PP y PSOE bloquean el pacto para la Presidencia y la Mesa del Congreso
Populares y socialistas no renuncian a presidir la C¨¢mara; Ciudadanos se ofrece como propuesta de consenso y Podemos quiere un acuerdo de la izquierda y soberanistas
El PP y el PSOE se mantienen encastillados en sus posiciones y bloquean un acuerdo para la elecci¨®n de la Mesa y la Presidencia del Congreso. Ninguno de ellos cede y no es posible un pacto ni entre ellos ni con los dem¨¢s partidos. Ciudadanos se ha ofrecido como presidente de consenso y podr¨ªa ser el beneficiado de las negociaciones. El l¨ªmite temporal es el martes cuando se constituya el Congreso y ninguno de los negociadores prev¨¦ que se cierre hasta el lunes.
La primera batalla de la legislatura, la de la elecci¨®n de los ¨®rganos de Gobierno del Congreso, sigue abierta. Fundamentalmente porque es necesario combinar diferentes intereses de cada uno de los grupos, por la fragmentaci¨®n de la C¨¢mara, por las negociaciones para la investidura y, en lo m¨¢s concreto, porque ni el PP ni el PSOE ceden en sus pretensiones de presidir el Congreso.
Los populares est¨¢n en condiciones de controlar la negociaci¨®n porque si no hay acuerdo entre los grupos, el sistema de votaci¨®n les permitir¨ªa tener hasta cinco de los nueve miembros de la Mesa, es decir, mayor¨ªa absoluta, incluida la Presidencia.
Dificultades para que Convergencia tenga grupo
Una de las variables que dificulta el acuerdo es que Convergencia no cumple estrictamente los requisitos para tener grupo propio y necesita que uno de los grandes le ceda diputados y no lo tiene asegurado.
Esa cesi¨®n de diputados es habitual, ha sido avalada por el Tribunal Constitucional y la ¨²ltima vez que se hizo fue en el Senado en la anterior legislatura, con parlamentarios del PSOE cedidos.
La diferencia entre esa situaci¨®n y la de las confluencias de Podemos es que en un caso se trata de aplicar con flexibilidad requisitos como el n¨²mero de parlamentarios y de votos y en el otro ser¨ªa contravenir una prohibici¨®n expresa del reglamento. En concreto, la que dice que ¡°no podr¨¢n formar Grupo separado los diputados que, al tiempo de las elecciones, pertenecieran a formaciones pol¨ªticas que no se hayan enfrentado ante el electorado¡±.
Durante el fin de semana seguir¨¢ el cruce de llamadas. El martes se votar¨¢ para la elecci¨®n de los cuatro vicepresidentes y los secretarios. Antes para la Presidencia y si ning¨²n candidato logra mayor¨ªa absoluta se volver¨¢ a votar solo entre los dos m¨¢s apoyados, para que sea designado el que m¨¢s sufragios tenga. El PP quiere presidir la C¨¢mara y ofrece a Ciudadanos un puesto en la Mesa, que no le corresponder¨ªa aritm¨¦ticamente, a cambio de que apoye a su candidato.
Ciudadanos intenta reeditar el acuerdo de diciembre con el PP y el PSOE, sobre la base de que el presidente vuelva a ser de un partido distinto al del grupo mayoritario, es decir, que no sea un diputado popular.
El partido de Albert Rivera ha llegado a proponer que el presidente sea un candidato de consenso, es decir, de Ciudadanos. Su diputado Ignacio Prendes ya ha estado en la Mesa, pero los negociadores populares rechazan por el momento que sea un presidente de esa formaci¨®n. No obstante, fuentes populares no descartan que esa opci¨®n sea una de las cartas de negociaci¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas para que el partido de Rivera apoye la investidura de Rajoy, pero eso tendr¨ªa contraindicaciones para que el PSOE termine por abstenerse.
De momento, Ciudadanos intenta actuar sin ¨¦xito como pegamento entre populares y socialistas como ya hizo tras las generales del 20 de diciembre. Considera que sin el partido de Pedro S¨¢nchez no debe cerrarse un acuerdo.
Pero el PSOE no renuncia a la Presidencia y busca un pacto que incluya a Podemos y Ciudadanos frente al PP. Los socialistas, que manejan que Patxi L¨®pez repita, ceder¨ªan un puesto en la Mesa a Ciudadanos, de tal forma que el PP tendr¨ªa cuatro representantes, el PSOE uno m¨¢s el presidente, Podemos dos y Ciudadanos uno.
Pero Podemos rechaza esta opci¨®n y apuesta por un acuerdo de izquierdas m¨¢s los partidos nacionalistas e independentistas, sin Ciudadanos. Su objetivo, para el que est¨¢n dispuestos a apoyar al socialista L¨®pez para la Presidencia, es sumar en la Mesa cinco de nueve con el PSOE. Se tratar¨ªa de que el PP y Ciudadanos estuvieran en minor¨ªa y que la izquierda tuviera margen de maniobra y decisi¨®n al frente de la C¨¢mara.
El problema es que los socialistas no aceptan dejar fuera a Ciudadanos, ni admiten que las confluencias gallega, catalana y valenciana de Podemos tengan grupo propio. De hecho, uno de los objetivos del partido de Pablo Iglesias es que la mayor¨ªa en la Mesa del PSOE y Podemos abriera la puerta a esos grupos territoriales expresamente prohibidos en el Reglamento del Congreso.
La batalla sobre la Mesa tiene el alto valor simb¨®lico y pol¨ªtico de marcar el inicio de la legislatura. Seg¨²n como se resuelva dejar¨ªa el mensaje de que el PP acepta o no pactar, que Ciudadanos tiene capacidad para tejer acuerdos entre populares y socialistas, que el PSOE se muestra como la alternativa liderando la C¨¢mara desde la Presidencia o que Podemos tiene posibilidad de forjar pactos de izquierdas.
El acuerdo entre el PP, el PSOE y Ciudadanos en la anterior legislatura ya le sirvi¨® a Podemos para hablar de la gran coalici¨®n y afear a los socialistas que permitieran una Mesa con mayor¨ªa de centroderecha. Ahora, si quedaran fuera de nuevo del pacto, podr¨ªan agitar la idea de una pr¨®xima investidura de Rajoy gracias a S¨¢nchez y Rivera.
?Funciones limitadas
El control del ¨®rgano de gobierno de la C¨¢mara tiene valor en el arranque de la legislatura, pero mucho m¨¢s limitado en el funcionamiento posterior. As¨ª, ahora puede decidir sobre la creaci¨®n de grupos parlamentarios con aplicaci¨®n flexible del Reglamento o sobre cuestiones de infraestructura del Congreso, pero tiene funciones mucho m¨¢s limitadas si arranca la legislatura.
Por ejemplo, la posibilidad de frenar o aceptar peticiones de comparecencia de miembros del Gobierno est¨¢ en manos de la Junta de Portavoces, en la que hay voto ponderado de los grupos seg¨²n el n¨²mero de esca?os, y no de la Mesa. S¨ª tiene capacidad para decidir sobre asuntos como los viajes de los diputados o su situaci¨®n econ¨®mica, es decir, la gesti¨®n del funcionamiento de las Cortes.
Obviamente, en el Senado la mayor¨ªa absoluta del PP hace innecesario el acuerdo, porque los populares tienen asegurada la Presidencia. Aunque Mariano Rajoy no comunicar¨¢ hasta el lunes los nombres de sus candidatos a las presidencias de las C¨¢maras y las portavoc¨ªas de su grupo, todo parece indicar que P¨ªo Garc¨ªa Escudero se mantendr¨¢ en la Presidencia del Senado.
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