?Un sistema agripado?
Hemos repetido por vez primera elecciones y los resultados son aproximadamente los mismos que la anterior con unas diferencias que no modifican lo sustancial
Despu¨¦s de una campa?a electoral de seis meses de duraci¨®n, que hab¨ªa seguido a otra campa?a electoral de seis meses de duraci¨®n, y as¨ª desde mayo de 2014, cuando las europeas rompieron la hegemon¨ªa socialista?/?popular establecida desde 1982, hemos repetido por vez primera elecciones y los resultados son aproximadamente los mismos que la anterior con unas diferencias que no modifican lo sustancial: en la derecha, un sector de votantes del PP que hab¨ªa castigado la corrupci¨®n votando a Ciudadanos ha vuelto a la casa solariega; en la izquierda, la fusi¨®n de Izquierda Unida con Podemos ha perdido alrededor de un mill¨®n de los votos que obtuvieron por separado hace seis meses.
Con esas variantes, los resultados, en el eje izquierda / derecha, no rompen mec¨¢nicamente el bloqueo en que andamos metidos por incapacidad de los partidos y, por tanto, los problemas que se presentan desde hoy para formar Gobierno son los mismos: nadie tiene suficiente fuerza para armar una coalici¨®n con posibilidad de optar a la investidura con expectativas de ¨¦xito. ?Qu¨¦ pasa, entonces? Pues que por una vez no se trata de elegir lo mejor sino de impedir lo peor. Y lo peor es que por no encontrar una salida hubiera que repetir elecciones. Esto es lo que de ninguna manera puede ocurrir. Si en circunstancias normales el bloqueo del sistema no puede llevar a nada bueno, hoy, en un momento en que Europa pasa por un trance dif¨ªcil y no puede desecharse la posibilidad de otra depresi¨®n econ¨®mica, que el sistema se gripe equivaldr¨¢ a una cat¨¢strofe.
Lo ser¨ªa adem¨¢s porque esto que hay es lo que habr¨¢ cuantas veces se repitan las elecciones. Hemos pasado de un bipartidismo en el que siempre estaba claro el ganador, a un pluripartidismo que tiene todos los s¨ªntomas de haber llegado para quedarse. Si se repitieran las mismas pol¨ªticas que se pusieron en pr¨¢ctica despu¨¦s del 20-D, la noria volver¨ªa a girar hasta el punto de salida: el recalentamiento a base de l¨ªneas rojas, descalificaciones mutuas, populismos patrioteros, no ha cambiado el horizonte. O los partidos anteponen los intereses del Estado a sus maniobras a corto plazo o el sistema quedar¨¢ definitivamente gripado.
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