Baltasar Garz¨®n: ¡°Rajoy debi¨® dimitir¡±
El exjuez de la Audiencia Nacional celebra el juicio del 'caso G¨¹rtel' pese a las "trabas del PP"
1.029 p¨¢ginas ha empleado el exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n en repasar su carrera judicial y su fugaz experiencia pol¨ªtica ¡ª9 meses¡ª en el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez como secretario de Estado del Plan Nacional sobre Drogas. "El libro era a¨²n m¨¢s voluminoso, pero la editorial me dijo que hab¨ªa que cortar", ha bromeado este martes. Se titula En el punto de mira, la forja de un juez a contracorriente (Editorial Planeta) y se ha puesto a la venta hoy, en el mismo d¨ªa en que han empezado a declarar los acusados del caso G¨¹rtel. Garz¨®n, que fue apartado de la judicatura tras ser condenado a 11 a?os de inhabilitaci¨®n por ordenar grabaciones entre imputados de la trama y sus abogados, opina que Mariano Rajoy deber¨ªa haberse ofrecido voluntariamente a declarar como testigo en el juicio y que el PP no ha asumido su responsabilidad pol¨ªtica por el esc¨¢ndalo.
Pregunta. ?Volver¨ªa a ordenar las escuchas por las que fue condenado y apartado de la justicia?
Respuesta. Hoy volver¨ªa a ordenar la interceptaci¨®n de las comunicaciones l¨®gicamente de acuerdo con la legislaci¨®n vigente, que curiosamente las prev¨¦ y establece c¨®mo se deben de hacer, cosa que en aquel momento no exist¨ªa. Es curioso que las garant¨ªas que yo otorgu¨¦ a las personas que vieron interceptadas sus comunicaciones son mayores que las que establece la legislaci¨®n actual. Entonces no exist¨ªa prohibici¨®n, la interpretaci¨®n de la ley creo que fue una de las posibles que se admit¨ªan y as¨ª se ha reconocido reiteradamente, pero el Tribunal Supremo entendi¨® otra cosa en una sentencia injusta. No he podido defenderme en una segunda instancia. Ese es uno de los grandes defectos que tiene el sistema espa?ol.
P.? ?Qu¨¦ se le pas¨® por la cabeza al ver la semana pasada el banquillo de la G¨¹rtel?
R. Que a pesar de todas las dificultades, a pesar de todo el coste personal y profesional, el trabajo estaba bien hecho. Se cumplieron todas las garant¨ªas, pese a que Dolores de Cospedal las ponga en cuesti¨®n, y la justicia est¨¢ haciendo su trabajo. Eso me reconforta. Por otra parte, no puedo erradicar el recuerdo de lo sufrido. Fui condenado desde mi punto de vista de forma injusta por un delito que no comet¨ª y que ni siquiera exist¨ªa, pues fue creado en mi sentencia. Pero bienvenida sea si finalmente hemos podido contribuir todos los funcionarios y autoridades de la Administraci¨®n de Justicia que han trabajado en este caso para que se celebre un juicio con todas las garant¨ªas.
P. ?Echa a alguien en falta en ese banquillo?
R. Siempre quedan posibles responsables fuera. Es muy dif¨ªcil que autores intelectuales o financiadores est¨¦n todos en un juicio, pero creo que quienes est¨¢n, respetando la presunci¨®n de inocencia, son aquellos sobre los que se han reunido indicios y pruebas.
P.? Pablo Casado declar¨® ayer: "El PP ha sido implacable contra la corrupci¨®n".
R. No es verdad. Si fueran implacables no se habr¨ªan destruido los discos duros [de los ordenadores de Luis B¨¢rcenas, su extesorero]; se habr¨ªan abierto las puertas de las finanzas, se habr¨ªa depurado desde el comienzo y no perseguido al juez. La corrupci¨®n se combate con hechos y el PP no lo ha hecho. Es verdad que hubo dimisiones, pero la estructura sigui¨® siendo la misma y los m¨¢ximos responsables del partido no asumieron responsabilidades. Le imputaron esa responsabilidad a todos menos a ellos. Ten¨ªan un objetivo claro que era acabar con el juez instructor. Eso no lo hace un partido democr¨¢tico si a la vez dice que est¨¢ luchando contra la corrupci¨®n.???
