PP y Ciudadanos siguen sin salvar sus recelos y desconfianza mutua
Rajoy y Rivera no han vuelto a hablar desde el 2 de septiembre cuando se suspendi¨® una comida conjunta
Mariano Rajoy es consciente de que si sale elegido otra vez presidente del Gobierno lo ser¨¢ en minor¨ªa, con el menor apoyo parlamentario de esta etapa democr¨¢tica, y no tendr¨¢ grandes ni estables aliados durante la legislatura ni en el PSOE ni tampoco en Ciudadanos. El PP y el partido que lidera Albert Rivera acumulan recelos mutuos y mucha desconfianza. Rajoy y Rivera se tratan lo justo. El PP no olvida el duro e inesperado discurso de Rivera en la ¨²ltima investidura, que provoc¨® la anulaci¨®n de una comida conjunta en La Moncloa.
![Mariano Rajoy y Albert Rivera, en agosto, cuando firmaron su pacto.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/AV2W4ZIQZ43GWOFHMCMGYLJ3NI.jpg?auth=2d8bedeef82a20daab7d351b19300bac5bb87492e8956efadc36c0abcc11e7f1&width=414)
Rajoy dej¨® sentado el viernes, en Bruselas, que si logra gobernar tendr¨¢ que ir d¨ªa a d¨ªa, ceder en sus pretensiones m¨¢ximas program¨¢ticas y disponerse a lo que la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, llam¨® una ¡°legislatura colaborativa¡±. El presidente en funciones no cuenta con poder gobernar en coalici¨®n, al menos durante bastantes meses, ni con el PSOE ni con Ciudadanos, que es lo que le gustar¨ªa para ofrecer m¨¢s estabilidad a sus planes.
La delicada situaci¨®n interna en el PSOE justifica, para Rajoy y su entorno, la renuncia a muchos pactos. Con Ciudadanos el problema es ¡°de falta de confianza¡±, como admiten fuentes oficiales del PP y de La Moncloa. ¡°La relaci¨®n entre Rajoy y Rivera no es que sea muy mala, tampoco buena, es cordial; pero de lo que no nos fiamos es de lo que quiera hacer Ciudadanos en esta legislatura porque competimos por un mismo electorado¡±, concluyen dichas fuentes.
El precedente de la negociaci¨®n para la investidura fracasada de Rajoy a finales de agosto ha dejado muchas secuelas. Ciudadanos exigi¨® la firma de un documento con 150 medidas, que se consigui¨® sin grandes contratiempos, con la idea de ampliar las propuestas con nuevas iniciativas a desarrollar. Los equipos de ambas formaciones establecieron numerosos contactos en el Congreso hasta la misma ma?ana del viernes 2 de septiembre, en la segunda votaci¨®n de aquel pleno. El tono parec¨ªa bueno. Se aceptaron bastantes planteamientos. Esa tarde, ya en el atril, Rivera sorprendi¨® con una arremetida contra Rajoy que revel¨® su nula conexi¨®n y volvi¨® a abogar por un cambio de candidato. El portavoz del PP en la C¨¢mara, Rafael Hernando, sali¨® en tromba para reprocharle firmar acuerdos ¡°para 15 minutos¡±. La comida que Rajoy hab¨ªa ofrecido a ambas delegaciones en La Moncloa para la semana siguiente se suspendi¨®. No han vuelto a hablar desde entonces.
Factor de estabilidad
Rivera, en cualquier caso, se ha comprometido p¨²blicamente a ser ¡°un factor de estabilidad¡± en la pr¨®xima legislatura, pero tambi¨¦n ha advertido al PP de que fiscalizar¨¢ al detalle el cumplimiento de las 150 medidas recogidas en aquel pacto de investidura.
El l¨ªder de Ciudadanos ya explicit¨® su estrategia sobre un Gobierno de Rajoy en aquella fallida sesi¨®n: ¡°Cuente conmigo para una oposici¨®n responsable, cuente con mi partido para pensar en Espa?a por delante de sus intereses¡ pero tambi¨¦n cuente con nosotros para controlar y exigir¡±.
