Los partidos esperan que Rajoy se mueva sin renunciar a sus vetos
El PSOE ya ha asumido que le corresponde liderar la oposici¨®n y Unidos Podemos ha perdido toda capacidad de presi¨®n

Los mismos jugadores vuelven a sentarse a la mesa. Las manos con que cuentan, sin embargo, cambian por completo la partida. Sus 137 esca?os permiten a Mariano Rajoy reclamar su derecho a gobernar y est¨¢ dispuesto a hacerlo, aunque sea en minor¨ªa. El PSOE ya ha asumido que le corresponde liderar la oposici¨®n. Unidos Podemos ha perdido toda capacidad de presi¨®n: le toca poner orden en una amalgama de siglas cuyo pegamento era la expectativa de victoria ahora frustrada. Ciudadanos sabe que, si mantiene sus vetos y exigencias, perder¨¢ la ya de por s¨ª escasa relevancia de sus 32 diputados.

D¨ªa 1 del nuevo intento de dotar a Espa?a de un Gobierno. Celebradas las victorias y asumidas las derrotas, todas las miradas se concentraron en Rajoy y en los pasos que d¨¦ los pr¨®ximos d¨ªas. El PSOE y Ciudadanos, socios ef¨ªmeros durante los meses de bloqueo pol¨ªtico, se miran ahora de reojo, en la esperanza de que sea el otro quien asuma la responsabilidad y les evite desdecirse de todos los vetos y l¨ªneas rojas proclamados hasta el ¨²ltimo minuto de campa?a y que ayer manten¨ªan.
Rajoy pidi¨® un ejercicio de responsabilidad a ambos. Anunci¨® que hablar¨¢ con todos y que su apuesta sigue siendo un Gobierno estable de coalici¨®n con una agenda de reformas concretas. Esta vez, sin embargo, se abri¨® a la posibilidad de gobernar en minor¨ªa y negociar puntualmente los apoyos parlamentarios que requiera. Casi ocho millones de votos y m¨¢s de 10 puntos de distancia respecto a la segunda fuerza pol¨ªtica, explic¨® el l¨ªder del PP, dan derecho a su partido a constituir un Gobierno encabezado por el mismo Rajoy, cuya permanencia ni se plantea discutir. ¡°A ver si somos serios y entre todos nos comportamos democr¨¢ticamente¡±, advirti¨® el l¨ªder del PP tras escuchar los primeros vetos a su persona.
Atr¨¢s han quedado las promesas del socialista Pedro S¨¢nchez de ponerse a negociar una alternativa de Gobierno desde el d¨ªa siguiente a las elecciones. Si en algo estuvieron de acuerdo todos los l¨ªderes del PSOE es que ahora les corresponde estar en la oposici¨®n, y ejercer este papel con responsabilidad. El portavoz del comit¨¦ electoral del partido, Antonio Hernando, admiti¨® que la iniciativa para formar Gobierno corresponde ahora a Rajoy, pero a continuaci¨®n le sugiri¨® que se pusiera a ¡°echar cuentas¡±. El PSOE, explic¨® Hernando, no apoyar¨¢ ni con su voto ni con su abstenci¨®n al PP, aunque relega la decisi¨®n definitiva al pr¨®ximo comit¨¦ federal que se ha convocado para el 9 de julio. Esta vez, a pesar de alguna voz desafinada como la del presidente extreme?o, Guillermo Fern¨¢ndez-Vara, que ayer pidi¨® que Rajoy formara Gobierno cuanto antes, los dirigentes socialistas se han conjurado para que en los pr¨®ximos d¨ªas toda la presi¨®n recaiga sobre el l¨ªder del PP.
La autocr¨ªtica de Podemos
A diferencia de los socialistas, que intentan evitar que la atenci¨®n se centre en ellos, Unidos Podemos no debe hacer muchos esfuerzos para salir del foco. Su resultado electoral, muy lejos de las expectativas que ellos mismos alimentaron, les coloca en tercera posici¨®n y ¡°toca ser humildes¡±, dijo su secretario de Organizaci¨®n, Pablo Echenique. Desde esa humildad, sin embargo, el dirigente de Unidos Podemos evit¨® cualquier signo de autocr¨ªtica y culp¨® al PSOE de haber ¡°engordado¡± a la derecha con sus ataques a Unidos Podemos.
La autocr¨ªtica, sin embargo, tard¨® poco en llegar. Uno de los fundadores de la formaci¨®n, Juan Carlos Monedero, arremeti¨® en su blog personal contra el ¡°infantilismo¡± de una campa?a electoral en la que se ¡°prim¨® el marketing antes que el contenido¡±. Y los seguidores del n¨²mero dos del partido, ??igo Errej¨®n, cargaron duramente en el grupo que mantienen en las redes sociales contra la decisi¨®n de Pablo Iglesias de concurrir en estas elecciones junto a Izquierda Unida, un movimiento estrat¨¦gico al que se opuso Errej¨®n.
La discusi¨®n interna sobre el modelo de partido al que aspiran, las relaciones con Izquierda Unida tras el fracaso de la coalici¨®n electoral y las aspiraciones e intereses particulares de los distintos aliados territoriales abren un panorama incierto a la formaci¨®n que dirige Iglesias. El socio gallego, En Marea, vio c¨®mo los socialistas les superaban en votos en esa comunidad, a pocos meses de que se celebren all¨ª elecciones auton¨®micas. Y la relevancia de En Com¨² Podem, el socio catal¨¢n, que ha mantenido la primera posici¨®n pero no ha logrado el aumento de votos que le auguraban los sondeos, depende exclusivamente de la popularidad de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. En dura competencia con los partidos soberanistas, Colau aspira a que su formaci¨®n tenga un perfil propio que no parezca subordinado a Iglesias.
El candidato y l¨ªder de Unidos Podemos fue el ¨²nico que ayer evit¨® una comparecencia formal ante los medios. A la salida de la reuni¨®n de su ejecutiva, se limit¨® a reiterar antes de irse que siempre tender¨¢ la mano ¡°a todas las fuerzas pol¨ªticas¡±, y en especial ¡°a las progresistas¡±.
Rivera, sin presi¨®n
Atrapado por su veto a la presencia de Rajoy en un futuro Gobierno, que hizo cada vez m¨¢s expl¨ªcito y sin matices a medida que avanzaba la campa?a, Albert Rivera se esforz¨® ayer en quitarse de encima cualquier presi¨®n resaltando lo poco prescindible que resulta su formaci¨®n en el actual escenario. ¡°Para apoyar a Rajoy ya est¨¢ el PSOE, no hace falta Ciudadanos¡±, dijo.
Rivera expres¨® de nuevo su deseo de abrir de inmediato una negociaci¨®n a tres bandas, que incluya a su partido, al PP y al PSOE, en la que no se hable de sillones sino de las reformas que deben ponerse en marcha, ¡°desde la moderaci¨®n y las ganas de cambiar las cosas¡±. Cualquier acuerdo en ese sentido, sin embargo, no puede incluir la permanencia en el Gobierno del l¨ªder del PP, insisti¨® Rivera.
De momento, la firmeza del l¨ªder de Ciudadanos cuenta con el respaldo del resto de dirigentes del partido, aunque algunas voces comienzan a expresar t¨ªmidas dudas.
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