P. ?Cree entonces que Rajoy deber¨ªa haber dimitido por estos casos de corrupci¨®n y que Felipe Gonz¨¢lez debi¨® haber hecho lo mismo en su d¨ªa?
R. S¨ª, creo que la responsabilidad pol¨ªtica se demuestra de dos formas: una, dimitiendo, y dos, que no excluye la primera, ordenando una investigaci¨®n a fondo, una auditor¨ªa hasta las ¨²ltimas consecuencias, caiga quien caiga, dentro de la estructura. Un solo caso de corrupci¨®n debe hacer caer un Gobierno y si nadie dimite, dimitir¨¦ yo. Lo dije en 1994 y lo sigo manteniendo. En el libro publico la carta de dimisi¨®n que le present¨¦ a Felipe [Gonz¨¢lez], con el que tengo buena relaci¨®n, pero eso no quiere decir que no pueda discrepar con ¨¦l por la forma en que se desarrollaron los acontecimientos. No hubo firmeza en la lucha contra la corrupci¨®n en aquel momento, pero el PSOE pas¨® su Jord¨¢n. El PP y su c¨²pula no han admitido nada. No puedo aceptar que si no se asume esa responsabilidad se garantice su gobernabilidad con votos de la izquierda porque as¨ª no vamos a cambiar nunca. As¨ª no va a haber regeneraci¨®n pol¨ªtica profunda.
P. El PSOE perdi¨® despu¨¦s de los esc¨¢ndalos las elecciones en 1996, pero el PP ha seguido ganando y esgrime esas victorias electorales como una muestra de que los ciudadanos creen que el PP "lucha como nunca" contra la corrupci¨®n. ?Tienen raz¨®n cuando sugieren que las urnas les han absuelto?
R. No. Hay mucha gente elegida en las urnas que despu¨¦s hace barrabasadas. Lo importante es que haya sistemas de control, transparencia, gobiernos decentes, con las puertas abiertas, para que cualquier ciudadano pueda comprobar que no hay nada debajo de la alfombra. Pero el PP no ha cruzado ese r¨ªo Jord¨¢n, no ha transigido en nada. Se justifica diciendo: "Est¨¢n fuera". ?Pero qui¨¦nes dirig¨ªan entonces el partido? ?Qui¨¦nes no establecieron los controles? ?Qui¨¦nes estaban en la inopia? Deben ser responsables pol¨ªticamente y no se deben amparar en las urnas cuando se manipula a la opini¨®n p¨²blica, se focaliza en el juez, las fiscales... parece que no tenemos memoria. Cuando se inicia la persecuci¨®n implacable contra m¨ª con la excusa de la cacer¨ªa hasta tratar de destruir a la persona, no se puede decir que se combate la corrupci¨®n: se combate a quien lucha contra ella.?
P. ?Hoy es igual de f¨¢cil o m¨¢s dif¨ªcil que vuelva a darse una trama G¨¹rtel?
R. Es m¨¢s dif¨ªcil, pero puede suceder porque a pesar de la buena voluntad y de tantas medidas anticorrupci¨®n todav¨ªa los sistemas de control no son los id¨®neos. No puede estar en el organismo de control el que tiene que ser controlado. Y quiero que haya un control de la ciudadan¨ªa. La lucha contra la corrupci¨®n nos compete a todos, no solo al Gobierno, a la polic¨ªa y a los jueces. No puede ser posible que un partido que est¨¦ contaminado por casos de corrupci¨®n siga teniendo la confianza de los ciudadanos. Algo falla. Quiz¨¢s falta pedagog¨ªa en la ciudadan¨ªa. El principio de presunci¨®n de inocencia tiene su validez respecto a la responsabilidad penal, pero no respecto a la responsabilidad pol¨ªtica. Ah¨ª el ¨²nico principio que hay es el de la credibilidad. ?Eso puede dar lugar a injusticias? S¨ª, pues entonces dise?emos mecanismos para que no se produzcan y que si se produzcan se subsanen, por ejemplo, que vuelvan [los cargos p¨²blicos apartados]. Establezcamos garant¨ªas y a la vez, que los procesos judiciales no se eternicen, porque es injusto tambi¨¦n que una persona diez o 12 a?os despu¨¦s tenga que responder por unos hechos cometidos m¨¢s de 10 a?os atr¨¢s cuando ya probablemente no tenga nada que ver qui¨¦n era con qui¨¦n es.
