¡°Pon cara de cart¨®n, Pepe, cara de cart¨®n¡±
El hist¨®rico alcalde de Pontevedra con el que se estren¨® en pol¨ªtica el l¨ªder del PP cuenta en sus memorias sus primeros pasos, traiciones y consejos
El poli¨¦drico y pol¨¦mico Jos¨¦ Rivas Font¨¢n (74 a?os), alcalde de Pontevedra durante 12 a?os clave de la Transici¨®n en Espa?a, es uno de esos personajes ahora olvidados que brotaron mim¨¦ticos en las provincias sobre las ilusiones y rescoldos de Adolfo Su¨¢rez y que impusieron con sus maneras personalistas por las capitales y ciudades de todo el pa¨ªs ese esp¨ªritu adanista de nuestra democracia. Luego, la realidad, la mayor¨ªa de edad y las maniobras partidistas los jubilaron. Ahora hacen sus memorias con mucha sabidur¨ªa, melancol¨ªa y cierto rencor.
Pepe Rivas Font¨¢n fue, adem¨¢s de regidor de Pontevedra con tres partidos diferentes de centro derecha, el mentor y primer jefe en pol¨ªtica de Mariano Rajoy, el actual presidente del Gobierno. Le conoce bien y, sobre todo, le vi¨® y padeci¨® sus primeros codazos, traiciones y vulneraciones a la palabra dada.
Rivas ha presentado esta pasada semana en la Casa de Galicia en Madrid sus memorias, rescatadas y ordenadas de un caos de 160 tomos con todo tipo de recortes y legajos, por el periodista pontevedr¨¦s Adri¨¢n Rodr¨ªguez, del Diario de Pontevedra. Son un documento b¨¢sico para conocer c¨®mo se export¨® m¨¢s all¨¢ de los arrabales de Madrid nuestra incipiente democracia y cu¨¢les fueron los cimientos pol¨ªticos y morales de Rajoy.?
Durante muchos a?os Rivas Font¨¢n y Rajoy trabajaron juntos, en la pol¨ªtica local, auton¨®mica y nacional o en el mismo partido, pero desde septiembre de 2003 no han vuelto a hablar. Aquel verano, cuando Rajoy estaba a punto de ser nominado por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar candidato a la presidencia del PP y del Gobierno, Rivas hab¨ªa sido tentado de nuevo para otro retorno al Ayuntamiento de Pontevedra, la ciudad de ambos, esta vez como n¨²mero dos con la idea de presidir luego la important¨ªsima Diputaci¨®n Provincial. Era ya diputado nacional y estaba encantado, alejado de las cuitas y luchas internas del PP local. Puso muchas pegas. Durante un pleno en el Congreso abord¨® a Rajoy y el entonces vicepresidente le regal¨® los o¨ªdos durante m¨¢s de una hora y le puso a parir al aspirante que luego result¨® elegido y que ha ostentado al cargo hasta hace un a?o. Rivas acab¨® aceptando y, despu¨¦s de las elecciones municipales, tras varias jugarretas, una de ellas del patr¨®n Manuel Fraga, es descabalgado del puesto dado. Desmoralizado, y tras m¨²ltiples llamadas y gestiones frustradas, localiza y queda con Rajoy en su despacho en La Moncloa: ¡°Te han hecho una cabronada, Pepe, pero la cabronada me la han hecho tambi¨¦n m¨¢s grande a m¨ª que ten¨ªa su palabra y me han embarcado¡±. Rajoy le ofrece a cambio una junta portuaria o seguir de parlamentario. Rivas se queja de lo duro del rid¨ªculo en su ciudad. Rajoy le tranquiliza: ¡°Cara de cart¨®n, Pepe, cara de cart¨®n¡±.
El libro refleja otros cap¨ªtulos rec¨®nditos en la prol¨ªfica vida pol¨ªtica de Rajoy, que empez¨® en Pontevedra a pegar carteles con 22 a?os cuando estudiaba la oposici¨®n de registrador. Relata cuando Rajoy estuvo a punto de firmarle una moci¨®n de censura al alcalde Rivas con el que hab¨ªa compartido lista desde dentro de su partido, cuando el patr¨®n y mandam¨¢s Manuel Fraga en 1985 le quiso cesar como presidente de la Diputaci¨®n y cuando, tras las municipales de 1987, su lista entonces ya de Independientes por Galicia gan¨® las elecciones pero sin mayor¨ªa absoluta. Rajoy era entonces el capo de AP en Galicia y negoci¨® en la sombra con el l¨ªder regional del PSOE, Antol¨ªn S¨¢nchez Presedo, para arrebatarle la alcald¨ªa al ganador Jos¨¦ Pepe Rivas Font¨¢n con un pacto entre la entonces tercera fuerza local (los socialistas) y la segunda (los populares). Esa jugada no sali¨® bien.
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