La ¨¦tica p¨²blica de Alberto Lafuente
Catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Empresa, mostr¨® una indiscutible capacidad t¨¦cnica y honradez intelectual durante toda su trayectoria profesional
Alberto Lafuente F¨¦lez (Zaragoza, 1954) falleci¨® el pasado mi¨¦rcoles, v¨ªctima demasiado precoz de un c¨¢ncer de pulm¨®n. Quienes le han acompa?ado en su trayectoria p¨²blica conocen con precisi¨®n, y no por referencias indirectas, su indiscutible capacidad t¨¦cnica, su honradez intelectual, que le llev¨® a crearse enemigos (unas veces poderosos y otras, molestos) entre el establishment energ¨¦tico espa?ol, y su presencia de ¨¢nimo, eso que antes se llamaba ecuanimidad, para distinguir entre su obligaci¨®n como servidor p¨²blico, sujeto a normas ¨¦ticas ineludibles y sus preferencias personales. Milit¨® en el PSOE, pero no ahorr¨®, en p¨²blico y en privado, an¨¢lisis cr¨ªticos sobre decisiones desacertadas y negligencias de manual, cuya persistencia explica, a la postre, ese descenso continuado del partido hacia la irrelevancia. Ni en sus an¨¢lisis econ¨®micos, brillantes y alejados de la jerga cr¨ªptica, ni en sus observaciones pol¨ªticas, cay¨® jam¨¢s en la estridencia ni en la histeria. Eligi¨® una proyecci¨®n p¨²blica modesta ¡ªrara avis en estos tiempos de escaparate¡ª y siempre tuvo a bien renegar del catastrofismo; nada sin causa y nada sin soluci¨®n. Frente al ruido ensordecedor del entorno pol¨ªtico y administrativo, aplic¨® la ilustraci¨®n y el pragmatismo a la soluci¨®n de los enrevesados problemas con los que hubo de bregar.
Alberto Lafuente estudi¨® en Deusto y pas¨® a la pol¨ªtica desde la c¨¢tedra de Econom¨ªa de la Empresa. Una biograf¨ªa guiada deber¨ªa saltarse los primeros pasos en la Administraci¨®n p¨²blica, casi de entrenamiento y primer contacto con los usos y costumbres del quehacer p¨²blico (lo que podr¨ªamos llamar viscosidad administrativa). Hasta llegar a la Secretar¨ªa General de la Energ¨ªa (1994-1996). Desde ese puesto clave inspir¨® y elabor¨® la LOSEN (Ley de Ordenaci¨®n del Sistema El¨¦ctrico Nacional), que, mal que le pese a quienes se opusieron a ella, fue el intento m¨¢s avanzado para racionalizar el mercado el¨¦ctrico. Hoy, 20 a?os despu¨¦s, el texto de la LOSEN es m¨¢s coherente con la liberalizaci¨®n que necesita el mercado el¨¦ctrico que la regulaci¨®n desordenada implantada por el PP en 1998.
Desde la secretar¨ªa general, Lafuente elabor¨® un sistema de subastas competitivas para la asignaci¨®n de gas a los grupos el¨¦ctricos que bien podr¨ªa haber servido de modelo para fijar de forma satisfactoria precios racionales en otros mercados energ¨¦ticos. La llegada del PP al Gobierno frustr¨® cualquier atisbo de racionalizaci¨®n energ¨¦tica. Lafuente volvi¨® a la Universidad, pero reincidi¨® en la gesti¨®n p¨²blica a petici¨®n del alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch. Entre 2004 y 2005 fue delegado de Hacienda del Ayuntamiento zaragozano. Despu¨¦s, ocup¨® la Direcci¨®n General del Servicio T¨¦cnico de Loter¨ªas (entre 2005 y 2010) y fue presidente de Correos entre 2010 y 2011, donde tuvo que aplicar un duro ajuste para garantizar la viabilidad de la sociedad p¨²blica.
Su ¨²ltima etapa como servidor p¨²blico puso a prueba su capacidad t¨¦cnica y su entereza como gestor p¨²blico. Ocup¨® la presidencia de la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE) durante dos a?os muy duros (2011-2013), condicionados por la hostilidad del Gobierno del PP, reacio por principio a aceptar la existencia de organismos regulatorios independientes y tendente a practicar el revanchismo por encima o al margen de los intereses del Estado. Lafuente pag¨® el obstruccionismo del Ejecutivo y de algunas empresas con moneda bien distinta. La CNE elabor¨® un informe regulatorio para ofrecer a la Secretar¨ªa de la Energ¨ªa una visi¨®n exacta y global de la situaci¨®n del mercado el¨¦ctrico espa?ol. Sirvi¨® para que el ministerio supiera con exactitud d¨®nde estaban los problemas principales que hab¨ªan generado el d¨¦ficit p¨²blico y pudiera actuar en consecuencia.
Lafuente ha dejado una herencia de servidor p¨²blico competente y cabal que est¨¢ muy por encima de los niveles de compromiso y calidad t¨¦cnica mensurables en los responsables pol¨ªticos actuales; y por eso su tarea es reconocida y ser¨¢ recordada.
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