Galicia pasa de Espa?a
Los candidatos desconectan de la pol¨ªtica nacional convencidos de que la situaci¨®n del pa¨ªs les perjudica


En mitad de la campa?a el PP se sac¨® de la manga un cartel que apareci¨® de un d¨ªa para otro en los pueblos. Con tipograf¨ªa habitual de las verbenas que anuncian las orquestas, una se?al identitaria de potencia devastadora, los populares colaban su mensaje en la Galicia rural reclamando el voto. Tuvo respuesta del BNG, con otro cartel de tipograf¨ªa parecida pero mensaje opuesto. Aquello casi termin¨® en una fiesta musical en las redes a la que asistieron, como espectadores, PSdeG y En Marea.
Lo cierto es que en los a?os noventa diferentes encuestas mostraban un comportamiento curioso y dif¨ªcil de entender para los no gallegos: la segunda opci¨®n preferida de voto de los votantes del PP era el BNG. El partido nacionalista era entonces la nueva pol¨ªtica, de alguna manera el primer Podemos. La percepci¨®n de muchos ciudadanos era la de que el PP y el BNG eran los partidos gallegos por antonomasia. Desde ¨®pticas contrapuestas, s¨ª, pero los dos vinculados a la idiosincrasia del pa¨ªs, con din¨¢micas propias y ajenas a Madrid.
Los a?os noventa fueron los del PP del churrasco orgi¨¢stico de Monte Faro, de la trompeta de Baltar padre (¡°si no eres del Pep¨¦, j¨®dete¡±) y de un Cui?a que se declaraba ¡°al borde de la autodeterminaci¨®n¡±; el Bloque eran los de aqu¨ª: rebeldes, protestones, pero trabajadores y honestos. Esa percepci¨®n de las dos fuerzas pol¨ªticas sigue existiendo, seg¨²n mantiene Xavier Campos, uno de los responsables de campa?a del BNG. Viendo esta campa?a, y pese a la derrota hist¨®rica del sector de la boina del PP, m¨¢s galleguista, se dir¨ªa que permanece intacta.
El abrazo del oso
Si las elecciones gallegas son en clave exageradamente auton¨®mica es por culpa de Feij¨®o, sostiene el analista pol¨ªtico Adri¨¢n Rodr¨ªguez. ¡°Todos est¨¢n centrados en lo suyo porque Feij¨®o es el m¨¢s interesado en que sea as¨ª. La marca Feij¨®o vale m¨¢s que la marca PP y mucho m¨¢s que la marca Rajoy¡±, afirma. ¡°Feij¨®o quiere que todo sea en clave gallega. El resto va arrastrado por esta estrategia y, adem¨¢s, tampoco les interesa otra cosa: el desgaste en la pol¨ªtica nacional es de tal calibre, la gente est¨¢ tan cansada de los l¨ªderes de Madrid, que abrazarse a ellos es como si les abrazase un oso¡±.
Que los l¨ªderes nacionales no participen mucho en campa?a no quiere decir que no vayan a responsabilizarse del resultado. ¡°La sucesi¨®n de acontecimientos despu¨¦s del 25-S en Madrid¡±, dice Rodr¨ªguez, ¡°va a depender de lo asumible que sea el n¨²mero de esca?os del PSOE en Galicia y Euskadi y del aguante que tenga Pedro S¨¢nchez¡±.
El periodista Den¨ªs Fern¨¢ndez M¨¦ndez lo ve m¨¢s transparente. ¡°No hay m¨¢s que consultar el CIS: una gran mayor¨ªa del electorado dice que los factores decisivos para decantar su voto ser¨¢n los relativos al pa¨ªs [en referencia a Galicia] y no a la situaci¨®n estatal¡±. Lo cierto es que ni el PP, que tuvo que improvisar una campa?a para responder a las acusaciones de que escond¨ªa sus siglas, ni En Marea han abusado de l¨ªderes nacionales. Rajoy ha llegado a hacer campa?a en Avi¨®n, el municipio de los multimillonarios emigrantes en el que al PP le votan m¨¢s del 85% de los vecinos; es una forma curiosa de amortiguar su impacto. Pablo Iglesias solo vino un d¨ªa, y se llev¨® todos los focos a Madrid, a la sede de su partido. El caso del socialista Leiceaga es curioso: tiene en contra a dirigentes gallegos tan poderosos como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, o la presidenta de la Diputaci¨®n de Pontevedra, Carmela Silva, as¨ª que se apoya en Pedro S¨¢nchez.
En el himno gallego, escrito por Eduardo Pondal, se canta ¡°non nos entenden, non¡±. Por eso mucha gente se sorprendi¨® de que la etiqueta en Twitter #GalizaIsNotSpain fuese trending topic sin que el BNG tuviese nada que ver. Y a mucha otra le cuesta entender que los tres aspirantes a desalojar a Feij¨®o de la Xunta militasen en alg¨²n momento ¡ªo militan hoy, en el caso de la nacionalista¡ª en el mismo partido: BNG.
¡°?Hay una din¨¢mica propia gallega?¡±, se pregunta Campos. ¡°Desde luego. Aqu¨ª si el PP no tiene mayor¨ªa absoluta va a haber tripartito s¨ª o s¨ª. La gente correr¨ªa a gorrazos a Leiceaga y Villares [el candidato de Podemos] si hiciesen lo mismo que S¨¢nchez e Iglesias en Madrid¡±. La percepci¨®n del tripartito tiene que llegar a los ciudadanos, dice Fern¨¢ndez M¨¦ndez: ¡°Hasta ahora los tres l¨ªderes han dejado claro que ser¨¢ as¨ª¡±.
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