Profetas fallidos
Los augures de Podemos confiaron en que su profec¨ªa de 'sorpasso' se cumplir¨ªa a s¨ª misma
El fracaso electoral de Podemos no ha sido tan sorprendente como se cree, ya que ha satisfecho a una mayor¨ªa de espa?oles hastiados del inoportuno oportunismo de su burlesco l¨ªder, un travieso Diablo Cojuelo dedicado a debelar con malicia los vicios de la clase pol¨ªtica. De ah¨ª la cosecha de votos recaudada por el corrupto PP, como el ¨²nico voto ¨²til capaz de contener la marea podemista. Y a juzgar por las circunscripciones donde m¨¢s votos han perdido, cabe suponer que les han pasado factura dos tipos de electores: los seguidores de IU o el PSOE, que no han querido soportar sus desprecios verbales, y los ciudadanos que sufren la chapucera torpeza de los llamados ¡®ayuntamientos del cambio¡¯, como pas¨® antes en Euskadi con EH-Bildu.
Pero les est¨¢ bien empleado por ingenuos, al creerse su propia propaganda electoral como si fuera un art¨ªculo de fe. Ahora deducimos de su actual frustraci¨®n que no contaban con ning¨²n plan B, pues el sorpasso (o mejor dicho, la ¡®sorpasokizaci¨®n¡¯) era su ¨²nica estrategia pol¨ªtica, que esperaban recoger como fruta madura sin m¨¢s razones para ello que el voluntarismo m¨¢gico, como si el ¡°s¨ª, se puede¡± fuera una especie de ¡°¨¢brete s¨¦samo¡±. Y no ha sido as¨ª. Por el contrario, la realidad les ha demostrado que no han podido, con lo que Podemos ha refutado a su mismo nombre. Un gatillazo tan descomunal que ser¨ªa esperable en una partida de ilusos iluminados, pero que no se compadece bien con su pretendida condici¨®n profesoral de polit¨®logos supuestamente bien informados. Por eso, como soci¨®logo que profesa en sus mismas aulas, me gustar¨ªa recomendarles que se olviden por fin de Gramsci y relean por una vez al gran Robert K. Merton.
En 1948, Merton propuso su teor¨ªa de la profec¨ªa que se confirma o se refuta a s¨ª misma, como un caso extremo de las consecuencias inesperadas de la acci¨®n social. Exhibiendo un infundado voluntarismo, Podemos profetiz¨® que superar¨ªa al PSOE y rivalizar¨ªa con el PP, confiando en que sus cr¨¦dulos seguidores les creer¨ªan a pies juntillas. Y como algunas encuestas se hicieron eco de semejante posibilidad, los estrategas de Podemos creyeron que eso reforzar¨ªa el sorpasso por un efecto de refuerzo que los expertos electorales denominan band wagon (subirse al carro del favorito). Es decir, los augures de Podemos confiaron en que su profec¨ªa de sorpasso se cumplir¨ªa a s¨ª misma. Pero lo que sucedi¨® fue justamente lo contrario, pues ante la expectativa de victoria, un mill¨®n de electores dejaron de votarles haciendo que su profec¨ªa, lejos de cumplirse a s¨ª misma, se convirtiera en lo que Merton llam¨® una ¡®profec¨ªa suicida¡¯. Es lo que tambi¨¦n ocurri¨® con el Brexit, pues como todas las encuestas y casas de apuestas predec¨ªan que ganar¨ªa el Remain, muchos de sus partidarios se quedaron en casa sin molestarse en ir a votar, con lo que la profec¨ªa se anul¨® a s¨ª misma permitiendo que el Brexit venciera al final. Y con el sorpasso anunciado de Podemos ha pasado exactamente igual.
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