¡°Me han robado la identidad y estoy a base de lexat¨ªn; yo no soy una delincuente¡±

¡°?Es usted Ramona Mar¨ªa Faghiura?¡±, le preguntaron dos hombres vestidos de verde. ¡°Queda usted detenida, hay una orden judicial de b¨²squeda y captura y tiene que acompa?arnos¡±. Eran las 02.30 del 11 de enero de 2015, madrugada del s¨¢bado al domingo.

Sus lamentos de que ella no hab¨ªa hecho nada y que todo era un error, ni los escucharon. Llorando, en la parte trasera del veh¨ªculo policial, Ramona sac¨® su m¨®vil y escribi¨® un mensaje a su marido, que estaba en Zaragoza, a 123 kil¨®metros: ¡°Estoy detenida en Fraga, tr¨¢ete la carpeta [con los papeles] y ven corriendo...¡±.

¡°Estoy detenida en Fraga, tr¨¢ete la carpeta [con los papeles] y ven corriendo...¡±.

Se le vino el mundo encima cuando la encerraron en la celda. No par¨® en toda la noche de andar en c¨ªrculo y de esquina en esquina en aquel "sucio habit¨¢culo". Pero confiaba en quedar libre en cuanto su esposo llegara al cuartel y mostrara a los guardias la carpeta. En la carpeta hab¨ªa un resumen de su pesadilla, en forma de papeles judiciales, citaciones, autos, fianzas¡­ Y denuncias suyas ante la polic¨ªa y los jueces contra quien, en alguna parte, o en muchas, hab¨ªa suplantado su personalidad convirti¨¦ndola en una estafadora m¨²ltiple con un reguero de estafados en una docena de ciudades espa?olas.

Ramona lleg¨® a Espa?a procedente de Ruman¨ªa en 2007; regulariz¨® su situaci¨®n en 2008 y se cas¨® en 2010 en Zaragoza, donde ya viv¨ªa su hermana, con un compatriota, Adri¨¢n Timaru. Su vida discurri¨® normal hasta el verano de 2013, cuando empezaron a lloverle citaciones ¡°como imputada¡± de juzgados de ciudades cuyos nombres, se?ala, jam¨¢s antes hab¨ªa o¨ªdo. Ir¨²n, Ciudadela, Alcal¨¢ de Guadaira, C¨¢ceres, Toledo, Jerez de los Caballeros, Sabadell, Valencia¡­ Tras recibir en 2013 la primera cita del juez, Ramona se present¨® en la comisar¨ªa de polic¨ªa instalada en el recinto de la Expo?2008 para denunciar que alguien estaba delinquiendo con su nombre. ¡°Esa vez, no quisieron tomarme la denuncia; dec¨ªan que yo no me pod¨ªa denunciar a m¨ª misma¡±, recuerda Ramona.

Lleva tres a?os entrando y saliendo de juzgados y comisar¨ªas de Zaragoza. Los jueces de los lugares donde comete fechor¨ªa su suplantadora, la falsa Ramona, piden a sus colegas de Zaragoza que interroguen a la otra Ramona (a ella). Ahora trabaja de tendera (tras el incidente de Fraga la echaron del bar en el que trabajaba como camarera por no acudir al puesto de trabajo debido a la ¡°ansiedad generalizada¡± que le diagnosticaron). Y lleva 1.500 euros gastados en abogados. Sin contar los mareos con los abogados de oficio que tiene que ir buscando en los diferentes juzgados (¡°no tengo dinero para pagar abogados en todas esas ciudades¡±).

En realidad, no sabe si quien la est¨¢ suplantado ¡°es hombre o mujer, o una banda criminal¡­¡±. Pero tiene una fotocopia con el NIE de una mujer que ¡°a mediados de 2013¡± se present¨® en una oficina bancaria del BBVA en Zamora y pidi¨® abrir una cuenta a su nombre. ¡°El banco¡±, explica Ramona, ¡°vio que yo ya ten¨ªa una cuenta en Zaragoza y me llam¨® para preguntarme si quer¨ªa abrir otra en Zamora. Dije que no, ??que qu¨¦ me estaban contando!!... Indagu¨¦ y me facilitaron el NIE falso que aport¨® all¨ª la impostora, en el que figuraba mi nombre original, Ramona Mar¨ªa Faghiura, mi apellido de nacimiento, y una foto de una mujer que no soy yo¡±.

Su vida discurri¨® normal hasta el verano de 2013, cuando empezaron a lloverle citaciones ¡°como imputada¡± de juzgados de ciudades cuyos nombres no conoc¨ªa

En una cafeter¨ªa de Zaragoza, con EL PA?S, Ramona se esfuerza tratando de hallar una explicaci¨®n sobre cu¨¢ndo y c¨®mo pudieron apropiarse de su personalidad. Se decanta porque la pudieron extraer de un curr¨ªculo que ella subi¨® a Internet en busca de trabajo. ¡°Pero, claro, en el curr¨ªculo no estaban todos mis datos, de ah¨ª que la estafadora se inventase algunos datos en el NIE que falsific¨®; por ejemplo, los nombres de mis padres, que l¨®gicamente no estaban en el curr¨ªculo¡±.

