso¡±, ¡°con un ego agrandado¡±. ?l es su propio manager. Aparte de todas las condecoraciones norcoreanas que en cuanto puede luce en la solapa (es miembro honorario del ej¨¦rcito popular de Corea y periodista honorario de Corea del Norte), cuenta con m¨¢s de 28.500 seguidores en Twitter y gasta ademanes de tipo de alta alcurnia y una voz afectada, como si tuviese acento extranjero pese a ser espa?ol. Es habitual que recuerde su ¡°posici¨®n¡±, su ¡°cargo¡±, su categor¨ªa de ¡°personaje p¨²blico¡±. Pero en realidad es un hombre cuyas vinculaciones con el Partido Comunista desde los 16 a?os le llevaron a contactar con un grupo de familias norcoreanas asentadas en Madrid en los a?os 90 y que, poco a poco, por afinidad ideol¨®gica, ha logrado ganarse la confianza de los norcoreanos hasta obtener la nacionalidad. Al menos as¨ª lo cuenta ¨¦l. "A Kim Jung-un s¨®lo le he dado la mano, a¨²n no he podido hablar con ¨¦l", reconoce.
Desde entonces hasta ahora se ha convertido en una especie de organizador de viajes a ese pa¨ªs envasado al vac¨ªo. ¡°?l vive y ha vivido de las comisiones de esos periplos que monta¡±, aseguran fuentes cercanas a la investigaci¨®n. En alguna ocasi¨®n mont¨® un bar y en la actualidad, en libertad con cargos y acusado de tenencia il¨ªcita de armas y dep¨®sito de munici¨®n, seg¨²n fuentes cercanas al caso, ¡°estaba organizando un nuevo local en Tarragona para que fuera sede de su asociaci¨®n y lugar de ocio¡±. Es esencialmente ¡°un comisionario¡±.
Pero algo de verdad debe haber en las atribuciones y responsabilidades que se arroga porque lo cierto es que ning¨²n espa?ol ha viajado a ese pa¨ªs asi¨¢tico sin pasar por su filtro y, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n, su detenci¨®n ha llamado la atenci¨®n m¨¢s all¨¢ de los confines espa?oles. En alguna ocasi¨®n se ha hablado de que Alejandro Cao de Ben¨®s ¡°es el ¨²nico occidental autorizado para hablar en nombre de Corea del Norte¡±, un pa¨ªs que ¨¦l trata de explicar y cuyas bondades intenta difundir en cuanto se le presenta la oportunidad. En esta ocasi¨®n la publicidad le ha salido gratis.
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