Jos¨¦ Ram¨®n Recalde, compromiso ¨¦tico contra el totalitarismo
"Si fue vanguardista en el combate contra el franquismo, tambi¨¦n lo fue contra el totalitarismo de ETA"
La noche del 14 de septiembre de 2000 escrib¨ª un perfil de Jos¨¦ Ram¨®n Recalde que pod¨ªa haber sido una necrol¨®gica porque en aquellos momentos se desconoc¨ªa si sobrevivir¨ªa al ataque de la banda terrorista ETA en la puerta de su domicilio en San Sebasti¨¢n. El ataque le dej¨® secuelas graves, pero Recalde se sobrepuso y ha vivido casi 16 a?os m¨¢s. Aquel perfil escrito cuando Recalde ten¨ªa 69 a?os sigue vigente. Ya estaba consagrado como referente intelectual y comprometido con la Euskadi democr¨¢tica y por ello fue v¨ªctima del totalitarismo etarra en plena campa?a de limpieza ¨¦tnica contra quienes no pensaban como ella.
Su compromiso pol¨ªtico contra el totalitarismo empez¨® mucho antes. En realidad, dedic¨® su vida a esa tarea sin hacer de la pol¨ªtica una profesi¨®n, lo que le convirti¨® en una rara avis y acrecent¨® su autoridad moral. Empez¨® su compromiso contra la dictadura en su etapa universitaria en el Madrid de los cincuenta, d¨®nde conoci¨® a Javier Pradera, Ram¨®n Tamames, etc.
De regreso a San Sebasti¨¢n, lider¨® el Frente de Liberaci¨®n Popular en Euskadi, una organizaci¨®n revolucionaria de izquierdas. Fue detenido y torturado en 1962 por la Brigada Pol¨ªtico-Social franquista con el escritor y psiquiatra, Luis Martin Santos, dirigente del PSOE en la clandestinidad con el que compart¨ªa tertulia en San Sebasti¨¢n, la ciudad en la que vivi¨® toda su vida.
Al salir de prisi¨®n mantuvo su compromiso pol¨ªtico -no dejar¨ªa el Felipe hasta que se disolvi¨® a comienzos de los setenta- que compagin¨® con sus clases de Derecho Laboral y posteriormente Teor¨ªa y sistemas jur¨ªdicos en el campus de San Sebasti¨¢n de la Universidad de Deusto. Recalde y Alfredo Tamayo, jesuita fallecido hace dos a?os, eran los referentes ¨¦ticos en aquella universidad efervescente del final del franquismo. Recalde fue un ardiente defensor de la pluralidad pol¨ªtica en Euskadi, lo que le vali¨® encontronazos con los sectores m¨¢s radicales del nacionalismo. Sus reflexiones est¨¢n recogidas en ¡°La construcci¨®n de las naciones¡±.
Tras la muerte de Franco y la llegada de la democracia, en 1978, el consejero de Interior del preauton¨®mico vasco, el socialista Txiki Benegas, le pidi¨® que participara en la Direcci¨®n del Departamento de Derechos Humanos. Desde aquel departamento, a¨²n sin competencias, denunci¨® la actividad etarra, pero tambi¨¦n la de los grupos parapoliciales, hiperactivos entonces.
Si fue vanguardista en el combate contra el franquismo, tambi¨¦n lo fue contra el totalitarismo de ETA. En 1980 promovi¨® la carta de los intelectuales vascos contra ETA, en un momento en el que, reci¨¦n aprobadas la Constituci¨®n y el Estatuto de Gernika, el terrorismo lejos de amainar se acrecent¨®, con un apoyo social considerable. Lagun, la librer¨ªa que regent¨® su esposa, Mar¨ªa Teresa Castells, junto con Ignacio Latierro, pas¨® de ser atacada por la ultraderecha a serlo por ETA.
Recalde reapareci¨® en la vida p¨²blica en 1987 cuando Ram¨®n J¨¢uregui, vicelehendakari socialista del Gobierno vasco de coalici¨®n con el PNV, le ofreci¨® la cartera de Educaci¨®n, desde la que logr¨® un amplio consenso para hacer p¨²blicas las ikastolas.
Pr¨®ximo al PSOE, siempre mantuvo su independencia. Como consejero de Justicia del Gobierno vasco (1991-94), fue muy cr¨ªtico con los esc¨¢ndalos que sacudieron a los socialistas en la etapa terminal de Felipe Gonz¨¢lez en contraste con la respuesta endog¨¢mica del aparato.
En su modestia, no pens¨® que pod¨ªa ser blanco de ETA, pero estaba en la misma lista de sus amigos asesinados: Fernando Buesa, Jos¨¦ Luis L¨®pez de Lacalle, Juan Mari J¨¢uregui y Ernest Lluch. Fue el superviviente. Llev¨® su condici¨®n de v¨ªctima de ETA con dignidad. No se dej¨® manipular y quiso siempre que quedara claro que ETA no tuvo justificaci¨®n alguna y que sus cr¨ªmenes no deb¨ªan ser olvidados para que no se repitieran. Con Recalde se va un referente l¨²cido de la generaci¨®n que padeci¨® el doble totalitarismo: el del franquismo y el de ETA. No le olvidaremos.
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