Ramona lleg¨® a Espa?a en 2008 y, al casarse en 2010, de acuerdo con sus costumbres rumanas, cambi¨® su apellido natal (Faghiura) por el de su actual marido, Adri¨¢n (Timaru). En la ficha policial de entrada a Espa?a consta Faghiura y su domicilio en Zaragoza, de ah¨ª la facilidad de los jueces para localizarla.

En la oficina del BBVA de Zamora extra?¨® que alguien quisiera abrir una cuenta all¨ª (a 517 kil¨®metros) cuando ya dispon¨ªa de una en Zaragoza con su marido. Y telefonearon a sus colegas de la capital ma?a, que alertaron a Ramona y rechazaron abrirle una cuenta a la impostora, seg¨²n han confirmado fuentes de esta entidad.

"No quisieron cogerme la denuncia; dec¨ªan que yo no me pod¨ªa denunciar a m¨ª misma¡±, recuerda Ramona.

Pero la estafadora acudi¨® a otros bancos y otras ciudades y s¨ª logr¨® abrir cuentas, todas ellas a nombre de Ramona Mar¨ªa Faghiura. La falsa Ramona vende por Internet ordenadores y otros ¨²tiles el¨¦ctricos. Acumula decenas de estafados. Para recibir el producto, obligan a enviar el dinero por anticipado a la cuenta bancaria, pero el comprador nunca lo recibe. Los estafados denuncian a Ramona Faghiura y los jueces le abren un proceso tras otro. Hasta ahora casi todos han sido archivados o con sentencia absolutoria; pero a¨²n le queda un juicio, en Alcal¨¢ de Guadaira (Sevilla), por estafa m¨²ltiple. Y tendr¨¢ que sentarse en el banquillo.

Desde hace m¨¢s de un a?o toma tres pastillas de lexat¨ªn diarias, y hace tiempo que dej¨® las otras tres, diferentes, tambi¨¦n contra el insomnio, que le recet¨® el doctor del Servicio Aragon¨¦s de Salud Antonio Brun, al d¨ªa siguiente de lo de Fraga. ¡°Por favor, yo lo que quiero es que busquen ya a la chica que ha robado mi identidad; porque yo no soy una delincuente y es muy injusto lo que me est¨¢ pasando¡±, se emociona. Brun refiere que Ramona lleg¨® al hospital el 12 de enero de 2015 presa de un ataque de ¡°ansiedad generalizada tras detenci¨®n por error administrativo¡±.

Desde hace m¨¢s de un a?o toma tres pastillas de lexat¨ªn diarias para combatir un cuadro de "ansiedad generalizada"

Ni con las pastillas se le va de la cabeza aquella madrugada en Fraga. Los guardias, que la ve¨ªan a trav¨¦s de una c¨¢mara sin parar de moverse, le pidieron que se sentara. ¡°Y yo, como protesta, me mov¨ªa a¨²n m¨¢s r¨¢pido... sin parar de llorar; y empec¨¦ a dar golpes en las paredes cuando lleg¨® mi marido con los papeles y nos les hicieron ni caso¡±. Recuerda que los guardias entraron varias veces en la celda para preguntarle si ten¨ªa "un segundo domicilio en C¨¢ceres". ¡°?D¨®nde?, les respond¨ªa yo. No sab¨ªa ni que exist¨ªa C¨¢ceres¡±.

A la ma?ana siguiente, la llevaron al juzgado de guardia y qued¨® en libertad provisional tras declarar ante el juez que alguien estaba haci¨¦ndose pasar por ella y que lo hab¨ªa denunciado en la polic¨ªa y en el juzgado de guardia.

-?Sigue libre el usurpador?

-No lo s¨¦, creo que s¨ª. He ido muchas veces a la polic¨ªa a denunciar. Y no me han dicho que hayan detenido a nadie. Si supiera qui¨¦n es esa persona, la coger¨ªa y, pufff, no s¨¦ lo que le har¨ªa¡­Me est¨¢ arruinando la vida. Su abogado le ha vaticinado que las aguas se calmaran despu¨¦s del juicio de Alcal¨¢ de Guadaira y por eso est¨¢ algo m¨¢s animada, tiende a reducir el lexat¨ªn y ya no tiembla cuando ve un uniforme, pero no perdona: "Aborrezco a todos los que me est¨¢n haciendo tanto da?o por no hacer bien su trabajo", se queja.

investigacion@elpais.es