Aunque esas l¨ªneas maestras siguen vigentes, aquel rifirrafe en el pleno marc¨® un punto de inflexi¨®n en la relaci¨®n de los dos pol¨ªticos. Rivera sonde¨® la opci¨®n de otro candidato del PP. En su equipo a¨²n escoc¨ªa que Rajoy hubiera despreciado el apoyo de sus 32 diputados equipar¨¢ndolo con en de los dos representantes de UPN o el de Coalici¨®n Canaria. Todos los canales de comunicaci¨®n directa entre Rajoy y Rivera se interrumpieron entonces, seg¨²n fuentes del gabinete del segundo.
M¨¢s de un mes despu¨¦s, fuentes del equipo econ¨®mico de Rivera aseguran que su experto en esa ¨¢rea, Luis Garicano, y el ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, podr¨ªan pactar sin dificultades los Presupuestos para 2017. Sin embargo, la desconfianza es mutua, como ha quedado demostrado esta semana, cuando el gobierno del PP ha negado la veracidad de un pacto anunciado p¨²blicamente por Ciudadanos para establecer una moratoria en la aplicaci¨®n de la LOMCE. As¨ª los estrategas de Rivera consideran que su compromiso se circunscribe a aquellas 150 medidas, similares a las firmadas en marzo para la investidura fracasada de Pedro S¨¢nchez, y anuncian que buscar¨¢n acordar otras con el resto de la oposici¨®n ante la debilidad de un Gobierno apuntalado por solo por 137 diputados.
Un electorado compartido
El dato que refleja mejor que el PP y Ciudadanos comparten una importante bolsa de votantes es el de la transferencia de electores. El 17% de los votantes que le dieron a Mariano Rajoy su mayor¨ªa absoluta de 2011 declaraba su intenci¨®n de apoyar a Albert Rivera justo antes de las elecciones generales del 20-D, seg¨²n el CIS. En la repetici¨®n electoral del 26-J, Rivera perdi¨® a un 19% de sus apoyos en favor de Rajoy, seg¨²n Metroscopia. Y esa tendencia se mantendr¨ªa si hay una tercera repetici¨®n electoral, seg¨²n el ¨²ltimo bar¨®metro del CIS, publicado en agosto: un 5% de los espa?oles que votaron a Ciudadanos en junio ya anunciaban entonces que le cambiar¨ªan por el PP si tuvieran una nueva oportunidad.
La evoluci¨®n de estos dos partidos en los sondeos es una fotograf¨ªa perfecta de la din¨¢mica de los vasos comunicantes, especialmente a partir del 1 de mayo de 2016: lo que pierde uno lo gana el otro. As¨ª, mientras que Rajoy obtiene hoy su mejor registro de intenci¨®n de voto desde enero de 2015 (37,8%), Rivera obtiene el peor desde que se consolid¨® su proyecto nacional (11,6%).
?Por qu¨¦ ocurre eso? Ideol¨®gicamente, las dos formaciones luchan por convencer a los votantes que se autodefinen ante el CIS como "liberales": un 20,7% de ellos declaraba su intenci¨®n de votar a Ciudadanos en el bar¨®metro preeletoral del 26-J, y un 12,2% al PP. Los dos partidos son atractivos para esos electores que se sit¨²an en el centro derecha cuando se les pregunta por su posicionamiento ideol¨®gico.
Adem¨¢s, demogr¨¢ficamente los sondeos fotograf¨ªan una brecha de g¨¦nero y edad entre las dos formaciones que convierte la fortaleza de cada una en la debilidad de la otra. El PP tiene problemas para convencer a hombres j¨®venes y de mediana edad, precisamente el punto fuerte de Ciudadanos. Esta formaci¨®n, al mismo tiempo, no ha logrado que sus tesis calen mayoritariamente entre las mujeres ni entre los votantes de m¨¢s de 55 a?os. En consecuencia, los dos partidos se disputan un pulso soterrado para compensar a costa del otro ese desequilibrio. Una comparativa entre los sondeos previos a las elecciones generales del 20-D y los resultados en esos comicios permite identificar en qu¨¦ sector del electorado se produce esa lucha: hombres de entre 35 y 54 a?os, residentes en ciudades de tama?o mediano o grande, con estudios y con trabajo remunerado.
Es decir, la batalla se produce alrededor del punto fuerte de Ciudadanos, que todav¨ªa no ha logrado enfrentar al PP con el problema de que Rivera logre grandes avances en el basti¨®n de Rajoy: los votantes de m¨¢s edad o que residen fuera de las grandes ciudades.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.