Rivera recela de Rajoy y no consigue acercar a S¨¢nchez
El l¨ªder de Ciudadanos reconoce que "no se f¨ªa" de Rajoy y que era su "plan B"
El l¨ªder de Ciudadanos invoc¨® este mi¨¦rcoles en vano el esp¨ªritu de la Transici¨®n y a los ¡°hombres de Estado¡± que trajeron la democracia para lograr el entendimiento entre Mariano Rajoy y Pedro S¨¢nchez. Albert Rivera quiso ¡°unir los puntos¡± en com¨²n entre el candidato del PP y el l¨ªder del PSOE en torno a las medidas que comparten los pactos que ha firmado con ambos, pero no sirvi¨® de nada. Rivera admiti¨®, por otro lado, que no se f¨ªa de su socio, con quien trasluci¨® una tirante relaci¨®n, y emplaz¨® a los socialistas a ejercer conjuntamente el control al PP.
?¡°Ciudadanos se ha sentado a hablar con los que no se hablan. Y hemos demostrado que en el centro est¨¢ la virtud¡±. Con esta frase, Albert Rivera se present¨® en la tribuna del Congreso en el segundo debate de la investidura con la intenci¨®n de ejercer de puente entre el PP y el PSOE, defendiendo que ambos tienen un tronco com¨²n representado en las 100 medidas que comparten, como ha demostrado los pactos que ¨¦l mismo ha firmado con ambas formaciones. ¡°Si tenemos este espacio com¨²n entre este lado de la C¨¢mara [el del PSOE], el centro y la derecha, ?por qu¨¦ no nos ponemos a trabajar?¡±, pregunt¨®. Su prop¨®sito se estrell¨® con el no rotundo de Pedro S¨¢nchez.
El l¨ªder de Ciudadanos intent¨® un entendimiento que se apreci¨® imposible en torno al ¡°espacio entre los socialistas, el centro derecha y los dem¨®cratas liberales¡±. ¡°No vengo a aleccionar a nadie, vengo a unir¡±, les dijo Rivera a S¨¢nchez y Rajoy. En realidad, el l¨ªder de Ciudadanos sab¨ªa ya que era un canto al vac¨ªo, toda vez que ni ¨¦l mismo habla con el secretario general del PSOE desde hace semanas.
Rivera trat¨®, en todo caso, de dar argumentos a los socialistas, con el fin de convencerles de que pueden cambiar el sentido de su voto y salir del no, aunque sea tras la investidura fallida. Les pidi¨® que ¡°reflexionen¡± sobre el papel que puede jugar el PSOE, con sus 85 esca?os, con un Gobierno del PP en minor¨ªa, y les emplaz¨® a hacer una oposici¨®n de control conjunta. El l¨ªder de Ciudadanos dirigi¨® al PSOE y a S¨¢nchez mensajes velados en un tono que fue endureciendo seg¨²n avanzaba el debate.
¡°No sea un tap¨®n¡±
¡°Se equivocan los que piensan solo en las urnas, los que bloquean. Se equivocan quienes piensen en sus intereses de partido o sus intereses personales¡±, advirti¨®. ¡°Que nadie est¨¦ pensando en unas terceras vacaciones¡±. A S¨¢nchez le interpel¨® personalmente tras recordarle que ¨¦l mismo pidi¨® a Rajoy en marzo que no fuera un ¡°tap¨®n¡± en su investidura. ¡°Yo no quiero ni un tap¨®n ni dos. Le pido, se?or S¨¢nchez, que tampoco lo sea usted¡±.
Rivera sub¨ªa a la tribuna para defender su voto afirmativo a un candidato diferente en solo seis meses, y con vistas a ser part¨ªcipe de la segunda investidura fallida. En marzo, cuando se present¨® con un pacto con el PSOE, Rivera le dijo a su hoy nuevo socio: ¡°Se?or Rajoy, usted no es cre¨ªble para liderar la nueva etapa¡±. Ayer trat¨® de hacer virtud de su viraje. ¡°Yo no reniego de llegar a acuerdos, yo estoy orgulloso. Estoy orgulloso del acuerdo que firmamos con el PSOE, pero tampoco voy a renegar de las pol¨ªticas que hemos pactado con el PP¡±, dijo.
Ahora bien, Rivera quiso evidenciar su recelo a su socio. Dijo que no se f¨ªa de Rajoy, al que record¨® que le acosa la corrupci¨®n, y admiti¨® que habr¨ªa preferido ¡°otro presidente y otro Gobierno¡±. Pero, como ni Rajoy ni S¨¢nchez quieren su gran coalici¨®n, Rivera admite ¡°el plan B¡±, porque ¡°en la vida hay que escoger entre lo malo y lo menos malo¡±.
Los nuevos socios se mostraron tirantes. ¡°Usted est¨¢ en nuestras manos¡±, espet¨® Rivera a Rajoy. ¡°Las elecciones obligan a hacer cambios pero no a cambiarlo todo. El PP qued¨® en primer lugar¡±, le record¨® el candidato. En la direcci¨®n de Ciudadanos no qued¨® un sabor a fracaso tras el debate. Percibieron que el discurso de S¨¢nchez pareci¨® personificar en Rajoy y no en el PP, por si eso significara que podr¨ªa admitir otro candidato, y se confiaron al nuevo periodo que se abrir¨¢ tras las elecciones vascas y gallegas.
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