¡°Me pegaron por ser yo¡±
Sergio, v¨ªctima de la ¨²nica agresi¨®n hom¨®foba denunciada en Chueca, recupera la normalidad
Sergio todav¨ªa le da vueltas a si tuvo buena o mala suerte aquella noche. ¡°Dos cent¨ªmetros y estar¨ªa muerto¡±, dice mientras se toca la sien izquierda. La madrugada del pasado 11 de enero, ¨¦l y un amigo fueron asaltados por un grupo de hombres en el cruce de las calles Hortaleza y Augusto Figueroa, en el centro de Madrid. Sergio, de 21 a?os, se llev¨® la peor parte. Al grito de ¡°maricones de mierda¡± y ¡°panda de gais¡±, le empujaron al suelo y le patearon hasta que perdi¨® el conocimiento al golpearse con un pivote met¨¢lico de la acera. Los agresores le robaron el m¨®vil y la cartera antes de huir corriendo. Solo dejaron una bolsa con unas zapatillas que se hab¨ªa comprado esa tarde. La suya es la ¨²nica agresi¨®n hom¨®foba denunciada en pleno barrio de Chueca, de las m¨¢s de un centenar ocurridas en Madrid en 2016. No ha habido, de momento, ning¨²n detenido por este caso.
¡°Cuando recuper¨¦ el conocimiento, ya estaba la patrulla de la Polic¨ªa Nacional. Lo tomaron como una pelea m¨¢s y ni siquiera llamaron a una ambulancia¡±, afirma Sergio, que lleg¨® hasta la Jefatura Superior de Francos Rodr¨ªguez en un taxi que no pudo pagar. All¨ª llam¨® a sus padres y juntos fueron al hospital Ram¨®n y Cajal. El parte de lesiones describe hematomas y un traumatismo craneoencef¨¢lico leve. ¡°Este diente todav¨ªa se mueve, aunque me han dicho que igual se arregla con el tiempo¡±. Su amigo result¨® pr¨¢cticamente ileso y no ha vuelto a verle o a saber de ¨¦l.
El relato sombr¨ªo de Sergio contrasta con el bullicio de Chueca, engalanado de banderas arco¨ªris y abarrotado por las fiestas del Orgullo Gay. Hoy se ha travestido de Lady Von Trash, un personaje que utiliza en ocasiones especiales como la sesi¨®n de fotos que le va a hacer un amigo. Solo accede a salir en c¨¢mara con la m¨¢scara de l¨¢tex de Lady Von Trash, despu¨¦s de que una cadena de televisi¨®n le enga?ara hace meses y no ocultara su cara en una entrevista. Los transe¨²ntes se giran a su paso. El guardia de seguridad de un edificio exclama: ¡°Qu¨¦ miedo¡±. Sergio dice que su forma de ser le ha ayudado a seguir adelante, a contar su historia y a salir a la calle vestido de su ¨¢lter ego sin importarle el murmullo de la gente.
Al principio no fue as¨ª. ¡°Estuve muchas semanas sin salir de casa, tomando ansiol¨ªticos. Era imposible¡±, dice. La ayuda lleg¨® de Arc¨®poli, la asociaci¨®n LGTB m¨¢s activa en la denuncia de las agresiones que han sucedido ¨²ltimamente en Madrid, y de los trabajadores de un bar que suele frecuentar y que le animaron a no dejarse vencer por la ansiedad y el miedo. ¡°Los primeros d¨ªas, cuando decid¨ª salir, me alteraba ante el m¨¢s m¨ªnimo contacto y quer¨ªa volver a casa¡±.
Sergio es relaciones p¨²blicas de tres discotecas de Chueca. Reparte invitaciones para la fiesta mensual que organizan unos amigos. Cuando cuenta lo sucedido el 11 de enero de este a?o, repite varias veces la misma idea: ¡°No me gusta decir que me pegaron por mi condici¨®n, porque yo soy as¨ª. Me pegaron por ser yo¡±.
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