P. ?Qu¨¦ pens¨® cuando escuch¨® las grabaciones entre el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, y el director de la Oficina Antifraude catalana, para sacar a la luz delitos de corrupci¨®n que perjudicaran a sus rivales?
R. La utilizaci¨®n de la pol¨ªtica para buscar suciedad del contrario me parece deleznable y me resulta incomprensible que no haya habido una dimisi¨®n asumiendo una responsabilidad pol¨ªtica. Me parece muy grave que en este caso se dirija todo al responsable de la oficina antifraude y el ministro se vaya de rositas. Aqu¨ª hay responsabilidad para todos.
P. Su carta de dimisi¨®n a Felipe Gonz¨¢lez, en 1994, concluye as¨ª: "No puedo ser c¨®mplice, aunque sea por omisi¨®n, de la degeneraci¨®n progresiva del sistema". ?Cree que el sistema ha ido a peor? ?Le recuerda la actitud del PSOE en aquellos a?os a la del PP ahora?
R. Hoy yo creo que estamos en una situaci¨®n peor porque han pasado 22 a?os, y eso tiene que contar algo. Hace 22 a?os ped¨ªamos algunos, como Carlos Jim¨¦nez Villarejo o yo mismo, la tipificaci¨®n como delito de la financiaci¨®n ilegal y han tardado 22 a?os en hacerlo. Todas las afirmaciones que yo hac¨ªa en esa carta tienen plena vigencia con el agravante de que han pasado 22 a?os y la corrupci¨®n es mucho m¨¢s end¨¦mica y penetrante que en aquel momento.
P. ?Le entristece la situaci¨®n actual del PSOE?
R. Me preocupa y me entristece. Yo no soy del PSOE, soy un hombre progresista, de izquierdas. En Espa?a creo que no estamos preparados para una coalici¨®n de ese tipo, aunque la postule Felipe Gonz¨¢lez, y en este pa¨ªs hace falta una regeneraci¨®n. Creo que hay formaciones pol¨ªticas que pod¨ªan hacerlo para que el PP pase su Jord¨¢n. Porque desde el poder no se va a regenerar nadie. Como dem¨®crata y persona de izquierdas me molesta que la izquierda no sea capaz de ponerse de acuerdo y que vayamos a un nuevo gobierno del PP con los mismos actores. Y veo muy dif¨ªcil que se pueda cumplir lo que dice el presidente de la gestora socialista: que no es lo mismo la abstenci¨®n que sostener el Gobierno. Yo he firmado un manifiesto; mi opci¨®n era claramente un espacio de confluencia entre el PSOE, Podemos y Ciudadanos, que tienen clara su voluntad de regeneraci¨®n.
P. ?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que le propusieron entrar en pol¨ªtica?
R. Casi todos los d¨ªas. Pero creo que mi labor es contribuir desde la militancia ciudadana, no desde el Parlamento. Si la siguiente pregunta es si alguna vez puede ser, la respuesta es: "Nunca digas nunca jam¨¢s".
P. ?Qu¨¦ le qued¨® por hacer en la Audiencia Nacional?
R. Me hubiera gustado que continuara la investigaci¨®n por los cr¨ªmenes del franquismo. El Tribunal Supremo lo tuvo en sus manos, pod¨ªan haberlo hecho, se habr¨ªan cerrado definitivamente las heridas, pero no quisieron hacerlo. Nos lo ped¨ªa la comunidad internacional, pero no estuvieron a la altura. Me sobran argumentos jur¨ªdicos para mantener lo que digo. Falt¨® sensibilidad con las v¨ªctimas, que ah¨ª siguen, mientras las instituciones espa?olas siguen silentes despu¨¦s de 80 a?os. Eso me doli¨® especialmente porque veo el desamparo de las v¨ªctimas.?
P. Una vez me dijo que Otegi no deb¨ªa seguir en la c¨¢rcel. ?Cree que deber¨ªa haber podido presentarse a las pasadas elecciones vascas?
R. S¨ª. S¨¦ que esto les molestar¨¢ a algunos, pero es lo que creo. Otegi ¡ªy yo fui la persona que tom¨® la decisi¨®n de enviarlo en prisi¨®n¡ª, fue condenado y cumpli¨® su pena. Creo que tendr¨ªa que haber salido antes de prisi¨®n y para m¨ª es una torpeza pol¨ªtica con escaso apoyo jur¨ªdico no dejarle que lidere la formaci¨®n que realmente lidera. Otegi ha hecho pol¨ªtica, ha estado presente en las elecciones, y no deja de ser un absurdo que no pueda estar defendiendo sus postulados en el Parlamento.
