Romper tab¨²s

El caso Soria cambia la ecuaci¨®n del desenlace de la crisis pol¨ªtica. Por dos razones: porque confirma la arrogancia y la impunidad como atributos del estilo de gobierno de Rajoy (el presidente bajo cuyo mandato el r¨¦gimen grip¨®) y porque ha roto el silencio del miedo en el PP. Un gobernante tiene que vivir muy alejado de la realidad para permitirse la alcaldada de premiar a un ministro que dimiti¨® por una cuesti¨®n de mentiras y dineros con un cargo en el Banco Mundial, cuando la credibilidad de la pol¨ªtica est¨¢ bajo m¨ªnimos y la ciudadan¨ªa asiste perpleja a la perpetuaci¨®n de la interinidad.

Rajoy, ensimismado en su autosuficiencia, intent¨® justificar su desatino con mentiras flagrantes y qued¨® en evidencia. Pero el presidente no habr¨ªa forzado la retirada de Soria si no hubiera estallado la rebeli¨®n en su partido. Uno a uno, los barones regionales fueron levantando la voz, empezando por Cristina Cifuentes y Alberto N¨²?ez Feij¨®o, los que siempre suenan como potenciales recambios de Rajoy. En una organizaci¨®n tan jer¨¢rquica y cerrada como el PP, cuando se pierde el miedo a discrepar todo es posible.

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El juego se abre. Y se imponen dos preguntas: ?Es posible una investidura con candidato nuevo del PP? ?Por qu¨¦ Pedro S¨¢nchez no puede intentarlo??Salvo que el soberanismo catal¨¢n diera un paso al frente con la convocatoria unilateral de un refer¨¦ndum, que ahora mismo, es improbable, y se utilizara de espantajo para forzar a S¨¢nchez a envolverse en la bandera y jurar por la raz¨®n patri¨®tica, dif¨ªcilmente Rajoy podr¨¢ lograr la investidura. Sin duda, que el PP renunciara a Rajoy ser¨ªa un incentivo que permitir¨ªa justificar abstenciones dif¨ªciles de asumir. Rajoy hace tiempo que apuesta por las terceras elecciones como ¨²ltimo recurso para su supervivencia.

?El ruido generado en el PP por el caso Soria es se?al de un vendaval suficiente como para llevarse a Rajoy por delante? Dicen que resistir es la virtud del presidente, pero la resistencia siempre tiene un l¨ªmite.??Puede S¨¢nchez buscar la investidura? O, dicho de otro modo, ?hay posibilidad de convertir en Gobierno la mayor¨ªa de 180 diputados del no a Rajoy? Para ello ser¨ªa necesario romper dos tab¨²s del sistema: el que excluye a Podemos de las combinaciones de gobierno porque le sit¨²a, sin prueba alguna, fuera del bloque constitucional. Y el que demoniza al voto soberanista, condenando por traici¨®n a la patria al candidato que lo aceptara.

El punto d¨¦bil de S¨¢nchez es su propio resultado: 85 diputados son muy pocos. Pero romper los tab¨²s abrir¨ªa el campo de juego y pondr¨ªa a prueba la responsabilidad de los estigmatizados. La peor se?al que puede dar un r¨¦gimen es la incapacidad para producir su propia regeneraci¨®n. Y, con tanto veto, en ello estamos.