Estrasburgo condena a la justicia espa?ola por no escuchar a dos menores en un caso de divorcio

Una mujer espa?ola de 52 a?os, P. I. C., le ha ganado a Espa?a un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos tras 16 a?os de pleitos judiciales con su marido, del que se separ¨® en el a?o 2000. Los jueces espa?oles desoyeron las demandas de la mujer y de sus dos hijas, entonces menores de edad, que ped¨ªan que las ni?as fueran escuchadas durante el proceso de divorcio. El padre de ambas hab¨ªa obtenido la custodia compartida y derecho a visitas, a pesar de haber sido condenado por malos tratos. Los jueces europeos, en una sentencia hecha p¨²blica este martes, estiman que la justicia espa?ola ten¨ªa que haberles escuchado.

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El tribunal considera que los menores ¡ªsobre todo si tienen m¨¢s de 12 a?os¡ª deben ser escuchados en casos de divorcio como establece, de hecho, la legislaci¨®n espa?ola. La corte europea condena a Espa?a y estipula una indemnizaci¨®n para la mujer y sus hijas de 6.400 euros por da?o moral y 2.000 de gastos. Adem¨¢s, desestima la cantidad exigida por la recurrente de 24.000 euros (8.000 para cada una).

Tras la separaci¨®n de P. I. C., el juez dictamin¨® la guarda de las ni?as, que entonces ten¨ªan 7 y 4 a?os, a la madre y dict¨® la custodia compartida y derecho de visita para el padre. El hombre fue condenado despu¨¦s por golpes y amenazas a su esposa, pero no por denuncias posteriores, como la que fue resultado del ataque con una fusta a una de las hijas, lo que un juez vio como consecuencia de "una p¨¦rdida de control ocasional".

La mujer logr¨® la suspensi¨®n del derecho de visitas, pero el problema volvi¨® cuando el marido pidi¨® el divorcio en 2006. Fue entonces cuando, durante el proceso, el juez no escuch¨® a las hijas del matrimonio, que ya ten¨ªan entonces 13 y 11 a?os. La peque?a de las dos pidi¨® que el equipo psicosocial que deb¨ªa evaluarla grabara las conversaciones. Ante la negativa de los psic¨®logos a hacer tal cosa ni siquiera estos escucharon sus argumentos.

La justicia espa?ola dictamin¨® el divorcio en 2007, pero mantuvo la custodia compartida de las ni?as. El padre obten¨ªa un restringido derecho de visita bajo supervisi¨®n. La mujer recurri¨® la sentencia ante la Audiencia Provincial de Madrid. Durante el proceso incluso present¨® cartas de las menores relatando su angustia, pero de nada sirvi¨®. Finalmente, recurri¨® al Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo en 2012.