P. Terminamos con un cuestionario r¨¢pido. Defina en una palabra a: Luciano Varela.
R. ?Desencanto.
P. A Margarita Robles.
R. Contradicci¨®n.
P. A Emilio Bot¨ªn.
R. Indiferencia.
P. A Federico Trillo.
R. Manipulador.
P. A Susana D¨ªaz.
R. Coherente.
P. A Mariano Rajoy.
R. Incumplidor.
P. Al comisario Villarejo.
R. Complejo.
P. A Juan Alberto Belloch.
R. Olvido.
P. A Albert Rivera.
R. Inc¨®gnita y perplejidad porque no act¨²e con m¨¢s convicci¨®n.
P. A Pablo Iglesias.
R. Firmeza, pero necesidad de apertura.
Extractos de sus memorias
"Las promesas se hacen para no cumplirlas"
"Creo que Gonz¨¢lez [Felipe] y Bono [Jos¨¦] creyeron que con tenerme dentro, en el poder, yo estar¨ªa tranquilo y conforme. (...) me equivoqu¨¦, y deb¨ª darme cuenta el mismo d¨ªa del primer debate entre Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a finales de mayo de 1993 (...) Me qued¨¦ absolutamente perplejo y asustado cuando, de repente, Gonz¨¢lez le espet¨®, frente a las criticas de los casos de corrupci¨®n del PSOE: 'He encargado al juez Baltasar Garz¨®n que presida una comisi¨®n para la investigaci¨®n de la corrupci¨®n'. En ese punto, el oponente se qued¨® tan sorprendido como yo, que me enter¨¦ en ese preciso momento de semejante proyecto, el cual, como era obvio, no se desarrollar¨ªa nunca (...) Esa misma noche llam¨¦ a Felipe y le dije, ?c¨®mo es que has hecho esa promesa si ni siquiera lo hemos hablado? ?l me contest¨®: "Baltasar, las promesas en campa?a electoral se hacen para no cumplirlas".
Carta de dimisi¨®n a Felipe Gonz¨¢lez (18 de abril de 1994)
"Es posible que por tus m¨²ltiples obligaciones de gobierno hayas perdido el contacto con la gente sencilla, con el pueblo. Si lo tuvieras, comprobar¨ªas que apenas respetan a los que gobernamos porque no nos hacemos respetar, hemos perdido su confianza (...) es inconcebible que despu¨¦s de los esc¨¢ndalos que estamos viviendo en Espa?a no se haya producido ni una sola dimisi¨®n de un responsable pol¨ªtico por estos hechos. Las responsabilidades pol¨ªticas van o deben ir por unos derroteros distintos de los penales".
"Si tienes cojones, c¨¦same"
"Nunca ped¨ª ser ministro, aunque a principios de mayo de 1994, cuando ya hac¨ªa 15 d¨ªas que hab¨ªa presentado mi dimisi¨®n, s¨ª manifest¨¦ al presidente del Gobierno que consideraba un grave error unir los ministerios de Justicia e Interior y nombrar como superministro de ambas carteras a Juan Alberto Belloch. El tiempo me dio la raz¨®n y as¨ª, 15 a?os despu¨¦s, me lo reconoci¨® Felipe".
"Juan Alberto Belloch tom¨® posesi¨®n del cargo el viernes 6 de mayo e instantes antes de Hacerlo me exigi¨® que le confirmara si segu¨ªa o no. De nuevo le coment¨¦ que primero quer¨ªa hablar con Felipe, a lo que repuso: 'Este es mi tiempo pol¨ªtico y lo administro yo'. En ese instante, ya harto, le dije: 'Si tienes cojones, c¨¦same".
"La campa?a de persecuci¨®n fue brutal"
"Estaba harto de mezquindades como la suciedad que rodeaba a algunos responsables pol¨ªticos en su relaci¨®n con la Justicia. (...) La campa?a de persecuci¨®n desplegada despu¨¦s de desencadenar la operaci¨®n G¨¹rtel fue brutal. Ni en el peor momento de los GAL se actu¨® tan sistem¨¢ticamente y con tal bajeza, hasta el punto de que algunas estructuras judiciales pusieron de manifiesto innegables servidumbres con el poder pol¨ªtico".
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