S¨¢nchez y Rivera cierran la puerta a cualquier pacto de programa con el PP
Rajoy intentar¨¢ un acercamiento a los programas del PSOE y Ciudadanos
La calma con la que Mariano Rajoy ha afrontado la b¨²squeda de apoyos para su investidura no ha dado resultado. Las posiciones de los partidos clave ¡ªPSOE y Ciudadanos¡ª no se han movido y la estrategia del l¨ªder del PP para que lo hagan empezar¨¢ la pr¨®xima semana, la cuarta tras las elecciones del 26-J. Rajoy intentar¨¢ un acercamiento a los programas del PSOE y Ciudadanos, que Pedro S¨¢nchez y Albert Rivera rechazan.
El PP quiere seducir al PSOE y Ciudadanos para que faciliten la investidura de Rajoy. El primer intento de seducci¨®n empezar¨¢ por aproximarse a los programas electorales del PSOE y de Ciudadanos, aunque los destinatarios no est¨¢n interesados en ese maridaje. Solo el temor a la convocatoria de unas terceras elecciones puede desencadenar la catarata de abstenciones que Rajoy necesita, pero solo por ¡°responsabilidad democr¨¢tica¡±, sin m¨¢s compromisos.
El hermetismo es la ¨²nica caracter¨ªstica que tienen en com¨²n los l¨ªderes del PP y del PSOE. Rajoy y Pedro S¨¢nchez dialogan con sus colaboradores, los escuchan, pero no trascienden qu¨¦ es lo que piensan y cu¨¢les son los pasos que van a dar en los pr¨®ximos d¨ªas, hasta finales de julio, en las v¨ªsperas de la celebraci¨®n del debate de investidura. Si es que este se celebra.
El presidente en funciones no ha decidido si dar¨¢ el paso de someterse a votaci¨®n en las fechas que ¨¦l ha sugerido, el 3 y el 5 de agosto, si no tiene garantizados los apoyos suficientes. De hacerlo, a sabiendas de que fracasar¨¢, tendr¨¢ el ¨²nico efecto, nada desde?able, de que los plazos empezar¨¢n a correr. Los partidos tendr¨¢n entonces dos meses para ponerse de acuerdo e impedir las terceras elecciones en un a?o.
No es una motivaci¨®n suficientemente poderosa como para que Rajoy haya decidido poner en marcha ¡°el reloj de la democracia¡±, como reivindicaba con contumaz reiteraci¨®n el l¨ªder del PSOE. Era su forma de resaltar el gesto de subir a la tribuna de oradores sin tener los apoyos necesarios y, por tanto, para ser rechazado tras los comicios del 20-D. Eso s¨ª, aquel gesto no evit¨® que se tuvieran que celebrar unas nuevas elecciones, ya que S¨¢nchez no consigui¨® los apoyos necesarios en el Congreso.
Rajoy no ha asumido a¨²n la decisi¨®n de cargar con el bald¨®n de ser rechazado en una investidura e igualarse con S¨¢nchez en la derrota. La tentaci¨®n de prolongar las conversaciones durante septiembre, hasta ablandar las posiciones de los adversarios, est¨¢ muy presente. Tan presente como el rechazo a admitir que los dem¨¢s no le van a dejar gobernar despu¨¦s de haber ganado las elecciones y con 52 esca?os de distancia sobre el segundo partido. Ese razonamiento, propio del ganador de una carrera, choca con el sistema pol¨ªtico espa?ol, en el que para ser investido presidente no se cuentan los votos en las urnas sino los apoyos que refleje el marcador del Congreso de los Diputados. De momento, solo cuenta con sus 137 esca?os y tiene en contra 217, aunque para salir airoso solo tendr¨ªa que conseguir, en segunda votaci¨®n, m¨¢s s¨ªes que noes.
Los condicionamientos de cada partido conducen a pensar que Rajoy no lo conseguir¨¢, pero el miedo ¡ªnunca el af¨¢n de acordar y concertar¡ª puede finalmente llevar a PSOE y Ciudadanos a propiciar la investidura del dirigente popular. As¨ª se deduce de las reflexiones recogidas por EL PA?S entre dirigentes de esos partidos.
Desafecto
El desafecto de los ciudadanos hacia los partidos por convocarlos a las urnas por tercera vez en un a?o atemoriza sobremanera a los partidos, aunque a¨²n conf¨ªan en que sean ¡°otros¡± quienes carguen con el peso, que se les antoja insoportable, de haber nombrado presidente a Rajoy. Este tratar¨¢ de conseguir votos afirmativos, en tanto que Ciudadanos solo est¨¢ dispuesto a la abstenci¨®n. Albert Rivera quiere convencer al PSOE de que salga del no y se sume a su posici¨®n. ¡°Solo con la abstenci¨®n t¨¦cnica, perfectamente explicable ante la opini¨®n p¨²blica, por responsabilidad pol¨ªtica, ser¨¢ suficiente para que empiece a andar la legislatura y evitar nuevas elecciones¡±, justifica un dirigente de Ciudadanos. Este partido ya ha tomado esa decisi¨®n y quiere creer que el PSOE desistir¨¢ de su insistencia de pedir a la formaci¨®n de Rivera que pase al s¨ª y les libere de cualquier responsabilidad.
Ni compromisos ni contrapartidas
Sin compromisos, sin contrapartidas. Este es el planteamiento de Ciudadanos, del que quiere hacer part¨ªcipe al PSOE para que se avenga a la abstenci¨®n, sin acordar nada con el PP, y que el impacto entre sus votantes y militantes, tambi¨¦n los de Ciudadanos, sea el menor posible. La intenci¨®n, de la que puede participar el PSOE, choca de plano con la estrategia de Mariano Rajoy de tratar de seducir a uno y a otro con ofertas y propuestas de sus propios programas electorales. Ambos huir¨¢n de todo acercamiento al PP. Solo cambiar¨ªan para evitar elecciones.
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